En medio de la oscuridad, Natasha podía sentir un calor abrasador. No sabía donde estaba ni cómo había terminado allí, pero entre el calor y el fuego que cada vez se acercaba más a ella, sentía como poco a poco iba perdiendo su respiración.
Algo le decía que tenía que huir, había una especie de tarea importante que había olvidado hacer, pero ese lugar parecía no tener salida y poco a poco notaba cómo las llamas la consumían. Asustada, cerró sus ojos, esperando sentir las quemaduras en su piel...
Pero al abrir sus ojos ya no se encontraba en esa habitación. Ahora estaba en un viejo almacén, sentía la boca seca y su corazón latir a gran velocidad, pero una vez más no sabía por qué estaba allí. Siguió caminando, obedeciendo a sus pies que parecían indicarle el camino. Después de un tiempo comenzó a divisar algo en el fondo de la habitación. Un cuerpo.
Tara, Natasha pensó, dándose cuenta al fin que estaba atrapada en un sueño. Sin embargo, este no acabó, como normalmente pasaba cuando se daba cuenta de lo que estaba sucediendo. La joven siguió caminando hacia el cadáver que anteriormente fue su entrenadora...
Pero nuevamente la localización cambió. Ahora no sabía donde se encontraba. Sus sueños nunca antes la habían llevado a este lugar. Todo parecía... vacío. Natasha caminaba entre lo que parecía ser un desierto cuando escuchó algo en el fondo... gritos.
Sin pensarlo dos veces la joven corrió hacia donde venía la voz y su rostro se retorció de dolor cuando vio lo que sucedía. Un joven se encontraba tirado en el suelo, su boca llena de sangre lanzaba los gritos mientras un grupo de hombres se encargaba de golpearlo. Natasha corrió hacia él intentando ayudarlo cuando de repente abrió los ojos.
***
Paul, pensó la joven al momento de despertarse. Su corazón latía a una velocidad alarmante y podía sentir el frío sudor recorrer su cuello. Fue solo un sueño, se dijo para tranquilizarse, Paul está bien.
Pero no tenía manera de cómo saber eso y no era probable que así fuera. Ninguno de ellos estaba del todo bien. Natasha no pudo contenerse más y comenzó a llorar silenciosamente. De un pronto a otro se sentía inútil, estaba enojada con ella por no haber pensado en tener alguna manera de comunicarse con el joven, de saber si estaba seguro.
Sabía que Paul había hecho lo correcto al marcharse y que probablemente era lo mejor que no estuviera con ellos en ese momento, pero eso no le impedía que se preocupara por él y que quisiera asegurarse que estaba vivo en momentos en los que su mente le decía otra cosa.
¿Y si no lo está? Se preguntó a sí misma. ¿Y si lo que vi es real? Natasha sabía que no podía realmente comprobarlo y eso la hacía sentirse peor.
La joven escuchó la puerta de una de las habitaciones abrirse, por lo que rápidamente secó sus lágrimas y se volvió a acostar. No quería que nadie la viera así, mostrando debilidad, especialmente después de la discusión que habían tenido con Oliver, por lo que pretendió estar dormida en caso de que alguien pudiera escucharla.
Cerró los ojos, intentando volver a dormirse y dejar su pesadilla atrás. En su mente seguía presente la imagen del joven siendo golpeado y su sentimiento de impotencia al no poder ayudarlo, pero poco a poco fue cediendo nuevamente ante el sueño.
Sobrevive Paul, decía su mente mientras volvía a dormirse, este no puede ser tu final.
E imaginando al joven como siempre fue, fuerte y casi invencible, Natasha volvió a quedarse dormida.
***
Paul se despertó sintiendo un profundo dolor en todo su cuerpo. Pareciera que un camión le hubiese pasado encima y después de eso un avión hubiese decidido aterrizar en su cuerpo. Intentó levantarse, pero todo su cuerpo le indicó que eso no sería posible, al menos hasta que se acostumbrara al dolor.
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Captura (La mentalista #3)
AkcjaTodo ha cambiado. La caída del refugio ha dejado a Natasha y a los demás confundidos y perdidos. A pesar de que saben que quieren luchar, con cada día que pasa piensan que esta es una batalla perdida. Parece que todo y todos están en su contra y com...