No podía dormir, los nervios me mataban cada vez más.
¿Es posible que un chico te pueda tener de esta manera? E inclusive hacer sentir de una manera única.
Así que aquí estoy, 2 de la madrugada esperando a que el maldito reloj marque 2:59 para salir y poder verlo, admirarlo, incluso si se presenta la ocasión poder besarlo y sentir sus suaves y adictos labios otra vez junto a los míos.
No aguanto tanta tensión en el ambiente y decido bajar a la cocina para prepararme un té de Limón, mi favorito. Eso seguro ayudará a calmar mis nervios... ojalá.
Salgo de mi cama y noto mi pijama, ¿debería cambiarme para ver a Emilio? Me observo por el espejo del pasillo, mi pijama no es tan glamurosa que digamos. Ya que consiste en una sudadera gris y un chandal negro desgastado de tamaño normal, que me alcanza a cubrir demasiado, y a eso le incluyo unos calcetines para cubrir mis pies del frío. Opto por no cambiarme, ya que me da flojera, y me dirijo a la cocina con suma precaución de no despertar a mis padres. Ya que llego pongo a calentar agua y saco un paquete de sobresitos de té de limón, abro dos y los pongo en el agua. Necesito mucho té.
Mis nervios se intensifican cuando veo la hora 2:43 a.m, ¡diablos!
Explotaré de la desesperación.
No me gusta eso de mí, que por un lado soy nervioso y al segundo me vuelvo impaciente, soy muy bipolar en algunos casos, y este es uno.
Escucho que algo hierve, volteó y veo mi té apunto de evaporarse, ¡maldita sea! Eso me pasa por ser tan distraída. Lo sirvo en una taza y me siento en la mesa, tomo con delicadeza para no quemarme pero me es difícil ya que me tiembla la mano.
Inhalo y exhalo, una y otra vez, ya que consigo calmarme un poco, tomo de mi té, su sabor a limón con azúcar impregna mi boca, delicioso. Miro el reloj con la mayor calma posible; 2:56.
¿QUE? ¿Cuánto me tardé en tranquilizarme? Soy todo un caos.
Me levanto de la silla y camino a la puerta principal, vuelvo a observar el reloj 2:59, es hora. Abro la puerta cuidadosamente y ahí está él, otra vez.
- Hola, Fuiste puntual.
- Claro que sí, me mataba no saber lo que me ibas a decir.- Le respondí obvio.
- Ya lo veo.- observó mis ojos con una rápida mirada. Seguramente tenía unas enormes ojeras debajo de ellos.
- ¿Me dirás de una vez? Me está matando no saber.- Él se echa a reír.
¿Qué tiene de chistoso?
- Calma, cariño, todo a su tiempo.
- No te entiendo. Específica.
- Todo a su tiempo, por lo pronto, sólo te diré que me gustas.- no puedo evitar sonrojarme, Dios, le gusto.- Desde que te vi... Me llamaste la atención, quise saber sobre ti, era algo inevitable. No lo controlaba, y ahora reflexioné y me dije que valía la pena estar con alguien como tú. O por lo menos intentarlo.
- No me conoces lo suficiente.
- Cariño, eso es parte del proceso.
Me quedé sin palabras, este chico si sabe como hacerme callar.
- No es necesario que digas algo, no ahora. Solamente quiero que me hagas un favor. ¿Puedes?
- Sí.- le dije con un susurro casi inescuchable. Mi vista se perdió y ahora miraba sus labios.
- ¿Me dejarías besarte, otra vez, por favor?
- No es necesario preguntar.- soltó una leve risa, agarró mi rostro y lo acerco al suyo, al estar a centímetros yo fui la que lo besó. Sus labios tan adictos se movían junto a los míos con una sincronización impresionante.
Cada vez que lo beso me enamoro más de él.
ESTÁS LEYENDO
Mi vecino de al Lado (EMILIACO)
Teen FictionMi vecino, nunca pensé que lograría enamorarme de alguien como él. Él es un chico perfecto... y yo un chico normal y aburrido que sólo le gusta ver el atardecer. la novela original pertenece a : XxILoveBTSxX