No quiero volver a verte

240 22 0
                                    

“POSITIVO”. Apenas vi la palabra me coloqué a llorar de impresión, miedo y angustia por lo desconocido.
−Cálmate amiga, en tu estado no es bueno que te coloques así – Sara me masajeaba la espalda para intentar calmarme.
− ¿Qué voy a hacer Sara?, no me siento preparada para ser madre. – me sorbo la nariz.
−Nadie lo está, pero me tienes a mi y Jeremy estará encantado con la noticia, de eso estoy segura.
− ¿Tú crees? – digo un poco más calmada.
−No creo, estoy más que segura.
−Pero no tengo a mi mamá conmigo para que me ayude Sara, ¿Quién me va a estar conmigo cuando no sepa que hacer? ¿A quien le preguntaré cuando el bebe llore y no sepa que tiene? – y me agarro a llorar nuevamente.
−Tranquilízate, ¿Sí? – me toma por los hombros para mirarme fijamente – Los niños vienen sin manual, pero aún así, todas las madres del mundo sacan a sus hijos adelante, también estará Camila que sé que estará encantada de ayudarte y Jeremy y yo, pues no sabemos nada de bebes, pero siempre estaremos para lo que necesites.
− ¡Gracias! – no puedo dejar de llorar.
−Cálmate, ahora solo tienes que ir en busca de Jeremy para darle la buena noticia.
Una sonrisa se asoma en mi rostro de solo pensar en Jeremy.
− ¡Sara!
−Dime llorona.
−Tengo miedo de no ser una buena madre – digo un poco triste.
−Serás la mejor, estoy segura de ello. – me dedica una comprensiva sonrisa – Ahora ve y busca al futuro papá y dale la buena nueva, alégrale el día porque no se veía de muy buen humor cuando se fue.
−Tienes razón, y gracias por estar cuando mas te necesito, te quiero. −la abrazo muy fuerte.
−Aléjate por favor, puede ser contagioso aquello de los embarazos y necesito que estés lo más lejos posible. – dice sarcásticamente.
−Tonta.
−También te quiero mamita. – dice solo para fastidiarme.
Como no quiero caer en su juego decido cambiar el tema.
− ¿Qué le vamos a decir a Manuel? – estoy pensativa, no quiero decirle la verdad, pero es que otro día pasa y no entro a ver a Camila ni conozco a Zarina.
−El no te ha visto, así que le diré que no viniste porque aun sigues indispuesta, ya tu veras como le das la noticia. −me toma de los hombros y me voltea – ahora vete.
−Chao loca – le tiro un beso en la distancia.
Sara simplemente me hace un gesto con la mano y me voy a contarle a Jeremy que va a ser papá.
Cuando salgo del hospital tomo el primer taxi que veo voy algo nerviosa, pero se que Jeremy se lo tomara bien y eso me tranquiliza un poco. Sigo teniendo temores de no ser una buena madre y de no saber que hacer en algún momento dado, pero tengo a Jeremy en mi vida y entre los dos vamos a sacar a nuestro hijo adelante. Inconscientemente me llevo las manos al vientre y lo acaricio, sonrió por lo que estoy haciendo. Aunque mi bebe es aún muy pequeño y hace poco que me entere de su existencia, siento que cada segundo que pasa lo quiero más y más, y como no quererlo si es el fruto del gran amor entre Jeremy y yo.
Cuando llego al JS Corp. Tengo los nervios de punta, siento que me tiemblan las piernas y hasta tengo ganas de vomitar, pero me regaño mentalmente y me tranquilizo, quiero estar bien para cuando le dé la noticia a Jeremy.
Las oficinas están totalmente desiertas y me parece muy extraño, pero decido no pensar en eso ahora. Tomo el ascensor y se me hace eterno el viaje. Para cuando llego a la oficina de Jeremy me parece aun mas raro que su secretaria tampoco esté.
Me detengo delante de la puerta de la oficina de Jeremy y medito como le voy a decir la gran noticia, me decido por no planear nada y decirle lo que en el momento se me ocurra, giro el pomo delicadamente para que no advierta de que alguien esta abriendo la puerta, quiero sorprenderlo, pero la sorprendida fui yo con la escena que estoy viendo.
Jeremy esta con una hermosa mujer, están demasiado cerca para ser solo amigos, ella tiene sus manos en el precioso rostro de Jeremy y el le esta sonriendo como solo me sonríe a mí, siento que me falta la respiración y todo comienza a darme vueltas, no se si es por el embarazo o por tremenda impresión que me acabo de dar, pero lo ultimo que recuerdo es la voz de Jeremy gritando mi nombre.
Me remuevo donde estoy acostada y escucho la voz de Jeremy, sonrió aun con lo ojos cerrados, pero la alegría dura poco, solo fue escuchar el nombre de la persona que estaba con Jeremy y caigo en cuenta de lo que pasó y porque estoy acostada.
− ¡Charlotte! Está volviendo en sí, tráeme agua por favor, en la primera gaveta hay vasos – dice apurado y con voz de extrema preocupación.
−¿Estas bien? – me acaricia la mejilla apenas abro los ojos.
−Si, perfectamente. – digo amargamente.
−Pues no me parece que estés perfectamente – lo siento molesto.
Me pregunto si esta molesto porque interrumpí su momento con Charlotte.
−Eso no importa, pero veo que esta muy bien eres tu, ya no se te ve molesto como cuando saliste del hospital dejándome sola, ya veo cuan importante era tu asunto laboral – tengo fuego en la mirada.
No le dio tiempo de contestar porque una voz femenina inundo el lugar.
− Y, ¿ella es? – su tono de voz es de desprecio y hace una gesto de superioridad al verme y como no, si es una mujer exuberante, tiene un cuerpo curvilíneo perfecto, es alta, de cabello largo liso y su piel es tersa, en cambio yo estoy postrada en un sofá porque me desmaye y estoy a punto de vomitar.
Lo que me duele en el alma y tiene mi corazón hecho añicos es ver como Jeremy duda para dar la respuesta.
−Ella es… es Kathy – me mira y veo hielo en su mirada, y suelta sin ánimos quien soy – mi novia.
Charlotte no dice nada, pero veo una sonrisa malévola en rostro.
− ¿Qué haces aquí Kathy? – dice distante y ni siquiera me mira.
Siento como si me hubiese pegado un patada en el estómago, ya no soy su niña ahora simplemente soy Kathy.
−Vine a decirte – dudo si contarle la verdad – Nada, solo me sentía un poco mal y vine a buscarte para ir a casa, pero mejor me voy a la mía.
−Está bien – dice sin más.
Cada palabra que sale de su boca en estos momentos es como mil dagas entrando a mi corazón, tengo unas ganas inmensas de llorar, pero como no quiero derramar ni una lagrima delante de la zorra de Charlotte.
Me acerco a Jeremy y me empino para poder quedar cerca de su oído.
−No quiero volver a verte – digo lo mas tranquila y convincente que puedo.
Me di la vuelta y salgo de su oficina con la poca dignidad que me queda, deseando con lo más profundo de mi ser que corriera detrás mí y me dijera que no me fuera, que me quedara con él y le dijera a aquella zorra que se largara, pero no fue así, prefirió a Charlotte en vez de mí.
Al cerrar la puerta mi teatro de parecer fuerte se vino al piso. Lloraba a mares, el desprecio de Jeremy me dolía en lo mas profundo de mi corazón, cada vez que recordaba su fría mirada me hacía sollozar aún más, me dolía el pecho y quería gritar para aliviar un poco el dolor. No podía caminar así que me tire al piso del ascensor en cuanto se abrió, estaba hecha un mar de lágrimas porque el hombre que amo ya no me quiere.
Tengo la visión nublada por el llanto y cuando me levanto para salir del ascensor tropiezo y casi caigo de bruces, menos mal logro mantenerme en pie y caigo en cuanta que hay alguien mas que necesita que sea fuerte, mi bebe.
Me seco las lagrimas y procuro calmarme, mi bebe no tiene la culpa de lo que esta pasando, y no puedo echarme a morir porque su papa ya no me quiera, por nuestro hijo voy a salir adelante o mas bien por mi hijo voy a salir adelante.

Ardiente deseo (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora