Sweet Daddy

E P I S O D I O 5. parte 1/3

Escucho un susurro cerca de mí, abro lentamente mis ojos, suspiro y me volteo lentamente hacia el lado contrario de la cama, está Jung Kook.
Sonrío y me acomodo en su regazo, doy un casto beso en sus labios y acaricio su cabello.

-b..bebé...- escucho sus palabras que casi no salen de su coca, apenas audibles.

Me sonrojo y lo miro confundido, ¿está dormido? Escucho que suspira y abre sus ojos repentinamente. Eso me asusta un poco y golpeó levemente su hombro.

-¿Qué pasa?- digo con un puchero.

Suspira de nuevo -nada bebé... Es sólo que... Estás en una posición que- se aclara la garganta -bueno tú...- noto sus nervios.

-amor ve al punto- digo desesperado por saber lo que piensa.

-estás rozando mi entrepierna- susurra con las mejillas rojas.

Me sorprendo y miro debajo de la sábana, es cierto, no lo había notado, lo miro nervioso.

-l..lo siento- digo apenado.

-nooo... No te disculpes, al contrario- me acaricia la mejilla y hace que lo vea directamente a los ojos, él baja su mirada a mis labios, me sonrojo como nunca, relame sus labios y luego me mira de nuevo a los ojos -se...se siente bien- termina de decir, aquellos ojos brillantes se tornan más profundos de lo que imaginaba.

Juntó nuestros labios sin esperar mi respuesta. Su lengua entró en mi boca, jugando con la mía, aquél calor en mis mejillas se volvió más intenso y ahora estaba por todo mi cuerpo.
Sus manos tocaron mi torso y se detuvieron en mis pezones, el mayor se puso entre mis piernas y quitó la sábana que cubría nuestros cuerpos. Pasó su lengua por mi cuello y bajó hasta mis pezones, haciendo lo que quiso con ellos. Él se sentía diferente... Está muy, ¿caliente? Pero, ¿por qué tan derrepente?
Cierro mis ojos y mi instinto de pasiva me hace relajarme, jadeo, necesito tocarme, pero él no me deja.

-déjame hacerlo por ti- susurra con la voz ronca. Mis ojos se sobresaltan levemente, puedo sentir cuán necesitados nos sentimos en este momento. Sonrío con travesía, muerdo levemente su labio y murmuro.

-haz lo que te plazca conmigo- él sonríe, besa castamente mis labios y mete sus dedos lentamente dentro de mí, me quejo por la falta de lubricante.

-k..kookie- recibí una nalgada de su parte.

Aprieto levemente las almohadas a mis costados y entrecerro mis ojos, una llamada interrumpe el poco silencio que quedaba en la habitación.

-¿sí?- contesta jung Kook, es mi teléfono.

-k..kookie damelo- le pido, pero él me sonríe, no me lo dará.
Saca sus dedos de mi interior y entra en mí, suelto un gemido, me tapo la boca sonrojado -d..dame..- no me deja terminar y me embiste lentamente, no puedo evitar arquear mi espalda y morder mi labio inferior para no gemir.

-él no puede contestar ahora- dice Jung Kook y pone el alta voz -está muy ocupado- ríe.

-p..por favor...¡Jeon!- jadeo y trato de no gemir tan fuerte, pero es imposible, Jung Kook me embiste con rapidez, me toma de las piernas y es una bestia, no puedo detenerlo.

-¿quieres contestar?...c..contesta.. Si p..puedes- me dice claramente con falta de aire, como puedo tomo el celular y quitó el alta voz.

-l..lo ahh, lo siento...- miro el número y me paralizo -d..diablos.... Hyung..N..no me, joder, adiós- susurro casi sin habla, aviento el móvil a la mesa de noche y entierro mis uñas en la espalda de Jung Kook -¡DIOS KOOKIE VAS A MATARME!- grité excitado aquello.

El castaño se enterraba en mí, me corrí casi tres veces sobre mi abdomen, viendo al mayor castigarme como le placia.

Una vez cansados por lo anterior, nos abrazamos y miramos el uno al otro.

-Kookie, ¿podemos desayunar? Muero de hambre- hice un leve puchero y lo abracé aún más fuerte.

-si Jimin- suelta una leve risita y se levanta para vestirse.

-¡kimchi!- exclamo con cierta emoción.

-está bien, pero está vez yo prepararé el desayuno, ¿si?- el me sonríe y yo me siento encantado por su hermosa sonrisa.

-esta bien- contesté con una sonrisa más amplia que hizo que mis ojos desaparecieran por unos momentos.