¿Qué les puedo decir de esta historia? Fue hace tanto tiempo que ya ni lo recuerdo. Esta es una de esas historias de amor con final feliz que tanto añoramos los humanos; pero no te dejes engañar este no es un relato estúpido, de esos que están lleno...
—Es increíble que cada vez que nos adentramos mas esto se hace más obscuro—dijo Aranza tratando de ver hacia todos lados. Ya que efectivamente nos encontrábamos en la obscuridad total, lo único que alumbraba un poco nuestro camino era la piel de los hipocampos—.
— ¿Qué esperabas que encontraríamos en las profundidades?—pregunto con sarcasmo Chloe—.
—Solo era un comentario—bufo con fastidio Aranza—.
—Mi amor ¿Oyes eso?—pregunte acercándome más Drew mientras las chicas iniciaban una discusión—.
— ¿Qué pasa?
—Eso... ¿No lo oyes?—volví a preguntar haciendo que el pusiera más atención—.
—Se escucha como... ¿Risas?—pregunto frunciendo el ceño—.
—Silencio—susurre fulminando a las chicas callándolas al instante—Escuchen—pedí tratando de agudizar más mis oídos—.
— ¿Son risas?—pregunto en un susurro Brenda—.
—Eso parece—concordó Drew— ¿De dónde vienen?
— ¿¡Que es eso!?—pregunto Pam—.
— ¿Qué es qué?—pregunte viendo hacia Pam—.
—Eso—volvió a señalar hacia una roca donde se alcanzo a ver un tentáculo—.
— ¿Es un kraken?—pregunto Aranza viendo hacia la roca—.
—No—negó Drew—Un kraken no es tan pequeño—afirmo haciendo que las risas se escucharan más fuertes—.
— ¡Arleth!—grito Brenda cuando una criatura de aspecto femenino de la parte de arriba y con tentáculos en lugar de una cola la jalaba de su cabello tratando de tirarla de su hipocampo—¡Ayuda!—grito y no falto mas cuando le dispare a esa cosa en su cabeza obteniendo una rápida liberación—.
— ¿Estás bien?—pregunte soltando un suspiro—.
—Sí. Gracias. Pero ¿Qué coño fue eso?—pregunto con la respiración entre cortada—.
—Eran brujas del mar—dijo Drew frunciendo su ceño—Se supone que estaban extintas—.
—Qué gran mentira dices lindo tritón—dijo una voz femenina desde alguna parte—Realmente me entristece perder a alguna de mis chicas—continuo hablando aquella voz mientras de todas partes salían esas brujas rodeándonos y apuntándonos con sus lanzas—.
— ¿¡Quién eres!?—pregunte tratando una vez más de ubicar el origen de aquella voz—.
— ¿Yo?—pregunto en una estruendosa risa—Se nota que no eres de nuestro mundo porque de ser así no hubieras sido tan idiota como para aceptar este trabajo y venir hasta las profundidades. Y tu mi querido comandante que sorpresa verte en estos lares pero en fin mas al rato charlaremos—aseguro en otra ruidosa risa— ¡Arréstenlos!—grito y no falto mas cuando esas desagradables criaturas lanzaron una bruma de color azul con olor azufre—.
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