•°*'-🔼30 Days OTP And S h o r t s OF Perú's Harem🔽-'*°•

Día 07

Jugueteo con los dedos~  Uruguay x Perú

Advertencia: Hot

...

-¡Hola! ¿Se encuentra Paraguay? -Hay estaba ella otra vez. Con su hermosa sonrisa, esas curvas tan tentadoras, y para colmo, tenia puesto una falda corta, con una camiseta de la selección peruana. Simplemente sexy, joder, quería hacerla suya, pero su hermano tenia mas suerte que el, lamentablemente el no lo disfrutaba, pues engañaba a la peruana con cierta colombiana, y el lo sabía.

-No, mi hermano salió con Colombia. -Lo ultimo lo dijo algo serio. Perú bajo la mirada, Chile tenía razón, "ese wacho te estai' engañando", no lo quería creer, pero era verdad. Simplemente imaginarse al Paraguayo con Colombia, le causaba pena, al saber que la cambio sin siquiera probarla.

-O-Oh, bueno...-Se acomodo un flequillo. El calor de aquel lugar aumentaba. Sus mejillas rojas, su piel mojada, todo en ella era perfecto. Se estiro un poco la camiseta para poder tener más frescura en aquel territorio. -...yo me voy, gracias Uruguay.

Mostró un sonrisa, era una muy creíble, pero falsa. El castaño no quería verla así, además que, quería tenerla más tiempo, solo para el, que se joda su hermano.

-Eh, Perú. Quedate un rato más, necesito decirte algo.-Perú entró, quería hablar con alguien, y ese alguien estaba hay. Se puso un poco más alegre, aunque aún le dolía lo de su pareja.

-¿Qué es lo que me quieres decir, Uruguay? -Pregunto curiosa.

-No queres... ¿vengarte de mi hermano?-Miró a la peruana. Ella se encontraba procesando aquella pregunta, algo extraña, no entendía las intenciones de su amigo,

-¿Ven-garme?...-Podría ser, el Paraguayo siempre le dejaba de lado, ella quería acercarse a su novio pero, este siempre le decía que estaba ocupado.-...Y-Yo, no lo creo. Yo no soy así.

-Pero pensalo boluda, ese pelotudo te esta engañando en estos momentos con otra mujer. ¿Por qué no devolverle la jugada?-Quería que su hermano se diera cuenta del que perdía, pero nunca imagino ver una Diosa en su puerta preguntando por su contrario, ¡Joder! Esa peruana tenia mejor cuerpo que cualquier otra, ¿qué le paso en la cabeza al cambiarla?

-No lo se...-Suspiro.-No tendría razones...pero-No podía estar con alguien que no la valoraba, el Uruguayo tenia razón, si el puede, ¿Por qué no ella?-¿Con quién sería?

-No lo se pequeña, al que te parezca más atractivo. -Respondió.

La trigueña lo miró. El podía ser un buena opción. Era guapo y atractivo, además, su novio la engañaba con su mejor amiga. Decidido, Uruguay era el indicado.

-Em...Uruguay, crees que-¡Ah!-El castaño la colocó debajo de él, sorprendiendo a la peruana. -U-Uruguay, ve lento...

-Lo intentare boluda~La beso. Era su primer beso apasionado. Una guerra se desato entre las lenguas de una peruana y del uruguayo, ganando el ultimo mencionado, la peruana colocó sus manos abrazando el cuello del chico.

-Mght...Sebastian...-El mencionado bajo de los labios de la chica, para besar su cuello, cada beso lo acompañaba una lamida y mordida. Llegó a un punto, el punto indicado, lamió la zona lentamente, acercó mas sus labios, clavó sus dientes en el cuello de la trigueña. -¡Ah!~
¡S-Sebas...!

Se aferraba más al chico, su piel empezaba a tentarse con los tocamientos del chico, se sentía muy bien.

-Que sensible eres Micaela~, eso me gusta boluda~Alzó la camiseta de la peruana, esta se la agachó rápidamente, estaba muy sonrojada.-¿Sucede algo?

-E-Es que...-Suspiro nerviosa.-...Nadie nunca me había tocado...-Tenia razón, era primeriza. Uruguay entendió, decidió ir despacio para no alarmar a la peruana.

-Esta bien Micaela, tranquila...-Volvió a alzar la camiseta de la menor, la chica se dejó algo dudosa. Uruguay lamia cada parte de la chica, hasta llegar a sus pechos. Miró a Micaela, esta asintió sonrojada, Sebastian desabrocho su sostenedor, si que ella tenia un buen cuerpo, eso lo enloquecía.

Jugó con los pechos de la menor, besando los botones de estos. Perú soltaba gemidos leves, el mayor mordía cada parte de sus pechos, dejando mordidas alrededor de su cuerpo.

-¡Ah!~ ¡Uru!~Sintió una mano en su intimidad, cerro las piernas mientras jadeaba, Sebastian la miro pícaramente, Micaela dudo un poco, abrió las piernas nerviosamente, dándole pase al Uruguayo. -Por favor...se gentil.~

-Claro boluda~Saco las bragas de la chica, miro su entrada, metió un dedo, lentamente, para que no le doliera a la peruana.

-¡Ahhh!~ D-Duele...-Unas lágrimas salían de sus ojos dorados, apretó una almohada del sofá para aguantar aquella mezcla extraña entre dolor y placer.

-Solo espera pequeña~Metió el segundo dedo, empezó a abrir y cerrar como si de tijeras se tratasen. -Estas muy estrecha~

-M-Más...ah~Uruguay metió el tercer dedo. Embistió a la menor, esta se aferraba a la almohada.-¡Ah!~ ¡Sebas...mmm...más!~¡Daddy!~Cada ves más profundo. Encontró el punto dulce de la peruana, embistió más fuerte, quería escucharla gemir su nombre, pidiéndole más.-¡Sebas!~ ¡Me vengo!~

-Traviesa~Embistió. Micaela se vino en los dedos del chico.

Jadeaba sacando la lengua , había echo algo muy placentero.
-T-Tonto...-La puerta empezó a sonar. Uruguay se paro algo resignado, quería seguir probando a la peruana. Abrió la puerta estresado por que los habían interrumpido.-Oh, tú.

-Que fue che'...-Le sonrió algo sudado a su hermano.-Me olvide las llaves, suerte que Catalina aprovecho ese momento, no sabes como es en la cama la boluda, creo que ni Micaela la supera.-Que equivocado estaba, Micaela era mucho mejor que ella, tenían una gran diferencia. Uruguay ladeó la cabeza apoyándola en la puerta, mostró una sonrisa.

-Que bien por ti eh, pero creo que te equívocas sobre Micaela.-Justo en ese momento, la mencionada apareció, abrazó al castaño y miró con una sonrisa a su "novio". Salió de la casa de ambos, Paraguay se sorprendió al verla salir así, noto algo en su cuello, marcas moradas y rojas.

-Acaso tu...-No podía gritarle, Micaela le gustaba un poco, pero prefería a la colombiana. Aun así, le dolía. Ella tenia algo, que Catalina no poseía, algo que nunca probara por haber tentado.

-Adiós hermano, mala suerte la tuya, ella es una Diosa.-Salió tras la trigueña, no quería que su le escapase de sus brazos. Paraguay suspiro resignado.

-Tal vez tengas razón... Ella es una Diosa, y lo reconozco. -Miró a la futuro pareja, había perdido un joya preciosa.