Capítulo 3: El destino

29 3 0
                                    

El sol aparece por el horizonte, anunciando a todo el inició de un nuevo día y una nueva vida en el caso de 20 niños afortunados que ahora se encuentran en su nuevo hogar, con esperanza de ver que algo en sus vidas mejoren.

Al salir de la cama he ir al comedor se encuentran con un gran festín que los espera, pero antes el señor Kido les pide su atención para presentarles a su nieta.

-Ella es mi nieta, se llama Saori Kido- pone sus manos en los hombros de la chica quien mira a los niños con superioridad y casi con desagrado
-Espero que entiendan que ella es muy importante en esta casa, intenten no molestarla en todo lo posible y después podrán conocerse con tranquilidad pero ahora es hora de desayunar-
Todos se sientan y agradecen la comida, mientras el señor Kido le dice a su nieta con cariño
-Luego debo ir a trabajar pero puedes divertirte con ellos, ¿esta bien? Ahora tienes muchos niños con quienes jugar.

Los niños solo comían con normalidad, había un plato especial para cada uno, con el plato que más le gustaba a cada niño y eso les había parecido tanto genial como extraño.

-Creen que sea así todos los días? No me quejó pero es algo extraño-
Eliani observa su plato que contiene un surtido de galletas de chocolate
-Saben que adoro esto, pero 22 platos diferentes es mucho para cada día.

-Bueno pronto veremos cuanto durará este trato, pero hasta entonces deberías aprovechar lo que más puedas, digo comer panqueques por unos días no hará daño-
Nozomi sonríe mientras come con energía, al ver esto varios no pueden evitar reír por lo bajo pero sin la intención de molestarla.

Ya han pasado un par de semanas y como era de esperarse el trato del señor Kido a los niños era bastante indiferente, en cambio el mayordomo llamado Tokumaru Tatsumi era alguien algo agresivo que se encargaba de que los niños siguieran las ordenes de Saori o al menos jugaran con ella, eran aproximadamente las cuatro de las tarde y todos estaban en el patio bajo los árboles.

-Saori quiere jugar otra vez-
Nachi,un chico de cabello negro,ojos del mismo color y tes oscura observa solo la chica sale de casa con ropa para montar un caballo
-Supongo que llamara a Seiya como siempre.

-Jamás dije que Mino me molestaba o algo por el estilo, si lo hice me arrepiento-
Dice Eliani quien estaba sentado junto a Hyoga viendo un viejo libro que había encontrado, era sobre mitología griega el cual era el tema favorito de la chica, al ver a Saori cierra el libro sin darse cuenta si su compañero aún leía o no
-Pobre....-

Seiya es agarrado de la camiseta por Tatsumi y lanzado al cemento frente a los pies de Saori.

-Seiya ven aquí y actúa como caballo- Le ve casi con maldad y se nota obviamente que ella se cree superior al resto, al ver la negativa de Seiya dice algo molesta
-Tienes que obedecerse ¿no sabes tu situación aquí?-

-No, no quiero jugar contigo-
Seiya se arrodilla frente a ella con cara molesta, recibe un fuerte golpe en la mejilla con una vara ocupada para golpear a los caballos provocandole un sangrado algo leve

-Acaso no sabes que gracias a mi abuelo saliste del orfanato? Ahora debes servir a los Kido como esclavo!- señala a Seiya con la vara amenazante
-Entiendes Seiya? No permitiré que vuelvas a responderme!-
Al ver que Seiya le observa amenazante levanta el látigo nuevamente y se dispone a golpearlo otra vez pero Seiya no recibe el golpe ya que es protegido por la espalda de Eliani, razón por la cual la parte superior de su espalda queda enrojecida y con sangrado leve.

-¿Quien te crees que eres? Al igual que el eres inferior a mi!-
Levanta el látigo pero Eliani se voltea y agarra la vara que la golpearía la cual le daña la mano, pero esto no le importa en absoluto solo ve a Saori directamente a los ojos.

Guerreras de AtenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora