Capítulo 6 (A): Antes de ser un Santo

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Los días han sido muy difíciles, adaptarse es complicado en un lugar con tantas reglas y donde las personas te discriminan por venir de otro país. Marin era amable pero sus entrenamientos eran duros y difíciles de llevar, los chicos cada día aprendían más sobre el cosmos y los santos de Atena.

Eliani solía también entrenar en solitario, había veces en las que parecía que su único interés era mejorar sus habilidades y entrenar, solía ir a la villa sin permiso de Marin de vez en cuando para visitar a la anciana Momo en el mercado o correr por las calles, ya había echo amigos en el lugar con quienes jugar de vez en cuando pero generalmente estaba muy ocupada para ello.

Cuando ya lleva un año en entrenamiento, osea Eliani y Seiya tenian ya 12 años de edad, encontró un cachorro a quien apodo Yuki y le alimentaba de vez en cuando, también jugaba con el y este la solía acompañar a cualquier parte, un oscuro día Eliani caminaba por las afueras del pueblo donde viven los aspirantes a santos y los soldados. Escucha unas risas y un ruido o mejor dicho el llanto de un can, por ello la chica se alarma y comienza a buscar a su amigo.

Los hombres golpean a su amigo bajo un puente a las afueras de la aldea, al ver esto, sin importar que era notoriamente minoría y lo más importarte... Que quizás quede mal herida o algo peor decide defenderlo.

-Déjenlo en paz!-
Eliani se abre paso entre los hombres para proteger a su amigo y los hombres le ven riendo por su heroico pero patético intento de salvar al animal
-Son unas alimañas! ¿¡Porque dañan a un ser indefenso!? Debería darles vergüenza-

Los hombres se observan entre ellos, luego se acercan para comenzar entre todos a golpear a Eliani, esta hace que Yuki escapé y comienza a intentar pelear, quizás este perdiendo pero nadie podría negar que su valentía y perseverancia eran impresionantes.

-¿Porque crees que nos puedes vencer niña? Eres pequeña y débil, ni si quiera puedes mostrar tu rostro!-
El hombre la agarra por el cuello
-Seguramente tu rostro es tan horrible que ni la diosa Atena desea verlo!
La derriba y continúan golpeando, logran quitarle la máscara y la parten a la mitad o mejor dicho en mil pedazos, era un insulto muy grande según lo que Marin le había dicho.

Yuki, quien era mas inteligente de lo que parece, corre rastreando a alguien, a lo lejos siente un aroma que ya le era familiar. Al cabo de unos segundos Aioria, quien paseaba por la oscuridad de la noche, al verle llegar al lugar y este intenta por todos lo miedos llevarle hasta el lugar, quizás tarda un poco pero logra guiar al joven.

-Yuki... ¿Donde me llevas?-
Aioria solo sigue al can algo confundido, a lo lejos bajo un puente logra ver un brillo o mejor dicho un pequeño cosmos que brilla por unos segundos, pareciera como su una pequeña estrella intentará comenzar a brillar
-¿Pero que?...-
Se acerca a paso apresurado y al lograr ver que pasa dentro se asombra muchísimo.

Dentro de la parte de abajo del puente se ve a los soldados quienes atacaban nuevamente en manada a la chica de la cual sale un brillo de su cuerpo, un brillo celeste que al explotar aleja a los soldados por los aires en una especie de ondas expansivas  mientras Eliani cae al suelo inconsciente por el esfuerzo, comienza a ser golpeada muchas veces que comienza a sangrar el doble de lo que ya lo hacía.

-Deténganse!-
Dice Aioria con un tono de autoridad, cuando soldados ignoran su orden se los dice una segunda vez, cuando los vuelve a ignorar levanta su mano y les advierte ya enfadado
-Si no se retiran ahora, sufrirán la furia del león dorado! ¿no ven lo injusto que es? Una niña contra al menos 6 de ustedes... Hombres mayores en altura, fuerza y cantidad, aún así esta niña a logrado resistir y al menos se merece salir de esto con vida, ahora largo!!-
Luego de unos segundos de verse entre ellos la mayoría pensaba rendirse, excepto un soldado que tuvo la genial idea de atacar a Aioria y por ello termina siendo lanzado al menos 5 metros, al ver esto los demás soldados se retiran sin hablar y con rapidez.

Guerreras de AtenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora