OPERACIÓN RESCATE "BOYFRIEND" [#OP1]

XVIII

Domingo, 1 de Diciembre, 2013.

***

Mi tobillo me dolía mucho, aquella mordida de la serpiente ocasionó en mí una alta fiebre y entumecimiento de mis músculos. Solo tenía cuestión de horas para buscar ayuda.

Estábamos perdidos en la selva, nuestro Hyungs están ahora desaparecidos, y solo somos los gemelos Jo y Yo.

Mis ojos queman, y tengo mucha sed.

—Quiero tomar agua—le suplico a Youngmin.

Él por su parte le dice a Kwangmin que valla por ayudar y él buscará el agua por mi.

—Quédate aquí sí, vendré con el agua.—me dice Youngmin

—No te vayas—le digo

—Tengo que hacerlo, Kwangmin buscará ayuda mientras tú te quedas aquí a esperar que te traiga el agua sí. —me calma.

Kwangmin hace gestos extraños, y luego se pierde en el bosque, acto seguido Youngmin se adentra en el bosque dejándome completamente solo, echado junto a un árbol y  muy adolorido.

***

La lluvia de la noche anterior empapó todo el camino, así sería mucho más difícil encontrar rastros de huellas humanas.

Para Kwangmin, era una experiencia única e inigualable. Él jamás había emprendido una viaje por el medio del bosque selvático, los ruidos los animales, los mosquitos hambrientos, y los peligros de la selva era algo nuevo para el joven muchacho.

Paso a paso su día se hacía largo, sin ninguna pista, ninguna huella, ningún sonido que le indicase la existencia de…

—HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.

<<¿Qué fue ese ensordecedor grito?>> se preguntó.

Mientras se acercaba a las orillas del río, entre las ramas, observó a un grupo de adolescentes urbanas, quienes estaban en serios apuros.

Un jaguar de dos metros las acechaba con la intención de devorarlas, o por lo menos hacerle pasar mal rato.

Kwangmin nunca fue un experto en felinos, pero su amor por los gatos lo hizo creer que también incluían a los gatos salvajes.

El felino gigante se lanzó hacia las jovencitas en cuestión de segundos. Con habilidad y astucia Kwangmin esquivó el salto del jaguar con una rama de  roble.

La chicas quedaron en shock, al observar al joven quien las había salvado majestuosamente.

Pero el felino seguía con vida, y muy enojado.

Kwangmin sacó de su bolsillo del pantalón una navaja suiza y la colocó en la punta de la rama de roble. Rodeando en círculos con el animal, por fin Kwangmin logró esquivar un repentino ataque con la, ahora lanza, hecha por él mismo.

Se formó un rasguño en la piel del jaguar, quien ahora los abandonaba, la herida era gruesa. El jaguar había perdido la batalla, y antes de marcharse gruño como felino a Kwangmin, quien él mismo le respondió de la misma manera.

—Gracias Tarzan  de la Selva.—dijo una de las adolescentes, tenía el cabello castaño claro. Y lo sorprendente fue que hablaba su mismo idioma.

—Hola. — dijo él.

—Hola Kwangmin—dijo ella

—¿Cómo sabes quién soy?—él preguntó.

—Eres de Boyfriend  y vine hasta aquí para rescatarlos—dijo ella tan segura de sí misma.