9 | Nuestra pequeña promesa

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Dejé a Derek en la cama una vez que pude subirlo por las escaleras con la mayor fuerza que pude, Charles y su manada se habían ido, dejándome sola con mi novio muy malherido. Lo puse boca arriba mientras la sangre no paraba de salir de su abdomen, él estaba inconsciente, creo. Inmediatamente corrí en busca del soplete que había traído en caso de emergencias del baño, tomé una silla y me senté a su lado. Rompí su camisa quitándosela y encendí el soplete empezando a quemar su abdomen para que el acónito desapareciera antes de que fuese a todo su cuerpo. Lo logré.

Dejé el soplete a un lado y tomé un trapo de algodón grande, lo puse en su herida cuidadosamente de no lastimarlo y se lo dejé pegado con cinta. Al menos dejaría de sangrar. Limpié con un pequeño trapo los cortes de su brazo que Charles le había hecho, mientras tanto, pensé. Fuí estúpida, no debí hacerle caso, pero si no le decía que haría lo que él quisiera mataría a Derek, prefiero sufrir yo a que sufra él.

Dejé el trapo y me quedé ahí, sentada, esperando a que reaccionase. Tomé su mano mirándolo, había perdido mucha sangre y debe estar muy adolorido. Empecé a sacarle el dolor poco a poco, para tratar de ayudarlo en lo que podía. Abrió sus ojos lentamente y dejé de quitarle el dolor, lo miré preocupada.

- ¿Derek? - pregunté. Empezó a sentarse en la cama pero se quejó fuertemente y tocó su abdomen, lo ayudé y se sentó al frente mío - ¿te sientes mejor?

- No tanto... -murmuró con una mueca en su rostro, tocó otra vez su parte herida

- Derek, lo siento, es mi culpa... Si tan solo no le hubiera dicho nada en la universidad nada de esto hubiera pasado... - digo agachando mi cabeza

- Amor, no lo es. Para nada. - negó. Puso su mano en mi mejilla y alzó mi rostro mirándolo - tú no sabías que él haría esto, y yo tengo más culpa porque no pude ayudarte. Lo siento.

- No te disculpes.- susurré mirándolo. Suspiré. - deberías descansar, tu pie también está mal, casi te lo doblan. ¿Porqué no están sanando tus heridas?

- Son de alfas, van a tardar más que una herida de un hombre lobo cualquiera - respondió. Miró su abdomen y frunció el ceño al ver el vendaje que le hice - ¿tú lo hiciste?

- Sí... Debes cambiar el pañuelo en media hora para que no se te infecte - susurré. Asintió. Se acercó a mí mirándome y tomó mi rostro con sus manos.

- No voy a dejar que ese hombre te toque. -dijo decidido mirándome a los ojos - no me importa morir. Y diga lo que diga o haga lo que haga, jamás voy a dejar que seas suya, ¿okey? es una promesa.

Asentí. Besó mi frente dulcemente. Lo abracé un poco con cuidado de no pegarme tanto a su cuerpo. Minutos después lo dejé acostado en la cama mientras yo iba a preparar la cena, él ahora tenía que descansar por sus heridas. Entré a la cocina y abrí la nevera empezando a pensar en algo qué cocinar, lasaña. Cociné la pasta e hice la salsa con el pollo, lo armé todo y lo metí en el horno.

Me senté en la barra de la cocina a esperar el tiempo para que se cocinase, miraba mi teléfono mientras tanto y de vez en cuando veía hacia las escaleras para que a Derek no se le ocurra bajar a ayudarme. El horno sonó, saqué la lasaña y serví en dos platos, regresé a la habitación. Le entregué su comida a Derek, se sentó en la cama y empezó a comer, yo a su lado.

- ¿Crees que sea buena idea llamar a la manada para este tipo de problemas? - pregunté voltando a verlo

Tragó su bocado de lasaña y me miró - todos están ocupados, quizás cuando las cosas se compliquen más...

- Derek, en sí, las cosas ya están complicadas. ¿Quieres que te diga el montón de problemas que tenemos? - le digo girando mi cuerpo - hay una manada de alfas en Los Ángeles y su líder mayor me quiere a mí, te va a matar a tí y estamos solos en esto

Wolves / Derek Hale《 completa en español✔︎ 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora