17 | ¿Miedo de un "monstruo"?

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Tallé mis ojos una vez que intenté abrirlos y la luz me molestaba, los abrí algo adormilada, Derek estaba acostado a mi lado durmiendo (solo con unos pantalones, ya que casi siempre duerme así, yo por mi parte tenía mi pijama) me acerqué a él, pasé su brazo por mis hombros y recosté mi cabeza en su pecho poniendo mi mano en su abdomen. Se removió un poco al sentir mi tacto y abrió los ojos poco a poco, me miró y sonrió leve. Peinó mi cabello con su otra mano.

- Buenos días, amor. ¿Dormiste bien?- susurró acariciando mi cabello. Asentí. - ¿tienes hambre? voy a hacer el desayuno.

- No, quédate un poco. - lo detuve empujándolo en la cama otra vez dejándolo acostado al ver que iba a levantarse, me coloqué encima de él enseguida- el desayuno puede esperar.

Sonrió más. Se acercó y me besó.

- Ya que mis padres nos interrumpieron ayer... - hablé entre sus labios - sería mejor que siguiéramos hoy, ¿no crees? no puedo creer que hayan venido sin avisar, se supone que eran en...

- Deja de hablar, amor. - me interrumpió. Reí levemente.

Se sentó en la cama dejándome en su regazo, puso sus manos en mi trasero, alzó mi blusa y acarició mis pechos. Besó mi cuello, sentí algo filoso pero no le presté mucha atención, dió leves lamidas. De un momento a otro se detuvo.

- Creo que... No deberíamos hacer esto ahora... - murmuró dejándome cuidadosamente en la cama sin mirarme, me quedé sentada de rodillas mirándolo.

Se levantó de la cama.- ¿qué? - susurré, empezó a ponerse la camisa- ¿te estás yendo?

Ahí me dí cuenta que estaba en su forma de hombre lobo, con sus colmillos, ojos azules potentes y garras. Tomé su mano aún en la cama cuando se acercó y me miró, no me asusté.

- Derek, no me asustas... - dije mirándolo a los ojos - te veo en tu forma de hombre lobo por completo, no me disgusta. Te he dicho un montón de veces que no me importa lo que seas o lo que hayas sido, yo te amo y te acepto por lo que eres y cómo eres. Por eso me voy a casar contigo. Por favor.

Se me quedó mirando un rato, después se acercó lentamente, me tomó del mentón alzando un poco mi rostro. Me besó. Pasé mis brazos por su cuello y me tumbé en la cama con él encima mía, comenzó a quitar nuestra ropa dejándonos desnudos, se separó de mis labios y bajó la mirada con vergüenza de verlo así, acaricié su mejilla dulcemente. Me miró, unió nuestros labios otra vez.

Me dí la vuelta en la cama, pegando su pecho contra mi espalda. Entró en mí y empezó a embestirme desde atrás, gemía apretando las sábanas y mordiendo las almohadas que tenía al frente mío. Acarició mis piernas mientras no paraba sus movimientos rápidos y profundos

- ¡D-Derek!

Dejó besos en mis hombros y espalda sintiendo sus colmillos rozar con mi piel al igual que sus garras acariciando mi cuerpo, me agarró de las caderas pegándome a él. Gemía en mi oído, sonaba su voz muy ronca por su transformación, pero aún así me gustaba mucho. Se corrió dentro mío cuando dió una última estocada lo más profunda que podía, gemí sintiendo también que yo lo hacía.

Salió de mí, me dí la vuelta mirándolo, me acerqué, lo tapé desde las caderas al igual que a mí y nos sentamos uno frente al otro, acaricié sus mejillas.

- ¿Porqué crees que te tengo miedo? - pregunté en un leve susurro. Lo miré a sus ojos azules potentes.

Bajó su vista, puso su mano encima de la mía en su mejilla y se apoyó un poco en ella.- no quiero hacerte daño... - contestó - soy un monstruo convertido así...

- No lo eres, Derek. Jamás pensaría que eres uno. - le negué - te amo mucho, por eso estoy contigo y lo estaré por el resto de nuestras vidas. Sé que no me harías daño nunca.

- ¿Y si lo hago? - preguntó volteando a verme a los ojos - te haría daño a tí y al bebé, no quiero eso. No quiero que me veas como alguien malo. No quiero hacerle daño a la única familia que me queda.

Lo miré con algo de tristeza. Lo abracé, él me correspondió poco a poco con nuestros pechos desnudos unidos.

- Tú nunca harías algo que pudiera lastimarnos... - susurré en su hombro - porque nos amas y nosotros a tí, eso es lo que te impide hacerlo.

Estrechó fuerte mi cuerpo entre sus brazos, escondió su rostro en mi cuello y aspiró tranquilamente. Nos quedamos un rato en esa posición. No sé qué le pasa a Derek, últimamente es muy desconfiado, tengo que hacer que vea lo contrario sea cómo sea.

[...]

- ¿Qué hacemos aquí? - me preguntó Derek cuando estacionó el auto en el lugar que le dije. Ya él estaba normal. -¿Alice?

- Solo sígueme. - me bajé del auto, él lo hizo igual, tomé su mano y lo jalé hacia el interior del centro comercial - vas a olvidar todo hoy, haré que veas que no me das miedo.

- Pero... - lo interrumpí jalando su brazo muy fuerte, abrí la puerta y pasamos viendo un gran número de personas por todas partes

Empezamos a caminar por el sector, yo buscaba un solo lugar. Una heladería. Llegamos a la indicada y pedí uno de vainilla y otro de chocolate, me los dieron y le dí el de chocolate a Derek.

- Este fue el lugar de nuestra primera cita, bueno, no específicamente pero sí donde comimos helado en Beacon. - le conté - ahí me dijiste que ser un hombre lobo era difícil, hacías cosas, veías cosas, blah blah. Yo te escuchaba en cada cosa que decías porque enserio me interesaba.

Tomé su mano y seguimos caminando, llegamos hasta un pequeño lugar de juegos donde habían personas y niños jugando con las máquinas.

- Aquí me contaste que de pequeño nunca fuiste a un lugar de estos o a un parque de diversiones, y que cuando tuvieras un hijo o hija, lo llevarías cada que pudieras. Yo te dije que no te deprimieras y eso no pasaba algún día- seguí sonriéndole - y al parecer Dios te escuchó.

Rió levemente. Seguimos caminando hasta que nos detuvimos en frente de una tienda de ropa.

- Te acompañé a comprar una camisa porque me dijiste que por ser mujer tenía mejor ojo para la moda, fue en esta tienda. Ahí fue tu primera vez celoso, creo, porque el empleado me estaba coqueteando. Pero aún así, yo no le hice caso.

Rodó los ojos. Caminamos a la salida, abrí la puerta y botamos nuestros helados terminados en la basura. Regresamos al auto, pero Derek me detuvo antes de entrar.

- Entonces... ¿Para qué fue todo eso? - preguntó confundido al frente mío. Lo miré.

- En los momentos tristes o alegres yo siempre estuve contigo, desde que iniciamos nuestra relación planeamos nuestro futuro juntos y seguiremos haciéndolo. También es una prueba de que a pesar del tiempo yo todavía estoy aquí, contigo, juntos. En los buenos y malos momentos. Que te amo sea como seas y eso no depende de tu pasado. Y desde el primer día aprendí a quererte así, seas hombre lobo o no.

Sonrió sin mostrar los dientes. Me abrazó dulcemente y yo a él, me empiné un poco para alcanzarlo y acaricié su cabello.

-Yo también te amo. - susurró sin separarse - no volveré a pensar que me tienes miedo, perdón, amor.

Aspiré su aroma. Nos separamos lentamente y volvimos al auto, donde empezó a conducir para ir nuevamente a nuestro hogar.










































Wolves / Derek Hale《 completa en español✔︎ 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora