Un uchiha en Kuroinu

Las Elfas Oscuras

Itachi corría rápidamente hacía él castillo de la reina dé los elfos oscuros, tenía el presentimiento dé que ahí encontraría más información y dé ser posible, rescatar a más mujeres que hayan sido secuestradas por esos hombres.

A la lejanía podía ver un castillo él cuál supuso pertenecía a la reina. Aceleró él pasó y en unos cuántos minutos llegó al castillo. Lo primero que notó fué que la vegetación a los alrededores de este estaba muerta, también notó que el cielo en vez de ser un azul claro era rojo. 

No le dió mucha importancia, el había visto a hombres lanzar fuego, agua rayos, levantar muros de la nada y bestias gigantes. Esto no era algo que lo sorprendiera mucho. Sigilosamente entró al castillo buscando algún indicio de peligro. Lo único que observó fue a dos guardias platicando en la entrada, se acercó pará escuchar de que hablaban.

- No puedo esperar a poner mis manos en esa elfa, es realmente hermosa - dijo con lujuria el guardia a su compañero el cuál sólo asintió.

Itachi sigilosamente sé acercó y de un golpe noqueó a ambos y se adentró en él castillo. Este estaba vacío, no había nadie en los pasillos lo cuál lo extraño. Siguió su camino y logró ver una gran puerta al final del pasillo. Se acercó y logró escuchar unas voces al otro lado.

Este permaneció parado, escuchando pará ver sí decían algo que le sirviera, podía entrar y meter en un genjutsu a las personas que se encontraban en el otro lado pero no gastaría energía en vano.

- Eres un maldito, no te saldrás con la tuya - se escuchó el gritó de una mujer la cuál parecía furiosa.

- Eso es lo que tú crees pero, mírate estás a nuestra merced y no hay nada que puedas hacer - contestó esta vez un hombre.

- Vault, tu idea es una estupidez, hacés esto solo por un maldito deseó sin sentido - exclamó con más enojó la mujer.

Itachi estaba un poco intrigado por lo que escuchaba, por lo poco que escuchó, ese sujetos llamado Vault pertenece a Kuroinu.

- Bueno eso es lo que tú crees, pero el imperio del sexo será él imperio ideal, lo que debió ser desde un principio. Las mujeres sirviéndo a los hombres - exclamó Vault hacía la mujer. - Mira traje algunos amigos que gustosos te darán la bienvenida al imperio - .  Cuatro ogros se acercaban a la mujer la cuál retrocedía asustada.

- Alejense de mi maltidas criaturas asquerosas - gritó con miedo aunque no lo demostrará.

Itachi ya había escuchado suficiente, le dió un golpe a la puerta haciéndo que está se habrá de manera abrupta llamando la atención de todos en la habitación. Itachi caminaba de manera tranquila con una cara estoica hasta pararse en frente de todos.

- ¿Quién eres tú? - preguntó Vault molestó por la interrupción.

Itachi no contestó, sólo miraba en dirección a la chica que lo miraba con miedo y algo de esperanza. Volteó su mirada hacía Vault el cuál sólo levantó una ceja.

- ¿Qué es lo que le Ibán a hacer a la chica? - preguntó de forma calmada y sin cambiar su expresión.

- La íbamos a violar, ya sabés, las mujeres nacieron pará ser los juguetes de los hombres - dijo con una sonrisa arrogante -. - Únete, tendrás a las mujeres que desees para ti sólo, no es algo fabuloso - el hombre sonrió pues pensó que había convencido al Uchiha.

- Lo lamentó, ahora que sé tus intenciones tendré que matarte juntó con todos en esta sala - exclamó sin expresión alguna.

Todos en la sala empezaron a reír a carcajadas, incluso los ogros, que son seres de poca inteligencia.