Los omegas marcados debían ser sumisos y obedientes, pero nadie le dijo eso a Jin, quien se reveló contra el demonio de alfa al que lo habían sometido.El no era un juguete y no permitiria que lo traten así, al meno no a sus hijos.
Pero al conocer a...
Jin había estado todo el día yendo y viniendo para conseguir un cupo en alguna escuela para mí y Kook, era realmente frustrante para mi saber que le causaba tantos problemas. Aunque para ser sinceros me emociona la posibilidad de que me cambien a la misma escuela que Tae, pero tampoco podía pedirle a omma que quería específicamente esa escuela y con preferencia en el mismo salón que Taehyung, sería demasiado descarado de mi parte si lo hacía, ya era suficiente con que encuentre una buena escuela. El día estaba siendo muy largo, pero no lo suficiente como para que no llegara la hora de tener que ir al psicólogo. Estaba esperando que salga la persona anterior a mí, al parecer se estaba alargando su sesión. Era normal, Mina siempre se pasaba con nosotros, aun cuando nuestras sesiones eran de dos horas, siempre salíamos demorándonos más, por lo menos siempre éramos los de la última sesión. Al escuchar la puerta abrirse y ver a un chico rubio, unos centímetros más bajo que yo y con una prominente panza, que daba evidencia de que esta en el último período del embarazo, el chico salía llorando, no tenía más de catorce o quince años y al parecer estaba solo, no había nadie esperándolo, solo estaba yo y el psicólogo salió con él chico.
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_Jimin, soy Hoseok, ¿podrías esperarme unos minutos, para acompañar a Beomgyu a tomar un taxi? - Me pregunto el alfa y yo solo asentí. Ellos salieron y como dijo en unos minutos regresó Hoseok solo. - Gracias por esperar. Entra. - Me señala el consultorio. Ya adentro y ambos sentados, me encontraba algo nervioso, era la primera vez que hablaría con un psicólogo que no fuera Mina y el hecho de que Hoseok sea alfa no ayudaba demasiado, aun sabiendo que es pariente de Tae y Nam. _ Bueno, lo importante del primer encuentro es lograr que la próxima vez que vengas ya sea más tranquilo y con confianza, así que primero te contaré de mi un poco y luego tú me contaras algo de ti. ¿Te parece? - Me pregunto con una sonrisa. _ Me parece bien. - Le digo mientras juego con el cierre de mi campera. _ Bueno, me llamo Kim Hoseok, tengo veinticuatro años, crecí en Seúl, en una casa con mi madre, padre y un hermano. Cuando estaba en secundaria era un poco rebelde, pero ya no, cuando entre a la universidad, en la carrera de psicología no estaba seguro de que realmente quisiera hacer esta carrera, en realidad me apasionaba mucho la danza, pero por que la vida así lo quiso me enamore de este trabajo. Me recibí el año pasado, me gusta trabajar en conjunto con mi madre, aunque ella es psiquiatra, pero aprendo mucho de allá. Antes de recibirme me encargaba de dar talleres de danza en las fundaciones de mi familia, hoy en día lo sigo haciendo, pero solo los fines de semana. _A mí también me gusta mucho bailar. - Le digo sin poder contener mi sonrisa, jamás podía cuando hablaba de la danza. - Estuve mucho tiempo en danzas clásicas, realmente me encanta. _ ¿Y por qué dejaste? _ Jungkook es mi pareja y él también estaba yendo a baile, pero el hacía ritmos latinos, y queríamos hacer algo juntos así que decidimos empezar con estilo libre hace poco más de un mes, ahí conocimos a Taehyung, su sobrino. _ Si ese pequeño alocado es mi sobrino. _ Bueno, ahora los tres dejamos de ir a la academia.
