Flores

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Estaba a varios kilómetros de regresar a su hogar (?) No sabía cómo referirse a dicha aldea, después de muchos altercados personales, pero sólo era eso simples recuerdos, recuerdos que sin importar que trate de hacerlos a un lado se mantendrán presente durante las veinticuatro horas del día.

El sol ya estaba en su casi, punto más alto y aún estaba lejos de casa, estaba segura de que la quinta sabría que salió de suna,  y que ese mismo día llegaría. Posiblemente la estén esperando sus amigos, pero no se siente lo suficientemente capaz de enfrentarlos no después de las diversas cosas que acontecieron antes de irse. 

La manera tan grosera con la que le hablo con Naruto, pero odiaba que siempre el querer ayudarla, sabia que no se merecía ese trato de el, no después de la manera en la que se porto con el durante sus días como genin, porque aunque pasen los años y trate de ocultar que eso ya fue historia siempre  lo tiene presente, su amigo tenia una gran bondad, que no se merecía.

No puede postergar algo que ya esta predicho, ademas de que era poco ético, evitar su aldea por problemas personales, eso no es algo que ningún anbu haría. 

Al levantarse del árbol, este deja caer unas flores de color amarillo, estira sus manos para atrapar una de ellas. 

—Madre.. 

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Camino con lentitud, por aquel triste lugar, si era muy notable el aire que desprendía el lugar, pero diría que es algo normal teniendo en cuenta que es un cementerio.  En sus manos llevaba aquellas flores de color amarillo, las consiguió sin tener que ir a una florería... aunque bien ese tipo de flores solo las vende en una florería especifica, Yamanaka. Con mucha tranquilidad se acerco a una tumba que buscaba. 

"Haruno Mebuki"

Se agacho y retiro aquellas hojas de verano que se encontraban sobre esta, a su vez, en un pequeño florero que se situaba al lado de la tumba, deposito las flores. Retiro su mascara en símbolo de respeto.  

"Lamento no haber venido antes, pero recuerdas que te dije que me iría por un año? Hoy recién llegue, aun no eh visto cuanto a cambiado la aldea, pero tu que estas aquí, dirás que igual de hermosa que siempre, ¿Verdad?" Sakura, se recuesta a un lado de la tumba "Por cierto, tengo buenas noticias, hace poco que no me alimento de ese modo, ¿No es un gran avance?, así no le haré daño a nadie, Se que dijiste que en tanto tomara un poco de  eso mi hambre se calmaría y por mucho tiempo, creo que ahora da resultados, puedo pasar alrededor de casi dos meses, sin comer así, es gran paso a donde quiero llegar, pero.. también tiene sus efectos secundarios.." 

Sakura abre sus ojos, pues los cerro una vez que se acomodo al lado de la tumba. Un chakra, bastante conocido se aproxima a su ubicación, rápidamente se coloco su mascara y se aleja.

—Me alegro que la hayas visitado. —Susurra al viento, Haruno Kizashi. El hombre trajo en sus manos un ramo de flores, las mismas que ella llevo. 

La peli-rosa, se quedo observando a una distancia considerable y ocultando el rastro de su chakra. Su padre se ve mejor a como era antes, aquellas ojeras que adornaban sus ojos violetas, desaparecieron, también se percató de aquella melancolía, era como si nada hubiera pasado, y de cierto modo le alegraba..

::::: 

Camino por los tejados para no tener que encontrarse con sus amigos, sabe que tarde o temprano eso ocurriría,  pero al momento solo quiere entregar su informe y retirarse a su hogar a descansar un poco, bueno si es que la hokage, no le encomendara otra misión. Al llegar no le quedaba de otra que usar las escaleras en lugar de entrar por la ventana, pero eso solo causaría revuelo.   

La mirada azabache, era de total incredulidad, Haruno Sakura regreso a Konoha, la observo detenidamente  no había cambiado mucho, su cabello lo tenia atado en una coleta baja, se notaba que lo mantenía corto, debido a las rectas hebras.

—¿Esta ocupada, Hokage-sama? —pero seguía teniendo aquella actitud, seria y reservada.

—No.. —la azabache le indica que espere, entra a la oficina de quinta para a los segundos salir —Puedes pasar. 

Camino a paso lento y tranquilo, si bien seguía siendo reservada, la peli-rosa no tenia aquella aura, de intranquilidad. 

—Haruno. —llama la rubia al ver a su pupila después de mucho tiempo, y al igual que la azabache parecía que estaba algo "mejor". La azabache decide abandonar la habitación para dar mas privacidad a ambas mujeres.

—El kazekage, me pidió que le entregara esto —le entrego el pergamino que se le otorgo.  La rubia lo examina y arruga el entrecejo.  

—Eliminaste posibles amenazas de Suna —la rubia no podía mirarle directamente a los ojos, por la mascara de la Haruno, sin embargo sabia a la perfección que ella también la miraba. 

—Usted lo dijo, Hokage-sama, eran amenazas para la aldea,y como anbu que pertenecía a la aldea  debía encargarme de velar y cuidar por la aldea.  

—Me alegro escuchar que ejerciste bien tu labor, espero que sea igual aqui —la rubia sentía que no debía  preguntar algo más personal y a pesar de que puede exigirle siendo si líder.. No sería lo mismo.

Sakura observaba con detenimiento aquella mirada verde, si sabía con exactitud que su maestra se alegraba de verla, pero no la esperaba con la misma actitud con la que se marchó, más eso era algo que no podría cambiar siendo su personalidad su principal "protección".

La habitación se llenó de completo silencio. Ambas miradas verdes chocaban entre si, hasta que Sakura, logra detectar dos chakras  aproximarse a la puerta, sin duda los reconocía a la perfección.

—¿Nesecita algo más, hokage-sama?

Y no era la único que lo percibió, la rubia se dio cuenta de la tensión que se formó apenas esos chakras reconoció, y aún así sabía que ella no quería verlos.

—Puedes retirate, mañana presentate por la mañana.

—Si, hokage-sama.

Desaparece en humo, justo en el momento en que se escucha el tocar de la puerta.

—Adelante.   —Era el rubio y su sensei.

—Se ha ido.. —susurra el rubio con tristeza contenida.

—Al menos esta de regreso..

Siempre Fui Un Monstruo  ||Naruto Shippuden Y Tokyo Ghoul||  [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora