Duele

258 25 0
                                    

Cuando llegue a casa estaba un poco mas tranquila, estaba sacando fuerzas de donde no las tenia para poder mantenerme calmada, mi bebe no merecía que me echara a morir por un hombre que no me quiere, así ese hombre fuera su padre.
Me recosté en el sofá y las lagrimas corrían por mi rostro sin yo poder detenerlas, me sentía utilizada nuevamente.
Sentí la puerta abrirse y vi a Sara llegar con unas cajas de comida china, en cuanto me vio y se dio cuenta de mi semblante dejo las cajas sobre la mesa y vino corriendo hacia mí.
─ ¿Qué haces aquí y porque estas así? ─ su cara es toda preocupación.
–¡Ay! Sara. – no pude decir más, un grito desgarrador salió de mi garganta y comencé a llorar en el hombro de mi amiga.
–Cálmate, por favor. – me abraza fuerte y me sostiene la cabeza – No puedes estar así, cálmate. Piensa en el bebe.
Inmediatamente recuerdo que dentro de mi hay una pequeña vida que no merece estar sufriendo, me voy calmando poco a poco y le relato a Sara lo ocurrido.
–Desgraciado, infeliz – escupe con desprecio cuando termino de relatar lo ocurrido con Jeremy y Charlotte – ¿Sabes? Logro engañarme, pensé que era una buena persona y creí que te quería de verdad.
–Nos engaño vilmente a las dos, también pensé que me quería como tanto lo decía, pero no fue así. – digo empezando a sollozar nuevamente.
–Kathy por a amor a mis senos caídos, cálmate ya. No sabría que hacer si te pasa algo. – estaba seria, pero detecto algo de diversión en sus ojos.
Comencé a reír por su expresión, y es que solo Sara lograría sacarme una carcajada en un momento así, ¡La adoro! 
–¡Misión Cumplida! Te hice reír – levanto los brazos en señal de triunfo y esto me hizo reír aún más.
–Gracias, Sara la mejor amiga que cualquier persona podría tener.
Solo se limito a acariciarme la mejilla.
–¿Tienes hambre? – decidió cambiar el tema, no quería colocarse sentimental.
–Tengo miedo de empezar a vomitar, he pasado con nauseas todo el trayecto de venida a casa.
–Solo inténtalo, no lo hagas por ti hazlo por mi sobrinita – dice realmente emocionada.
Solo de pensar en mi bebe me alegra el momento, desde ya lo quiero y voy a velar por su bienestar.
–Si sabes que puede ser un niño ¿Verdad? – digo divertida.
–Si, pero estoy segura que será un niña y la vas a llamar Sara y la voy a malcriar muchísimo.
Solo pude reír ante el cometario de la loca de mi amiga y me toqué mi aun inexistente barriga.
–No la escuches, está loca como una cabra. – le hable a mi vientre.
Sara se agacha y queda con la cara muy cerca de mi vientre.
–No le prestes atención a tu madre, no es muy divertida en cambio yo si – se levanta y se va a buscar la comida que antes había dejado en la mesa.
–Te quiero bebe – digo frotándome el vientre.
Sara coloco enfrente de mi la comida y fui comiendo poco a poco, no quería vomitar por comer con premura. Cuando ya estamos casi terminando Sara decide hacer conversación.
–¿Le dijiste a Jeremy lo del bebe? – su cara es totalmente seria.
No quiero hablar del tema, pero sé que de esta conversación no me voy a salvar.
–No – dije escuetamente.
–¿Por qué?
–Como que ¿Por qué?, no se merece que le diga que voy a tener un hijo. – dije un poco exaltada.
–Claro que si lo merece – ella sigue calmada, todo lo contrario, a como estoy yo.
–¿Ahora te vas a poner del lado de el? – cada vez mi rabia aumenta-.
–No, Kathy es solo que él es el padre y por ese pequeño motivo tiene todo el derecho a saber que vas a tener un hijo de él.
–Pues no, no se lo voy a decir – grito.
–Primero que todo cálmate – se levanta de su asiento para acercase a mi – segundo, no crees que tu bebe cuando crezca va a querer conocer a su padre, no lo hagas por él, porque ese hijo de la mierda no se merece nada, hazlo por tu hijo el si que lo merece.
Sus palabras me llegaron al corazón, es verdad, mi bebe si merecía tener a su padre en su vida, aunque a mí me doliera el alma cada vez que lo vea tengo que ser fuere por él. Comencé a llorar nuevamente y Sara inmediatamente me abrazó.
–Ya esta bueno de tanto llorar, vamos a tu habitación para que puedas descansar un rato.
Subimos y cuando entro a mi habitación me tiro inmediatamente en la cama y caigo en su sueño profundo.
–¡Levántate! Te traje algo de comida – Sara se sienta a mi lado y me pasa dos sándwich de atún.
–¡Gracias! Y mi estomago también en agradecimiento gruñó.
Soltamos una carcajada y nos colocamos a comer las dos.
–Tienes que ir al medico lo mas pronto. – me dice Sara cuando ya ha terminado de comer.
–Si, mañana mismo solicitare la cita porque … – no pude terminar de hablar porque fui directo al baño a vomitar.
–¿Te encuentras bien? – oigo a Sara a lo lejos.
Cuando termino de vomitar estoy totalmente sin fuerzas, siento que se me fue la vida vomitando. Como puedo me levanto y llego hasta la cama donde está mi amiga esperándome.
–¿Mejor? – me acaricia la cabeza.
–Para nada – estoy acostada boca arriba con el brazo sobre mis ojos.
–¿Deseas algo para el malestar? – suena bastante preocupada.
–Solo algo de Jugo por favor. – digo sin fuerzas.
–Enseguida te lo traigo.
En cuanto Sara sale de mi habitación empiezo a recordar los momentos que viví con Jeremy, todos los te quiero falsos que me dijo y que yo como tonta creí y empecé a llorar, ya estaba un poco cansada de llorar, pero es que me dolía en lo mas profundo de mí ya deshecho corazón su traición.
–Pedido de jugo de naranja, listo. –grita con ánimo, mi amiga.
Pero apenas me ve el semblante lloroso que tengo coloca el vaso en la mesita de noche que tengo al lado de la cama y me abraza.
–Se que todo esto es duro para ti, pero debes seguir adelante y no puedes dejar que la situación te sobrepase. – me acaricia la mejilla – hay una personita que necesita que sonrías más.
–Es cierto, que egoísta soy. –digo sorbiéndome la nariz.
Sara me da un beso en la frene y sale de mi habitación. Me tomo el jugo lentamente para no vomitar y apenas termino inmediatamente me duermo hasta el día siguiente.
Apenas me levanto me estiro y voy directo al baño, ¡Dios por que a mí! Digo dando arcadas en el váter, pero no sale nada.
–Buenos, no tan buenos días– bromea Sara en cuanto ve mi semblante.
–Para nada buenos – tomo un vaso de jugo y casi grito de alegría al ver que se queda en mi estómago.
–Tengo turno temprano, ya me voy, ¿Vas a ir a trabajar? – pregunta con recelo.
–No, no quiero ver a Jeremy aún. –digo un poco triste.
–Es lo mejor, solo te aconsejo que cuando estés preparada le digas que va a ser padre, hazlo por el bebe.
Respiro profundo para no empezar a llorar nuevamente.
–Tienes razón, pronto se lo diré.
Sara se va y me siento sola, triste y melancólica. Recuerdo que debo llamar a pedir una cita para empezar mis controles prenatales y me pongo en eso de inmediato.
Me otorga la cita para mañana y ya tengo una excusa mas para no ir a trabajar y darle largos para ver a Jeremy. Pienso que ni siquiera me ha llamado ni me ha dejado un mensaje, me doy cuenta de lo poco que le importo.
El día me entero me lo paso entre dormir, comer y vomitar. Que síntomas mas horribles estos del embarazo, no voy a tener mas hijos, pienso divertida y caigo rendida nuevamente.
La alarma de mi celular suena a las 7:00 am, mi cita es a las 9 de la mañana así que me desperezo me ducho y desayuno algo liviano para no vomitar, pero en cuanto estoy lista aparecen las dichosas náuseas y me toca ir al baño a vomitar. Cuando por fin estoy más recuperada decido tomar mejor un taxi para acudir a la cita.
