19 | Final | Nuestro último adiós

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Estaba acostada en la cama con mucha tranquilidad mientras dormía. Pero recordé algo, enseguida todo se arruinó. No quiero irme, no quiero levantarme de la cama y nunca más volver aquí, aveces maldigo ser menor de edad y no poder irme con Derek, enserio lo voy a extrañar al igual que mis demás amigos. Se me va a hacer difícil en San Francisco, porque mi única amiga era mi mejor amiga e íbamos a la misma escuela, se llama Scarlett. La conozco desde que tengo cinco años por las relaciones de mis padres, me despedí de ella a fuerzas, y ahora lo haría otra vez, pero con mis mejores amigos y mi novio. Me dolía demasiado.

No sé si el hombre lobo ya se habrá despertado, ya que se oye mucho silencio en el loft, aunque también siento su mirada en mí entonces claramente no está dormido. Abrí un poco mi ojo y lo ví sentado al lado de la cama mirándome con dulzura, se mantenía quieto y me miraba con una pequeña sonrisa que casi no se veía.

— ¿Porqué me miras tanto? — pregunté, ahora sí, abriendo mis ojos. Él reaccionó enseguida y se hizo el disimulado.

— Sólo te veía y pensaba... — murmuró mirándome — lo hermosa que eres, lo pequeña que te ves cuando te pones mis camisas...

— Aveces te pones taaaan cursi — lo interrumpí poniéndome boca arriba en la cama y tapándome con la sábana hasta el pecho por estar desnuda— pero eres lindo siéndolo

— ¿Ah, sí? — preguntó. Asentí, él hizo una mueca divertida — entonces lo seré mucho más

Tomó mi mano que estaba en su rodilla, me acerqué a él y tomé su nuca besándolo. Se acercó más a mí y se subió encima mío en la cama, estaba sin camisa por lo que pude acariciar su abdomen.

Alejó sus labios de los míos uniendo nuestras frentes, aproximó sus dedos al borde de la sábana que estaba en mi pecho y la bajó lentamente viendo mis pechos, la dejó en mis caderas. Sus labios besaron la parte descubierta y jadeé echando mi cabeza hacia atrás cuando sentí sus dientes morder la punta de mis pechos.

— Derek... — gemí. Él se echó para arriba mirándome. Relamió sus labios mirando los míos y acarició mi cuerpo con sus manos.

— No quiero perderte — susurró, pude oír algo de melancolía. Ví que trató de decir algo, pero cómo siempre, se contuvo.

— Vamos, dilo — dije sonriéndole y acariciando su mejilla para darle confianza — siempre te quedas callado, ya quiero saber qué es lo que tanto piensas...

Pensó un poco antes de hablar.

— Estoy enamorado de tí, Alice Blackwell — confesó — eres la primera chica que me hizo, me hace y me seguirá haciendo sentir algo de verdad después de lo de Paige — siguió — te amo. Te amo más de lo que imaginas.

Sonreí. — yo también lo estoy de tí, Derek Hale. — murmuré mirándolo a sus ojos verdes. Me acerqué a él y rozé nuestros labios — te amo.

Nos besamos nuevamente. Esta vez con más desespero. Nos quedamos un rato sólo besándonos hasta que me tocó levantarme porque eran las once y a las doce me iría. Me puse mi chaqueta mientras que Derek se colocaba la suya. Tomó mi mano y caminamos hacia la entrada, me paré por un momento inspeccionando el loft, sería la última vez que lo vería. Volví mi vista a mi novio. Él me dedicó una pequeña sonrisa y cerró la puerta corrediza.

[...]

Pasé mi vista por mi habitación como por tercera vez. Suspiré y pasé mis manos por mi cabello estresada, estos era mis últimos diez minutos en este cuarto. Derek entró por la puerta abierta y se sentó a mi lado, entrelazó su mano con la mía y la miró igual. — la manada ya está allá afuera — murmuró acariciando con su pulgar mi dorso — te están esperando.

Apoyé mi cabeza en su hombro — no quiero despedirme de ellos... No quiero salir de aquí.

— Tienes que hacerlo, Ali... Por más que nos duela — susurró — además, los dos sabíamos que algo así pasaría cuando tus padres vieran que era peligroso para tí

— Lo sé... — sequé mis lágrimas que cayeron inconscientemente por mis mejillas — tengo que enfrentar la realidad de todo esto, ver las cosas de otro modo

Derek se levantó, yo le seguí. Entrelazó su mano con la mía y caminamos escaleras abajo, miré mi hogar por última vez antes de salir por la puerta. Mis amigos están ahí, mientras que mis padres estaban en la calle terminando de guardar mis maletas. Me acerqué a las chicas, las cuáles me abrazaron enseguida.

— Te vamos a extrañar mucho — dijo Lydia casi llorando. Me separé de ellas y las miré.

— No puedo creer que te vayas tan pronto, Alice... — murmuró Kira

— Mira el lado bueno, ahora podrás conocer a hombres lobos de San Francisco — habló Malia con una sonrisa. Yo reí.

— Yo también las voy a extrañar. — dije mirándolas con melancolía

Caminé hacia el chico de lunares y el alfa, ambos con una expresión de todo tipo menos feliz. Me abrazaron. — voy a volver, lo prometo. — murmuré. Me miraron.

— Tienes que hacerlo. Si no, ¿quién me ayudará a hacerle bromas al entrenador para molestarlo? — preguntó Stiles. Rodé los ojos con una sonrisa melancólica.

— Cualquier cosa que suceda saben que pueden llamarme. Ya lo saben, chicos. — les avisé

— Siempre serás nuestra mejor amiga, y sé que pronto vas a regresar. — me habló Scott — Beacon Hills siempre será tu hogar y serás bienvenida a cada rato.

Asentí. Los abracé otra vez, me separé de ellos y pasé por su lado viendo la camioneta de mis padres esperándome. Me dí la vuelta y mis amigos me miraban uno al lado del otro, Derek estaba al lado mío, lo miré y lo abracé.

— Te voy a extrañar... — susurré hundiendo mi cabeza en su pecho — no sé si podré hacerlo sin tí, Derek...

— Vas a estar bien. Eres la chica más fuerte que conozco — me contestó acariciando mi cabello — regresarás a San Francisco y vas a ver qué vas a volver muy rápido.

Me alejé un poco y lo miré. No pude evitar dejar que las lágrimas brotaran de mis ojos, los iba a extrañar a todos. Caminé lentamente por el césped yendo a dónde mis padres.  No voltees, no voltees, no voltees. ¡Mierda!  Volteé mi cabeza un poco mirándolo mientras lloraba, Derek lucía bastante triste y no pude verlo así. Tragué en seco con un nudo en mi garganta, corrí hacia él y lo abracé fuertemente de nuevo, él me correspondió enseguida.

— Te amo, nunca lo olvides. — susurró en mi oído. Besó mis labios dulcemente en un beso corto. Lo miré a los ojos con lágrimas.

— Alice. — me llamó mi padre indicando que debíamos irnos, me separé de Derek y solté su mano lentamente.

Me dí la vuelta y caminé rápidamente hacia la camioneta, detrás de ella estaba enganchado mi auto ya que mis padres decidieron que no podía manejar así. Me subí en la parte de atrás, se montaron y papá encendió el auto. No iba a mirar, eso provocaría que llorase más, y no quiero hacerlo en frente de mis padres. Mordí mi labio mirando el anillo que Derek me dió. El auto arrancó y sólo pude sentir cómo me arrancaban el corazón del pecho.

[...]

Abrí la puerta de mi antigua habitación una vez que llegué a la segunda planta. Todo estaba igual a cómo lo dejé hace cinco meses, intacto y sin desorden. Dejé mi maleta en el suelo y tiré mi mochila en la cama al igual que me senté en ella. Tomé mi bolso y busqué entre las cosas, saqué mi peluche de lobo y lo abracé fuertemente al mismo tiempo que lo olía. Miré mi anillo con atención.

Empecé a llorar, cerré la puerta de un puertazo y pasé mis manos por mi cabello molesta, triste y decepcionada. Me senté en el suelo mientras sentía mi pecho doliendo, y sabía que él también lo sentía, al igual que esa necesidad de irme corriendo a Beacon Hills. Pero no podía.

No sé cómo haré para lidiar con ser una mujer loba yo sola, todo se había ido a la mierda y lo había perdido todo. A mi ciudad, a mis amigos, a mi familia... A Derek.







































Wolves / Derek Hale《 completa en español✔︎ 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora