Guerreras de Atena

Capítulo 12: Monte del diablo

Hace unos días Seiya recibió una carta de parte de Ikki donde les retaba a una pelea por las piezas de las armaduras, estuvieron esperando que en ese tiempo Shiryu y Midori volvieran pero eso no paso, era el día de ir a pelear y tanto Seiya como Yuzuki debieron ir sin sus armaduras.

Saori es la primera en subir al avión, Tatsumi de sienta a su lado, tras de ellos Shun se sienta junto a Nozomi, en la siguiente fila se encuentra Miyuki en el pasillo y Seiya junto a la ventana, ninguno de ellos tenía ganas de cruzar palabra con nadie así que mejor optaron por sentarse juntos, en el último asiento esta Eliani, observando por la ventana.

La puerta del avión se cerró y el piloto encendió los motores del avión y antes de que este comenzará a avanzar Hyoga se sienta junto a Eliani, un silencio se hace entre ambos, era diferente al que estaban acostumbrados, era un silencio incómodo.

En el segundo asiento se logran escuchar algunas risas, provienen del segundo haciento donde estaban Shun y Nozomi, los chicos habrían botado la libreta que lleva Nozomi y al intentar recogerla golpearon sus cabezas

-Lo siento Shun-
Rie un poco pues para ella la escena fue algo comica, comienzan a hablar ambos tranquilamente, Nozomi le muestra algunos dibujos de la vieja libreta.
-Aún no se a quien me pertenecia esta libreta, el Señor Kido me la dio hace años, antes de ir entrenar y traía muchos dibujos, en especial de este joven, mira-
Le muestra un dibujo donde un joven estaba apoyado en una columna al estilo griego, tenía los ojos cerrados y parecia estar muy tranquilo, de fondo se ve una colina con algunos templos griegos y tras la columna donde estaba apoyado el joven se ve otro hombre escondido o algo asi, no se logran ver bien sus rasgos.

-Vaya es impresionante, no importa quien fuera el dueño, tenía un gran talento para dibujar-
Se acerca al hombro de su amiga para observar el dibujo con cuidado y ambos siguen charlando anímicamente.

Eliani logra verles a lo lejos y rie levemente algo que llama la atención de Hyoga, Eliani observa por la ventana y ve las nubes.

Hyoga solo le observa, ahora que lo piensa, eso fue lo que siempre le llamo la atención de "Astrid", su mirada le era muy familiar y le gustaba mucho, era amable y atrayente.
-Porque no usas máscara?-
Aquella pregunta salió de los labios del chico antes de poder detenerla, le daba curiosidad el echo de que hasta ahora era la única quien se reusaba por todos los medios posible tener que usar aquella máscara.

-Te gustaría tener que esconder algo solo por el echo de ser hombre?, es agobiante! Y además completamente injusto, si soy bella no debería preocuparle a Atena para nada, con sin máscara soy capaz de pelear perfectamente -
Eliani observa a su compañero de asiento y nota como este levanto un poco su mano, pero aprieta el puño y lo esconde, como si ubiera deseado hacer algo al cual no se atrevía. Eliani desvía la mirada y rie un poco

-Que te causa tanta gracia?-
Hyoga le ve y una pequeña sonrisa sale de su boca, desde la batalla entre los guerreros de pegaso y los de dragón, su actitud había cambiado por completo, ya no deseaba matar a sus amigos que es un gran avance, solo deseaba ganar la armadura de oro y aunque seguía siendo bastante frío, con Eliani había mejorado su actitud y eso les venía bien a ambos, a casi todos a decir verdad.

-Mm? No es nada... Solo recorde a unos amigos en Grecia, bueno de mis mejores amigos de allá-
Nota como Hyoga cambia de posición para darle toda su atención a Eliani y esta continúe contando
-Pues...-
piensa unos segundos para luego sonreír y contar con ánimo
-Conocí a unos amigos en Grecia, entre ellos fueron cuatro los más importantes, fueron como mis amigos, hermanos mayores y padres todo junto-
Saca de una pequeña mochila que tenía una libreta de dibujos pequeña donde va mostrando los retratos de lis jovenes guerreros
-Primero esta Mu, es un chico muy poderoso y siempre calmado es muy pacífico pero no tiene miedo a pelear, también esta Aioria-
No puede evitar soltar una sonrisa que cualquiera diría que estaba enamorada pero en realidad es por el echo de que este era su familia, su mirada comienza a tener un brillo especial en los ojos algo que es advertido por rubio
-Es... Un joven de corazón noble, amable y muy valiente, también es muy fuerte y me ayudó en momentos muy difíciles a decir verdad, puede ser muy amigable o muy serio dependiendo de la situación, tiene... El alma de un león, luego vienen Milo y tu maestro...Camus-
Al cambiar de página se puede ser a ambos jovenes, uno de cabello azul, algo ondulado y no muy largo junto a otro de un cabello cian, liso y largo.
-Camus, tu maestro, siempre dice que los sentimientos son el punto debilde los demás y que uno debe esconder sus sentimientos lo más posible para luchar y casi en todo momento, pero la verdad logré descubrir un lado en el que era... Frio pero amable, bondadoso y muy justo, El chico a su lado es Milo, es alguien calculador pero sonriente, a veces algo arrogante pero muy amable... Al menos conmigo solía serlo, ambos se conocen desde niños, casi los 6 o 7 años, como nosotros-
En ese momento levanta la mirada y cruzan miradas con Hyoga quien no sonríe ni nada, pero el momento íntimo era notorio incluso para quienes estaban en el avión
-Bueno, ellos son mejores amigos aunque ninguno lo demuestre mucho o desee hacerlo-
En ese momento Eliani siente la necesidad de decirle la verdad a Hyoga, no le gustaba mentirle a el o sus más allegados. Cierra la libreta y la guarda en la mochila para luego con una mirada muy seria y algo melancólica observan por la ventana del avión, pasa sus dedos por el vidrio golpeandolo un poco.
-Si te dijiera...una horrible verdad... Me lo podrías perdonar?-