Depresión

256 23 0
                                    

Cuando me levante ya estaba todo oscuro y en silencio, tome mi celular para ver la hora y son 11:52 PM. Dormí toda la tarde, como no quiero hablar de lo sucedido con Jeremy aproveche para bajar a comer algo y ver un poco de televisión, supongo que Sara a estas horas debe de estar durmiendo.
Me preparo un sándwich y un tomo un poco de jugo de naranja que esta preparado en la nevera y me siento a ver que hay de bueno en la televisión, opto por una película romántica y me dispongo a comer. Cuando ya he terminado de comer y en la película los protagonistas profesan su amor al mundo, me da cierta nostalgia de pensar en mi relación con Jeremy y decido apagar la tele y volver a dormir.
Estoy profundamente dormida cuando de repente siento que me acarician el cabello para levantarme, mi subconsciente inmediatamente piensa en Jeremy y mi corazón se acelera al instante, pero una voz femenina me indica que mi amado no es quien viene a levantarme y quizá nunca más lo haga.
–Kathy, levántate tiene que comer algo ayer no comiste y necesitas alimentarte bien – mi bella amiga siempre preocupándose por mí.
–Enseguida bajo – digo mientras me estiro y me desperezo.
–Si no estas abajo en 5 minutos vuelvo a subir y te bajo por los cabellos.
–Yaaaaa voyyy – digo divertida.
Cuando estoy a punto de levantarme siento el sonido de mi celular que indica la llegada de un mensaje, inmediatamente miro a ver si es algo urgente, en mi afán no me detengo a mirar quien es el remitente del mensaje.
                                                        Mi niña, perdóname. Hablemos por favor.
                                                               Te amo, te extraño y necesito de ti.
                                                                                   Jeremy.
Me tiembla el cuerpo y siento que todo me da vueltas, espero profundo y cuando siento que el mareo se me ha pasado un poco me levanto corriendo porque voy a vomitar, cuando ya he vaciado todo el contenido de mi estomago me siento muy débil, como puedo me levanto me cepillo los dientes y bajo a desayunar a paso lento pero seguro.
–¿Nauseas matutinas? – pregunta mi amiga apenas ve mi aspecto.
–Si, siento que vomite hasta el apellido. – omito el detalle del mensaje de Jeremy.
–Toma – coloca enfrente de mí un plato con un pila de wafles bañado con miel de maple y jugo de naranja.
–Se ve delicioso y huele muy bien, gracias – digo agradecida.
Empiezo a comer, pero cuando llevo el cuarto bocado tengo que salir corriendo para no vomitar en el pasillo, voy al baño del primer piso porque no creo que alcance a subir a mi habitación.
–¿Te encuentras bien? – escucho la voz de sara preocupada.
–No, me encuentro fatal la verdad – digo con voz áspera debido al vomito.
Cuando siento que ya no voy a vomitar más me intento levantar y Sara me ayuda.
–¿Vas a terminarte el desayuno?
–No, solo quiero recostarme, me siento muy débil. – digo con la voz muy baja.
Sara me ayuda a subir las escaleras y se va solo cuando estoy acostada en mi cama, solo recordar el mensaje de Jeremy me brotan las lagrimas y no puedo parar de llorar. Estoy hecha un ovillo en la cama llorando como una magdalena que no escucho a Sara entrar a mi habitación.
–¿Qué ocurre? ¿Por qué estas llorando de esta manera? ¿Te sientes muy mal? – dice mientras me abraza.
–Me siento mal físicamente, pero lo que mas me duele es el alma, Sara el muy descarado me envió un mensaje esta mañana pidiendo perdón y eso acabo con la poca tranquilidad que tenía.
–¿Qué piensas hacer?
–Nada, el me engaño y eso no se lo voy a perdonar nunca, así ahora mismo me quiera morir se que esto pronto pasará. – digo sorbiendo los mocos y limpiando mis lágrimas.
–¿Estas segura de que te engaño? – dice muy seria.
–Si, Estoy totalmente segura. O que fue lo que te dijo ayer para que te está haciendo dudar. – digo molesta.
–Nada, no lo deje hablar porque las explicaciones no tiene porque dármelas a mí, es a ti a quien le corresponde aclararle todo.
–No me interesa sus explicaciones.
–Creo que si se equivocó, pero no te ha sido infiel. En sus ojos vi que fue sincero cuando me dijo que entre su ex y el no ocurrió nada.
–¡Sal de mi habitación! – grito ofendida por lo que mi amiga esta diciendo – no puedo creer que creas en Jeremy, con todo lo que estoy sufriendo por culpa de él vas tú y te dejas convencer como una idiota por las palabritas bonitas que te dijo.
Se levanta de mi cama sin decir una palabra, pero cuando ya va saliendo se detiene para darme su opinión.
–Solo te aconsejo que lo escuches, puede que las cosas no sean como tu crees, pero si sientes que Jeremy te engaño y que no es sincero contigo puedes alejarte de el con la tranquilidad que lo escuchaste y que lo mejor para ti es estar alejada de él. Ah y otra cosa, él merece saber que va a ser padre – y sin esperar respuesta sale de mi habitación dando un portazo.
–Pues no me interesa saber nada de Jeremy y estoy planamente segura de que me engaño – grito para que pueda escucharme a través de la puerta.
A pesar de haber dicho lo anterior las palabras de Sara retumbaban en mi cabeza una y otra vez, para cuando me doy cuenta estoy llorando nuevamente y ya no puedo parar, así me quedo dormida nuevamente.
Me levanto y ya es bien entrada la tarde, supongo que Sara debe de estar trabajando así que puedo bajar libremente y estar tranquila. Cuando me estoy preparando algo para comer solo el olor de la comida me produce vómitos y nuevamente tengo que salir corriendo a vomitar.
Decido acostarme nuevamente y me coloco a meditar en las palabras de Sara, pero siento que si ella hubiera visto lo mismo que yo no estaría diciendo todas las tonterías que me dijo.
Han pasado dos días en los que salgo de mi habitación solo cuando es justo y necesario, no he comido bien ya que todo lo que pruebo lo vomito y a esto se le suma la gran depresión que siento por el engaño de Jeremy. Quiero olvidarme de el para no sufrir más, pero él no hace mas que mandarme mensajes y llamarme cada 5 minutos, pero yo no quiero hablar ni saber nada de Jeremy.
Hoy es sábado y decido ponerle fin a mi tristeza, me arreglo para salir y dar un paseo, es hora de olvidar y empezar el día con una sonrisa, mi bebe lo merece. Me ducho, me coloco ropa cómoda y bajo para desayunar algo ligero, espero que al estar de mejor animo mi cuerpo acepte la comida.
–Hola, pero que linda estas – escucho detrás de mí a Sara.
Pero cuando volteo para saludarla todo se coloca oscuro y pierdo el conocimiento.

Ardiente deseo (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora