💠Capitulo17💠

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💠Abuela💠

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💠Abuela💠

—Abuela él es Damián mi...

—Eh muerto —dice de la nada y la miro confundida.

—¿Que? —le pregunto confundida.

—No me digan que me morí y estoy en el cielo —dice hacían que Damián y yo frunciéramos las cejas.

—¿Abuela de que...

—Eres un ángel que vino por mi —dice mirando a Damián el cual cambio su cara a sorpresa al igual que yo, pero las siguientes palabras que dijo me avergonzaron—. Si es así me muero con gusto si esos brazos me abrazan y me dan amor del Bueno por todas la cosas buenas que hice, si que me están recompensado muy bien.

Dice mirando con descaro a mi jefe y dejándome como estatua en mi lugar al ver a mi abuela de 73 años coqueteando con tal descaro a mi jefe y dejándome sorprendida.

—A donde vayas iré contigo.

—¡¡Abuela por Dios, pero que estás diciendo!! —prácticamente gritó haciendo que deje de mirar a Damián y ponga su vista en mi.

—Mija dime que estoy soñando, me morí o ya me volví lo suficiente mente loca y que ese papasito que está al lado tuyo no es imaginación mía.

—Por Dios Abuela el es mi jefe, el señor Damián —le digo mientras lo miró muerta de la vergüenza.

—¡Pero por Dios! Mi hija por que no me dijiste que era un hombre tan guapo, mira nomas en las fachas en las que ando —me regaña antes de mirar a Damián otra vez—. Mi ángel dame unos minutos mientras me arreglo un poquito.

Dice haciendo que Damián la mirara con una ceja levanta y pude jurar que vi las comisuras de su boca alzarse un poco.

—Yo.. este —digo tratando de buscar las palabras correctas.

—Ángel dame un momento —dice la abuela mirando la habitación.

—No se preocupe señora Roberts...

—Para ti, Martha mi ángel —le dice sin pena y la miro avergonzada.

—¡Abuela por Dios! —le reclamo pero esta solo me ignora.

—Bien Marta... es bueno saber que ya esta mejor —dice Damián siguiéndole la corriente a mi abuela la cual sonríe encantada.

—Ahh.. créame que ahora estoy mucho mas mejor —dice mirándolo sin ningún disimulo.

Llevo mis manos a mi cabeza muerta de la vergüenza que estoy pasando y cuando la miro esta estaba sonriendo como una colegiala encantada. Suspiro mientras pido paciencia y trato de controlarme.

—Abuela, por favor respeta al señor Damián el es mi jefe —le pido y esta deja su escaneo para mirarme.

—Que yo sepa no leé faltado el respeto... aun —dice y Damián levanta una de sus cejas en su dirección.

My AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora