💠Capitulo 8💠

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💠Mal día💠

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💠Mal día💠

Una semana después

Ya había pasado una semana desde que el señor misterioso fue a la oficina y se peleo con mi jefe. Trate de fingir que no recordaba nada pero mentiría si dijera que por unos días no pare de soñar con la mirada de mi jefe. Sigo recordando como sus hermosos ojos grises aparecieron en mis sueños. Suspiro y sacudo mi cabeza para alejar esos pensamientos.

—Podemos llevar esto —Aarón viene a mi con un paquete de papitas en la mano.

—Mmm.. por esta vez si —digo haciendo que sonría.

Hoy es sábado y como no tengo que trabajar aproveche para hacer las compras del mes. Tif se quedo con la abuela mientras Aarón y yo fuimos al super. Hace algunos días cobre por lo que después de pagar las deudas decidí comprar lo esencial para la casa.

Unas horas después estamos en camino a casa hablando sobre la escuela y cuando estamos llegando a casa apure mi caminata al ver a los hombres de Brandon en la acera.

—Aarón entra a la casa y dile a la abuela que ya entro —le ordeno mientras le doy algunas de las fundas y este asiente algo preocupado—. ¿Que están asiendo aquí?

Les pregunto llamando su atención una vez Aarón se fue y estos pusieron su atención en mí.

—Brandon dice que te envió una carta, la cual no respondiste —dice un tipo y siento el enojo crecer en mi.

—Díganle a su jefe que deposite lo acordado en la carta, por lo que no tenían que haber venido —digo y estos se miraron entre ellos.

—Lo comprobaremos —dice uno de ellos antes de sacar su celular.

Algo impaciente lo escucho hablar por el teléfono unos segundos antes de colgar mientras me miraba.

—Ok, nos vamos —dijo antes de montarse en su auto e irse.

Suspire algo nerviosa y entre a la casa tratando de no verme ansiosa pero fracase ya que Tif se dio cuenta. La jale aparte para contarle lo que paso y esta se asusto también pero la tranquilice.

—¡Por Dios! Abby tenemos que hacer algo —exclamo en un susurro para no espantar a la abuela.

—Tranquila Tif, ese hombre y yo acordamos que mientras le pague su dinero no se metería con nosotros —digo y este asiente no muy convencida.

(...)

Lunes

Hoy es uno de esos días donde quisieras quedarte en tu cama dormida sin que nadie te moleste hasta que se te quite la pereza, pero como las cuentas no se pagan solas hay que salir a trabajar para pagarlas.

Antes de ayer después de lo que paso con los hombres de Brandon no podía dormir por lo que me acosté tarde y el domingo también no puede dormir. Y hoy me levante mas temprano de lo normal por lo que ahora me estoy cabeceando en el escritorio del sueño qué tengo, con pereza me levanto y voy a la pequeña cafetera que está aquí para los cafés del señor Salvatore.

My AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora