Efectos Secundarios

Capítulo 33: Una propuesta explosiva.

Resumen: Bakugou no se consideraría un romántico, ni mucho menos. Pero con la ayuda de su hija, Bakugou está decidido a hacer de esta la mejor propuesta posible.

AUTORA: NOVOCAINE_SEA

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Y bueno, aquí llega este capítulo especial del cual les habia hablado que hizo la autora dado que extrañaba escribir 'Efectos Secundarios'. Ella dice que puede ser leído sin necesidad de haber leido la historia anterior, pero yo quise adjuntarlo como un capítulo más, post final c: en este Kazumi ya cuenta con 8 años ^^ Espero lo disfruten y sirva para dar cierre a esta fantástica lectura.

Bakugou no se consideraría un romántico, ni mucho menos. Las veces que hizo todo lo posible para convertirse en algo que parecía romántico terminó en un desastre. Uraraka siempre se echó a reír, pero Bakugou sabía que solo estaba siendo amable. Ella quería un poco de romance en su vida, no solo la misma aburrida cena y película todas las noches sin pasión. Uraraka merecía el romance en su vida y todos los intentos de Bakugou resultaron infructuosos. Era especialmente difícil ser romántico cuando tienes una hija que necesita tu atención en todo momento y odia estar atrapada con sus abuelos a pesar de amarlos mucho.

"¡No papi, eso es aburrido!" Kazumi gimió y puso su cara en sus manos, con mechones de espeso cabello rubio cayendo sobre su cara. Bakugou suspiró y se recostó en la silla, mirando a su hija. Era una locura pensar que ella tenía ocho años ahora; cada día se hacía más grande y Bakugou deseaba que él pudiera volver cuatro años atrás cuando era pequeña y linda. Ahora solo era una mocosa con una peculiaridad que sabía que era poderosa y usaba ese conocimiento para su ventaja. ¿Era así como estaba a su edad?

"Bueno, ¿tienes algo mejor?" Preguntó Bakugou, alzando las cejas. No sabía por qué había involucrado a su hija en esta decisión, pero necesitaba algo de...ayuda. Incluso si le mataba admitir tal cosa. Bakugou no podía preguntarle a Kirishima porque su mejor amigo se emocionaría demasiado con el compromiso y Bakugou definitivamente no podría pedirle ayuda a Todoroki. Eso sería admitir la derrota y necesitaba tener alguna ventaja sobre Todoroki. El hombre todavía no se había propuesto a Yaoyorozu a pesar de que los dos estaban juntos tanto como Bakugou y Uraraka, y tienen un hijo juntos también. Así que Bakugou se dirigió a su hija de ocho años en busca de ayuda para proponerle matrimonio a su madre. Uraraka definitivamente lo había estado insinuando durante bastante tiempo.

"¡Nada violento!" Kazumi se quebró y cruzó los brazos sobre su pecho, imitando su posición. A veces era extraño lo similares que eran los dos. Bakugou suspiró y se pasó los dedos por el pelo. Era un poco diferente de cómo solía diseñarlo; Uraraka lo había convencido de que obtuviera un corte y sorprendentemente le gustó.

"¡Deberíamos conseguir un cachorro!" Dijo Kazumi de repente aplaudiendo, asegurándose de que las yemas de sus dedos no se tocaran. Ella no quería accidentalmente tocar algo y explotarlo ni nada, lo que a veces tenía tendencia a hacer.

"No sucederá." Gruñó Bakugou, inclinándose hacia adelante para descansar su cabeza en su mano.

"Puedes colocar el anillo en el collar del cachorro", declaró Kazumi de manera casual, sonriéndole a su padre al otro lado de la mesa: "No tienes nada mejor, lo tomas o lo dejas, viejo".

Los ojos de Bakugou la desafiaron, pero ninguno de ellos tenía nada más que ofrecer sobre la mesa. Kazumi había rechazado la idea de poner el anillo en el centro de una magdalena, afirmando que Uraraka podía ahogarse. También cerró la idea de convertirlo en un espectáculo público, sabiendo que era algo que Uraraka odiaría.

Bakugou suspiró, sabiendo que iban a conseguir al jodido perro: "Tu madre nos va a matar". Kazumi aplaudió, bombeando sus puños en el aire y riendo como su madre lo hace. Bakugou sonrió un poco al ver a su hija tan feliz. Sabía que este era su truco para finalmente conseguir un perro, pero Bakugou estaba dispuesto a lidiar con las repercusiones. Por supuesto, Kazumi quería el perro más grande y mullido conocido por el hombre, con el que Bakugou estaba bien considerando que no tendría que entrenar a la cosa en ese momento.