Confesando mí Amor.

Epílogo

—No creo que estés en el lugar indicado. Yo no sé mucho del amor. Pero supongo que trabajar con niños de algo ha de servir.

Iruka-Sensei había tratado de evitar los comentarios de Konohamaru. Como también al niño en la ventana.

—En serio, sensei. Hay un niño raro mirando hacía aquí.

—Creo que es medio emo. ¿Y si no quieres matar?

—Niños, niños. No llamen así a Sasuke, es de mala educación. De seguro está en un misión o algo...

Miró hacia la venta, mientras el pelinegro se encontraba más pegado a esta.

—Vayan a jugar al patio. —Ordenó Iruka. Esperando a que todos salieran para abrir la ventana. —¿Qué sucedé Sasuke?

Sasuke recordó ser cortes, por primera vez e hizo una pequeña reverencia. El sensei quedo aún más confundido.

—Buenos días. Seré claro. Usted es como un padre o madre para Naruto. —Iruka tenía una gota cayendo por su cabeza. — Entonces quiero tener su aprobación y de pasó su ayuda.

—Espera...¿Qué?

—Estoy interesado en Naruto románticamente y quizás en el futuro también sexualmente. Así que quiero saber si está de acuerdo en eso. Si no, entenderé. Aunque de igual forma buscaré la manera de estar con Naruto quiera o no.

Iruka pestañeo.

—¿Esto es en serio?

—Demasido en serio. —Su cara tomó ese semblante serio.

—Creo, creo que está bien, ¿No? Tú sabes a quién querer y...

—Me alegra de que lo entienda. Segundo, necesito su ayuda. Porque ya no sé qué más hacer para confesarme a Naruto.

—Un momento. ¿Ya les has confesado lo que sientes?

—Tal vez sí. Tal vez no. En realidad no sé qué he hecho mal.

Entonces le explicó desde los consejos de Kakashi hasta la gran idea de Kiba.

—Pero Sasuke. Has hecho todo mal. —Concluyó Iruka. El niño se sintió vilmente herido. — Has seguido lo que otros te han dicho porque crees que es lo mejor. Y aunque lo has hecho a salido malísimo.

—¿Pero qué debo hacer?

—Lo que dijiste que harías desde un principio. Confesarte a Naruto. Debes ser directo, dilo de la forma en que dices todo.

—¿Entonces perdí mí tiempo?

—Depende de como lo veas. Pero lo mejor siempre es ir directo y sincero. Quizás él no te quiera pero al menos te sentirás aliviado.

Sasuke hizo una mueca.

Se sentía inútil. Suspiró, miró a su antiguo sensei y caminó hacia la puerta con la cabeza en alto.

Encontró a Naruto mirando una tienda de calzado. Y sin pensarlo, por impulso caminó hacia el niño rubio.

—¡Naruto! —Gritó su nombre, para llamar su atención. Lo logró, lo que no logró fue coordinar sus pasos y esquivar el choque de un niño.

—¡Lo sien...

—¡AAH!

El grito de las niñas retumbó por las calles de aldea.
Otra vez había ocurrido, aunque de distinta manera. Sasuke estaba literalmente encima de Naruto, mientras se besaban. Aunque, Naruto estaba todo confundido, Sasuke estaba en un sueño.

—Ay, ya quitaté de encima. ¡Pesas!

—Ah, pero que gritón eres.

—Alejaté. Pervertido, ¡Me metiste la lengua, sucio!

—¡Pues fue de forma accidental!

—¡Me tocaste una nalga!

—¡Estaba tratando de tantear el terreno para levantarme!

—Los accidentes no existen. —Dijo Kakashi caminando tranquilamente por el lado, mientras leía Icha Icha.

Naruto se levantó del suelo. Limpiando su ropa con algo de fastidio, causando que Sasuke notará la cara sonrojada que tenía.

—Me gustas, Naruto. —Dijo por fin.

—¿De qué hablas?

—Me gustas. Y es en serio.

Naruto miró el suelo, se acomodó su bandana y levantó un poco su brazo.

—No te quedes ahí mirando, y dame la mano. Comúnmente las personas van de la mano por ahí.

—¿Q-quieres que nos agarremos de la mano?

—¿Qué, no quieres? ¿Acaso mí novio es un miedosito?

Sasuke aprendió algo, a veces cuando planeas una cosa, sale otra completamente diferente. También, que debía darle algo de dinero al niño de cabello oscuro y largo. Quizás hasta le construiría un monumento.

Esto nunca tuvo sentido :'v muchas gracias por llegar hasta aquí y leer esta loca aventura uwu besitos✨