01

8K 186 52
                                    

- ¡claro que no! -gritó escorpio.

realmente no podía entender como podía ser ese chico tan estúpido. más claro echarle agua.

- no seas tonta, escorpio. es obvio que no es asi - el testarudo tauro no se iba a rendir.

la realidad era que se encontraban discutiendo desde que pisaron el bunker, mientras que piscis y aries, quienes eran los únicos allí luego de ellos, se encontraban cada uno en sus computadoras haciendo su trabajo.

- aquí el estúpido eres tú, ¿acaso no te enseñaron como vienen los bebés al mundo? - replicó la chica.

tauro, ya cansado, se levantó de su lugar dirigiéndose hacia el refrigerador. - claro que sí, tú eres la que no tiene nada en la cabe-

el chico fue interrumpido por el ruido de la puerta, estaban golpeando. la pisciana suspiró ya harta de tanto ruído, sus amigos le sacaban dolor de cabeza. se acercó a la puerta de metal. - ¿quién es?

- el amor de tu vida -respondieron del otro lado causando que piscis solo sonría alejandose para luego abrir la puerta. - no lo negaste, piscis.

la chica solo se dió vuelta y le sacó el dedo del medio a su amigo. libra sonrió frente aquel acto y se sentó juntos a los dos discutones.

- mi hermoso amigo, libra, tú siempre me das la razón asi que si tauro se acerca dile que tengo razón - amenazó escorpio en su oído, cosa que lo hizo reír.

- ¿y ahora por qué pelean? - preguntó en alto para que todos pudieran oír.

aries, quien era el único en silencio hasta el momento habló: - que vino primero el huevo o la gallina.

el libriano frunció el ceño aún más confundido que antes.

- ¿qué?

- ¡ES OBVIO QUE EL HUEVO! - gritó tauro.

aries solo lanzó una carcajada señalandole a libra la razón de porque escorpio y tauro estaban discutiendo.

- ninguna de las dos tiene sentido, asi que ninguna. - se limitó a decir piscis.

nuevamente se escuchó el ruido de la puerta pero esta vez fue abierta por cáncer. - ¡llegó por quien lloraban!

los presentes solo siguieron con lo suyo como si nadie hubiese atravezado esa puerta. el gran bunker, contruído por ellos mismos bajo tierra, se encontraba bastante sucio a estas alturas de la madrugada con papeles y envolturas de frituras, latas de cerveza y algunas cajas de pizza por donde mirarán. es que luego de las dos de la madrugada a todos les ataca el hambre pero nadie quería limpiar. y menos los de este turno, para lograr cubrir todo el día se asignaron "turnos de trabajo" como le llamaron ellos donde por sorteo venían siete de ellos a trabajar de día y los otros siete a la noche.

- es tarde, cáncer y ¿dónde esta capricornio?

la verdad es que aries no le tenía mucha paciencia a cáncer, ya que decía, que tenía personalidades distintas aunque sus amigos no le creyeron del todo.

- lo siento, es que me quedé dormida y no sé donde esta metido todo el tiempo ese idiota.

el chico rodó los ojos. - es tu novio tendrías que saber.

la castaña se limitó a levantar los hombros y dirigirse hacía su escritorio donde tenía toda la información necesaría que debía apredenser antes de comenzar con su plan. aquella información era de suma importancia porque si algo sale mal iban todos a la cárcel y ninguno quería aquello por lo cual cada uno se encuentra concentrado en su trabajo tanto como en sus roles correspondientes.

la habitación se llenó de tensión, todos sabían la mala relación que tienen aries y cáncer por eso mismo decidieron meter mas leña al fuego y asi quizás arreglar el problema una vez por todas.

- deberían a comenzar a llevarse mejor, niños. -provocó tauro dando un sorbo de su coca cola en lata.

los mencionados solo se miraban dos segundos entre si para luego desviar la mirada. - nos llevamos bien. - contestó secamente cáncer dando por finalizado el tema. los demás solo se limitaron a mirarse entre si con sonrisas complices.

todos ellos son un grupo muy unido, con sus choques como todo grupo de amigos pero la relación de aquellos dos los descolocaban cada vez más, por eso decidieron que serían ellos dos, cáncer y aries, los estafadores de este plan. tendrían que convivir 24/7 durante una semana en la casa de gobierno, tratando de no pelear entre sí para no ser descubiertos. era el plan perfecto, según acuario, pero había un pequeño problema: ellos todavía no sabían.

escorpio suspiró ya cansada de esperar a capricornio y decidió marcarle.

- ¿hola?

- ni intentes aparecer por aquí, ¿me escuchaste? - amenazó.

- p-pero estoy en camino. ¿cáncer se encuentra allí?

- bueno te me regresas, estas no son horas de llegar, y sí esta aquí, teniendo un baile hot de cinco hombres. - con esto último colgó. algo que escorpio detestaba era la falta de compromiso y mucho más si eso implicaba un error que los pudiera llevar a la cárcel de por vida.

se tocó la sien con la punta de los dedos, estaba cansada. intentó cerrar los ojos para descansar un poco pero una ruidosa alarma se lo impidió.

- ¡no puede ser! - gritó piscis.

todos comenzaron a teclear. los habían rastreado y venían en camino.

- ¡activen código 33! - gritó libra intentando bloquear a toda costa su ubicación.

- escorpio llama a los demás, es código 33. - la nombrada asintió marcando a sus amigos con las manos temblorosas.

- ¿qué quieres a esta hora? - atendió una adormilada géminis del otro lado.

- ¡código 33! ¡nos encontraron! - practicamente le gritó escorpio antes de cortar.

si no lograban salir de esta, estaban jodidos.

¡zides! - zodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora