Crying ➩ PerthSaint [ABANDONADA]

[O3]

P.O.V Saint

Hoy estaba tendiendo un día normal, bastante tranquilo a comparación de los últimos de la semana pasada.

Mi encuentro con Perth había sido bastante satisfactorio, pero claramente vacío. Como siempre. Y ya estaba cansándome de esta rutina que solamente me hería una y otra vez.

Necesitaba llegar a mi casa y hablar con alguien de confianza, alguien que pudiera aconsejarme sin juzgar mis decisiones.

Me quedé unas dos horas más haciendo guardia y luego me dirigí al estacionamiento para agarrar mi coche y ir a mi casa.

En el trayecto escuchaba la canción "Impossible" su letra en cierto modo me hacía sentirme algo identificado con la situación que estaba pasando dentro de mi corazón.

"Recuerdo hace años,
alguien me dijo que debería andar con cuidado
cuando llegase el amor, lo hice.

Y tú eras fuerte, y yo no,
mi ilusión, mi error,
yo era descuidado, lo olvidé, lo hice.

Y ahora, cuando todo se ha acabado,
no hay nada que decir,
tú te has marchado, y tan fácilmente
has ganado,
puedes seguir adelante"

Cuando llegué a mi casa me tiré a la cama y recordé el día en el cual Perth y yo nos conocimos. En ese momento yo era solo un practicante.

—¡Es un gusto trabajar contigo! Si cometo algún error no dude en retarme—Dije nervioso dirigiéndome a mi superior, el doctor Perth.

—No te preocupes, por ahora no seré demasiado duro contigo—Acarició mi cabello y me dirigió una sonrisa amigable, haciendo que me sonrojara.

Sonreí instantáneamente. Al principio Perth era muy bueno y atento conmigo, pero un día vino al trabajo muy serio, portándose de manera fría y seca con todo el mundo, incluido yo.

Ese fue el día del acuerdo.

—Saint. Seré muy sincero contigo, y espero que esto no te espante—Hizo una pausa—. Me atraes demasiado, y me gustaría tener relaciones sexuales contigo.

Me quedé congelado, me puse tan rojo como mi cuerpo me permitía y comencé a temblar de los nervios. A mi me gustaba mucho Perth, y estaría dispuesto a intentar algo con él...

—Pero solamente para liberar nuestro estrés, las jornadas en el hospital son largas y no estaría mal distraernos un rato—Mis pensamientos fueron interrumpidos. Interrumpidos y destrozados al saber sus intenciones verdaderas—. Y con unas condiciones.

—¿Cuáles son?—Intentaba que mi nerviosismo no se notara en mi voz, pero era imposible.

—Primero y principal, cero sentimientos. Esto va a ser solo encuentros para saciarnos. Nada más que eso—Cada palabra me dolía, ¿Él de verdad no quería nada conmigo?—También tienes que saber, que si aceptas, tendremos que ser discretos y solo reunirnos en tiempos libres, sin excepción.

Me quedé callado mirando el suelo. Mis ilusiones desaparecían tan rápido que dolía. Aunque yo no estaba enamorado de Perth, si me gustaba mucho.

Sin embargo, ¿Que tendría de malo tener sexo con él? Podría soportarlo, además también me ayudaría con mi trabajo, supongo.

—Si no quieres responder ahora no hay-

—¡Sí! Si quiero Perth...—Miré hacia otro costado, apartando la mirada, estaba demasiado avergonzado por aceptar algo así como para verlo a los ojos.

Si tan solo no hubiera aceptado, quizás y solo quizás todo sería diferente. Perth no me estaría tratando como la mierda, y hasta seríamos amigos.

Me imaginaba todas las posibilidades presentes si hubiera dicho que no. Y eso me ponía peor.

Mi celular comenzó a vibrar, sacándome de mis tristes pensamientos.

Plann: ¡Saint! Hace días no hablamos. Dame señales de vida amigo.

Era mi mejor amigo Plan. Nos conocimos en la universidad, él también era homosexual así que no nos costó relacionarnos. Generalmente me costaba hacer amigos porque la mayoría de los chicos eran héteros, y al ser gay se alejaban ya que pensaban que solo por ser hombre te enamorarías de ellos.

S: Lo siento amigo, estuve muy ocupado con el trabajo, ya sabes lo exigente que es estar en un hospital.

Plann: Ábreme, estoy afuera de tu casa.

Me sorprendió que viniera sin avisar, pero como hace bastante no lo veía no le dije nada.

Fui a abrir y apenas entró me dió un gran abrazo. Plan siempre era así de cariñoso con todo el mundo.

—¡Pensé que habías muerto amigo!

—Ya sabes que siempre estoy metido en el trabajo, Plan—Dije sonriéndole.

—Saint, lo sé, y no es con intención de ofender pero te ves terrible. ¿Has estado durmiendo bien? ¿Hay algo que te esté molestando? Sabes que puedes decirme, soy tu mejor amigo.

Era momento de soltarle toda la sopa a Plan, nunca le había contado nada acerca de Perth. Él era la persona indicada, sabía que no me juzgaría.

—Resulta que hace mucho tiempo me comenzó a gustar una hombre llamado Perth, era mi superior en el hospital al principio. Desde que llegué había sido todo un amor conmigo, siempre se preocupaba por mi y me trataba con delicadeza—Mi voz se hizo un poco más fina al contarlo, ya que todos los recuerdos pasaban por mi mente como un flash—. Hasta que un día llegó cambiado, con otra actitud y me propuso un tipo de "acuerdo".

—¿Y esto de qué trata?—Preguntó Plan alzando una ceja.

—Tener sexo sin compromiso, para aliviar el trabajo, sin ningún sentimiento por medio—Mi amigo abrió la boca de la sorpresa.

—Me imagino que dijiste que no—Mis ojos comenzaron a lagrimear—. Veo que no es así...

Se acercó a mi y me abrazó con fuerza mientras acariciaba mi pelo.

—Yo lo amo Plan, yo me enamoré de él, sin embargo Perth parece indiferente y me trata mal—Ahora si estaba llorando de verdad, como un bebé.

—Deberías hablar con él, Saint—Eso vengo intentando desde hace tiempo—. Dile todo de una vez, no te puede tratar mal solamente porque su estúpido juego no tiene interés romántico de por medio. Y si no cambia, mándalo a la mierda.

—Es difícil Plan...

—Lo sé, y te entiendo, pero sabes que tu familia y yo te estaremos apoyando en cualquier momento que te sientas mal. Por eso mismo no debes permitir que un imbécil como él te trate para la mierda porque sí.

Quizás él tenía razón. Ya era hora de enfrentar a Perth y dejar todo claro de una vez. Si el no quería cooperar definitivamente terminaba todo.

Estaba cansado de que me lastime, de sufrir por alguien que me trata como si no tuviera sentimientos.

𝒞𝒽𝒶𝓅𝓉𝑒𝓇 𝓉𝒽𝓇𝑒𝑒; 𝑒𝓃𝒹