Apenas llego al consultorio doy mi nombre y mi documento a la señora de recepción y me voy a la pequeña sala de espera, se me arruga el corazón y me dan unas inmensas ganas de llorar al ver a todas las mujeres con sus respectivas parejas, y yo aquí sola, parpadeo rápidamente para apartar las lagrimas que ya se han formado en mis ojos y disimuladamente me limpio la que se logró escapar mojando mi mejilla derecha.
Decido pensar en cosas mas alegres y me imagino con mi enorme barriga sintiendo los movimientos de mi bebe, definitivamente eso si me alegra el rato.
–Señora Kathy Miller, puede pasar. – me indica la señora de recepción.
–¡Buenos días! – saludo al doctor.
–Buenos días, señora Miller. Muchos gusto soy el Doctor Smith. – me sonríe amablemente.
–Mucho gusto, doctor.
Empezamos un charla donde me dijo los cuidados del primer trimestre del embarazo, lo que puedo y no puedo hacer, me receto unas vitaminas, ácido fólico y me recomendó que comer cuando tenga nauseas.
–Ven, vamos a realizarte un ultrasonido para ver de cuanto estas. – Se levanta y lo sigo a una pequeña sala contigua.
Me pide que me retire la parte de debajo de mi vestimenta y me coloque una bata que se encuentra en el baño, hago lo que me dice y me recuesto en la cama que esta al lado del aparato con que me realizaran el ultrasonido.
–Te voy a introducir este aparato en la vagina, relájate por favor y mira la pantalla. –me señala la pantalla.
A medida que va introduciendo el aparato en mi vagina voy viendo una serie de imágenes distorsionadas que no logro entender que son. Hace un movimiento con el aparato y logro ver una bolita en la pantalla.
–Ahí está tu bebe – dice mientras toma unas medidas – estas de unas 6 semanas y esta bastante grande, por lo que veo tendrás un bebe muy grande.
Como su papa, pienso. Y una lagrima resbala por el costado de mi cara de solo pensar en que mi bebe va a ser grande como su padre.
–Escucha, estos son los latidos de su corazón.
Empieza una serie de sonido que hace que mi corazón brinque de alegría, estoy llorando, pero esta vez de la emoción que siento de que mi bebe este bien, y de poder escuchar los latiditos de su corazón.
–Esta todo bien, ya puede vestirse – me indica el doctor mientras saca el aparato de mi interior.
Entro nuevamente en el consultorio ya vestida y me tiende una pequeña foto donde está mi bebe.
–Su bebe de momento esta bien, si tiene algún dolor o sangrado no dude en asistir a urgencias. Tómese las pastillas con regla todo los días y nos vemos en un mes nuevamente. – me tiende la mano y yo me despido, voy como en una nube viendo a mi pequeño bebe en la fotografía.
Llego a casa y Sara no está, decido ducharme y esperar la tarde para ir a la construcción, debo ser fuerte si veo a Jeremy y contarle lo de nuestro hijo.
Me quedo dormida y me levanta la alarma que coloque en caso de quedarme dormida que es siempre últimamente, me cambio y voy a la construcción.
–Buenas tardes, Señorita Miller – me saluda en siempre amable guarda de seguridad.
–Buenas tardes – lo saludo con una sonrisa sincera, ver una cara amable me alegra el día.
Paso la tarde revisando unos correos importantes que mandaron y unas cotizaciones, salgo a revisar como va todo y me alegra que vallamos tan adelantados. Pasa la tarde y Jeremy no vino, no se si alegrarme o estar triste.
Cuando llevo solo unos pasos de camino al estacionamiento veo a Jeremy y viene hacia mí, siento que mi corazón late fuertemente y me tiemblan las piernas, estoy realmente nerviosa y no puedo negar que me alegra el alma verlo. Está divino con su ropa informal y se me hace extraño porque el no trabaja en jeans y polos sino en trajes.
Cuando ya esta lo bastante cerca siento una voz que odio con el todo mi ser.
–Jeremy, mi vida. – dice muy melosa la zorra de Charlotte
Jeremy inmediatamente se detiene en seco y se voltea hacia donde ella esta, nuevamente me deja botada para ir con ella. Ahora entiendo porque esta vestido informal, va a salir con ella.
Siento que mi pobre corazón no soporta más estar aquí y ver como el hombre que más amo en el mundo le presta toda su atención a otra mujer, así que doy media vuelta y me voy con el alma destrozada, el rostro lleno de lagrimas y un gran dolor en el corazón. Tomo la decisión de no contarle a Jeremy de mi embarazo, ¡Nunca!
Mo monto en mi auto y manejo entre sollozos hasta llegar a mi casa, menos mal Sara está y tengo un hombro en donde llorar.
–¿Qué sucede? – se levanta asustada y va a mi encuentro.
–Vi a Jeremy y estaba con ella nuevamente, Sara me duele verlo con ella– la abrazo fuerte.
–Ven, vamos a tu habitación– me lleva del brazo y me ayuda a subir los escalones hasta llegar a mi cama que es cuando me suelta.
–Hoy fui al medico – digo entre sollozos aún– tengo la primera foto de mi bebe.
–Muéstramela – dice realmente emocionada.
Le digo que esta en mi bolso y sale como una bala para buscar mi bolso que esta en la sala, cuando llega saco la foto donde se ve a mi pequeñín.
Estábamos hablando sobre lo que me dijo el médico, las recomendaciones y todo cuando sentimos que alguien golpeaba la puerta.
–¿Esperas a alguien? – pregunto intrigada.
–No, pero deja y yo bajo a ver quién es.
Sara baja para ver quién es quién toca nuestra puerta.
 

SARA

Hola Sara.
–¿Qué haces aquí, Jeremy? – digo molesta por su descaro de venir aquí.
–Quiero hablar con Kathy – no presta atención a mis miradas asesinas.
–Déjame ver si ella quiere hablar contigo – no dejo que día nada y le tiro la puerta en la cara.
Subo las escaleras rápidamente y me planto en frente de Kathy.
–Jeremy esta abajo y quiere hablar contigo.
Veo como a Kathy se le quieren salir los ojos y su cara palidece en un instante.
–No quiero hablar con él, Sara por favor dile que se valla. – su voz es muy baja.
–Deberías aprovechar para decirle la verdad de una vez por todas. – coloco los brazos en jarra.
–No, Sara por favor, no tengo las fuerzas suficientes. – me mira con ojos suplicantes.
En la cara de mi pobre amiga veo angustia, dolor y desesperación. Decido que es mejor que Jeremy no la vea hoy, bajo las escaleras corriendo y abro la puerta nuevamente.
–¿Kathy va a bajar?
–No quiere verte – veo como se descompone su rostro y su mirada ahora es triste.
–¿Qué pasó Jeremy? – deseo escuchar su parte de la historia, no sé porque, pero algo me dice que necesito saberlo – ¿No quieres a Kathy?
–Yo a esa mujer la amo – y veo en sus ojos que no miente – simplemente que la llegada de Charlotte me descontroló un poco, pero ella de verdad no me interesa, lo que pasa es que, bueno, no sabía.
Alzo una mano para que deje de hablar.
–No sé porque razón te creo, pero no es a mi a quien le tienes que dar explicaciones, Kathy esta sufriendo mucho, tu actitud no fue la correcta y le hizo mucho daño – veo como sus ojos se llenan de lágrimas por mis palabras.
–No quiero perderla – dice con un hilo de voz.
–¿No paso nada entre la zorra y tú? – pregunto seriamente acercándome a el en caso de que diga que si poder darle una buena cachetada.
–No, Sara te lo juro – dice desesperado.
–No puedo hacer nada por ti ahora mismo, si de verdad la quieres lucha por ella. Solo te puedo decir que tienes una gran razón para recuperarla.
Veo que no comprende lo que digo.
–Espero no equivocarme contigo Jeremy, pero mi amiga te ama con el alma. No la hagas sufrir.
–Solo quiero amarla y pedirle perdón por mi comportamiento, y no te estas equivocando conmigo– dice al borde de las lágrimas.
–Amala como a nadie, ella se lo merece. Escúchame claramente ahora, tienes una importantísima razón para recuperarla y amarla para toda vida, lucha por ella Jeremy.
Cierro la puerta para no darle oportunidad de preguntar cuál es esa razón.
Siento como toco nuevamente, pero decido no abrir así pasaron unos cuantos minutos hasta que se canso y se fue. Subí a la habitación de Kathy para ver como esta, pero la encontré dormida y así la deje definitivamente necesita descansar.

Ardiente deseo (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora