Secretos revelados

Especial ¡!

Especial 'Día a día de los chicos…cuando no hay libreto de por medio'

—Regresando de los largos comerciales…—

—¡Y…estamos de vuelta, fuera del set y en compañía de nuestra querida producción, para la tan esperada sorpresa del estudio! Resulta que, tras muchas peticiones de nuestro equipo y algo de convencimiento e insistencia de los chicos, se nos ha concedido la entrada a Hogwarts en día de clases regular de los estudiantes de séptimo año, poco antes de los afamados EXTASIS, para observar cómo transcurren sus vidas cuando nadie les dice qué hacer. Producción, ¿por qué no les cuentas un poco sobre lo que pensamos hacer en este día?

—Sí, bueno, pues…el equipo recorrerá el castillo, hablará con viejos y nuevos personajes, algunos que ya están fuera de las grabaciones por diversos motivos, y eso, sí, y- ahm…claro que vamos a tener diferentes tomas de los chicos. En su ambiente natural, por así decirlo.

—¡En su ambiente natural, me encanta esa referencia! Sí, es exactamente lo que haremos. ¿Qué estamos esperando? ¡Hay que comenzar…! Nunca he estado en Hogwarts antes, así que no tengo idea de a dónde vamos, ¡pero caminemos por ahí y veamos si los encontramos!

—No creo que eso sea-

—¡Creo que aquel es el Gran Comedor! Llegamos para la hora del desayuno, ¿no? Estoy casi seguro de que sí- ¡aquí vamos, busquemos a los chicos!

—Espe-

Hay pocos estudiantes a esa hora de la mañana que ronden por dicha zona; los que lo hacen, van en grupos reducidos, algunos con expresiones somnolientas, otros abstraídos, unos pocos son bulliciosos y tan enérgicos desde tan temprano que resulta admirable. Se centran en cierta mesa enseguida, una casi vacía, donde la mayoría de los uniformes muestran corbatas rojas y doradas.

Excepto uno.

Draco murmura algo y señala hacia ellos a medida que se acercan. Harry acaba de darle un trozo de tostada en la boca y se está riendo cuando los nota; enseguida los saluda y sonríe.

—¡Buenos días, chicos!

En los asientos contrarios a los que ocupan, Hermione bebe sorbos pequeños de una taza, mientras lee un libro. Apenas les dedica un vistazo y un cabeceo, a manera de saludo. Ron, en cambio, tiene la boca llena de comida y suelta algunas migajas al darles la bienvenida con un montón de gestos.

—Diganos algo, ¿esto es cosa de todos los días? ¿Suelen desayunar juntos?

Los cuatro intercambian miradas.

—A veces como en mi mesa —Draco apunta hacia la mesa de los Slytherin—, pero otros días, Pansy no está o anda insoportable, o Blaise y Theo tampoco están, o sólo me dan ganas de venir para acá, y lo hago —Se encoge de hombros.

—¿Así que puedes cambiar de mesa cuando gustes, sin repercusiones? ¿Alguna vez se han quejado de esto los Gryffindor?

—Saben que me siento aquí por Harry, ¿por qué se quejarían?

—Tenía entendido que las Casas eran bastante severas sobre estos temas…

—Eso fue hace tiempo —Harry le resta importancia con un gesto—. Normalmente, somos nosotros tres, y a nadie le parece extraño que Draco se nos una cuando se le antoja —Masculla algo que suena a "caprichoso", con una débil sonrisa, y el otro le da un codazo y le frunce el ceño.