-¡Sí, señor!- mencionaron 5 voces al unísono, 5 erizos estaban formados en una línea, frente a lo que es su superior. Se mantenían serios observando hacia el frente, sin bajar la mirada, como todo buen soldado.
-Se les ha asignado una misión de suma importancia, y si no se lleva a cabo como se debe, puede resultar fatídico-. Caminaba delante de ellos de un lado a otro observando a su mejor equipo de agentes -Se les darán indicaciones claras de lo que deben hacer y lo que no deben hacer, si fallan, den por perdido su trabajo, vayan resignándose a vender chicles en la calle, y estén seguros que haremos de su vida un completo infierno. Acaten las órdenes y no fallen, ¿entendido?
-¡Sí, señor!- tras decir eso aquél importante señor salió de la sala, y cuando estuvo lo suficientemente lejos, uno de los agentes soltó una carcajada...
-Jajajaja, ¿vender chicles? Jajajaja, por favor, que no me haga reír...- mencionó el verde y volteó a ver al general que reía de igual manera; en cambio sus demás compañeros ya se habían expandido por toda la sala, a la espera de una persona.
-No se deberían confiar tanto- habló el general al notar la risa del otro, a la vez que se sentaba en una silla.
-Oh, vamos, como si esta vez fuera difícil- habló con confianza el de orbes celestes y se recargó en la pared.
-Deberías esperar a que llegue.
-¿Qué clase de misión es ahora?- preguntó el azul que se encontraba dando golpes al aire simulando un contrincante, pero se detuvo para charlar tranquilamente.
-Uhm... No puedo dar detalles de eso ahora- soltó el erizo celeste parándose de su asiento.
-No creo que sea tan difícil.
-Créanlo, lo será.
-¿Y por qué tanto misterio?- mencionó el de orbes rubí con voz ronca, que estaba a la par de su hermano gemelo de vetas verdosas.
-¿Acaso nos ocultan algo?- y seguido de su hermano, el otro preguntó con intriga mirando a los ojos al celeste.
-No. Para nada.-
Por otra parte, unos tacones se escuchaban por el pasillo. Eran pasos firmes, no iban muy rápido, pero tampoco muy lento.
Aquella figura prontamente llegó a la sala donde se encontraban los 6 chicos, miró con atención a todos los presentes para después dirigirse al celeste.
-Madame, es bueno que ya haya llegado- saludó cortésmente a la vez que llegaba frente a ella y hacía una pequeña reverencia, para después tomar su mano y darle un pequeño beso. -Muchachos, ella es madame Apolonia, madame, ellos son los agentes a su mandado- aquella lobezna gris de edad avanzada, volteó a ver a los muchachos que se encontraban esparcidos por el lugar e hizo una mueca de disgusto al ver a sus "candidatos" que saludaban con un gesto o un simple hola, y eso era poco para aquella importante mujer.
-¿Ellos son los agentes?
-Sí, madame.
-Entonces tenemos mucho por delante.- Suspiró para dirigirse a ellos tomando su atención -Jóvenes, ustedes han sido asignados para que me acompañen a mi escuela con el fin claro de resguardar y proteger mis instalaciones, además de proteger a mis alumnas- la lobezna caminaba por toda la habitación a la vez que el celeste les pasaba una carpeta de información a los cinco chicos que estaban en la sala. El azul abrió la carpeta y se dedicó a observar su contenido.
-¿Una escuela de princesas?- preguntó asombrado el de orbes esmeralda.
-La de más alta categoría, muchacho, de hecho, ¿no se supone que su hermana esta en esta institución joven Speeder?
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♕︎𝕊𝕖𝕣 𝕄𝕦𝕛𝕖𝕣 𝔼𝕤 ℂ𝕠𝕤𝕒 𝔻𝕖𝕝 D̸e̸m̸o̸n̸i̸o̸♕︎
Genç KurguLas mujeres son cosa del demonio. Y cinco erizos lo van a experimentar. Shadow Sonic Silver Mephiles Scourge No sabrán en que lío se han metido... Vamos a ver las aventuras que tienen éste quinteto en un mundo de chicas... ¿Las mujeres son cosa del...