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Harry
Se que todo esto será un problema gigante, tanto con papa como con Nancy. Pero debo de regresar a California y ver a Bella.
Los dias han pasado y ya me he ausentado al rededor de dos semanas, he platicado con ella, he mensajeamos e incluso hemos tenido video llamadas. Pero no es igual. Nancy es absolutamente perfecta, y se que debo de estar aqui con ella. Pero tengo un trato con papa y debe respetarlo. Salgo casi a urtadillas de mi habitación con mi maleta en brazos tratando de pasar desapercibido por mis abuelos. Bajo cuidadosamente la escaleras y justo cuando planeo doblar el pasillo hasta la salida un carraspeó de garganta me dejan helado.
- A donde vas?- mi abuela me mira seria.- Acaso eres un cobarde delincuente que tiene que salir de urtadillas de su propia casa?
Su voz es grave y su mirada esta seria.
-Abuela para con los dramas por el amor de Dios solo una vez.- le digo ya algo cansado de que todos quieran dirigir mi vida.
No me dice nada se limita a verme de arriba a abajo, tratando de descifrar algo que aun no comprendo. Me mira al rostro y forza una delgada sonrisa en sus acabados labios al mismo tiempo que levanta una de sus cejas. Se da media vuelta para entrar al estudio de mi abuelo no sin antes decirme que la siga.
- Harry, que esta pasando contigo?- su voz esta cargada de mucha intriga. -Quien es ella?
La miro pasmado por unos momentos. Ella sonrie fragilmente mientras toma asiento en la enorme silla que esta detrás del imponente escritorio de mi abuelo. Con una de sus manos me inca que tome haciendo en la silla frente a ella. La obedesco de inmediato sin dejar de verla a los ojos. Ella saca un gran suspiro para despues recargar su cuerpo sobre la silla.
-Harold, se que tomar estos pasos a tu edad es y puede ser difícil. Se que requiere de un enorme sacrificio. Me entristece tanto ver que el brillo en los ojos de los jóvenes en esta familia se apaga nadamás cumplen 19. Me siento tan responsable, y te veo y se que aunque en frente a todos aparentes estar por primera vez en el mismo canal que Darius, no es asi.- no deja de observar.
-Abuela.- las palabras salen casi a modo de susurro.
- Harold quizás no deba de contarte lo siguiente, pero aun no puedo olvidar la mirada que se perdió en los ojos de Darius hace veinte años, aun siento esa culpa tan viviente. Verlo asi tan carente de emociones, incapaz de expresarle a su hijos lo mucho que los ama. El que sus hijos crean que a el no le importa nada solo me hace sentirme mas culpable.- sus ojos se agrandan.- Se que al igual que Darius tu obedeseras y aunque aun no pasa se que pasara. No quiero perderte a ti tambien y se que Margaret tampoco lo quiere, hijo tu madre es la que mas ha sufrido por todo esto.
-Abuela por Dios.- con un poco de preocupación fijo mis ojos en los de ella.- Que ha pasado, cuentame.
Sin decir nada, saca una brillante llave diminuta y sin decir nada abre uno de los cajones del escritorio sacando una serie de algo parecido a fotografías y me las entrega.
