Capítulo 7

2.3K 309 54
                                    

Ethan era todo un caballero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ethan era todo un caballero. Después de almorzar y pasar la tarde paseando por el pueblo, volvimos a la cabaña. No me había permitido caminar mucho, por más que le aseguré que estaría bien, pues solia encargarme de la cafetería incluso cuando los golpes estaban recientes, pero él insistió.

Suspiré, dejándome caer en la cama.

No sabía cómo lidiar con lo que sentía. Mi relación con Ethan avanzaba a pasos agigantados, mientras que la decisión del divorcio estaba tan clavada a mi piel como aquellos moretones, sólo que esto no se iría.

Tenía que separarme de Rupert y eso era algo que no tenía que ver con Ethan. Él era una motivación, claro estaba, pero incluso antes de este secuestro, ya yo estaba decidida a separarme.

Pero tenía miedo.

Rupert y la familia Smith no se tomaría bien el hecho de fuéramos a divorciarnos. Pondrían mil obstáculos en el camino. La cafetería de mi madre estaba en riesgo.

Tenía que enfrentarme a eso cuando volviera, por el momento, quería disfrutar de la presencia de Ethan, mi amor platónico quién ya no era tan platónico.

Si por mi fuera, estaría junto a él sin dudarlo. ¿Cuántas personas pueden decir que su crush de toda la vida correspondía a sus sentimientos? Por más apresurado o desafortunado que fuera, yo no iba a dejarlo escapar.

Había amado a Ethan con cada partícula de mi ser durante tantos años, que podía ignorar las circunstancias en la que ambos nos encontrábamos.

—Melissa —llamó Ethan desde la planta baja—. Hannah quiere hablar contigo.

—¡Voy! —respondí en un grito, apresurandome a bajar las escaleras.

Ethan sonrió, tan seductor. No estaba usando una camisa, sólo unos pantalones que colgaban de sus caderas. Incluso podía ver el inicio de su ropa interior, lo que causó que me sonrojara con fuerza. Era tan atractivo, sus abdominales marcados, sus fuertes brazos, invitaban a cometer cualquier tipo de pecados.

—¿Vas a tomar el teléfono? —preguntó, alzando una ceja.

Sólo logré asentir en respuesta, demasiado embobada como para reaccionar.

—¿Melissa?

Tomé el teléfono de un golpe, sorprendiendolo. Me había avergonzado, pero sólo de lo que sentía con nada más verlo.

—¡Hola! —exclamó una alegre Hannah a través del teléfono, con algún balbuceo de la adorable Amy de fondo—. ¿Han usado protección?

—¡Hannah! —grité, escandalizada, aunque en realidad estaba divertida—. No porque tú no usaras protección, implica que los demás hagan lo mismo.

—¡Hey! —se quejó—. Por algo estoy tan interesada, aunque tener un mini Methan por aquí me haría feliz.

—¿Methan? —reí.

Yo no te olvidé © ||Trilogía recuerdos: 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora