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Isabella;
Me conoces desde siempre y sabes que siempre digo lo que siento. Por ese motivo creo que debes buscar un amor que no guarde sus problemas, alguien que no sea como yo durante el dia. Alguien que cuando muera de celos jamas te diga nada y que no te haga tantas heridas en el alma, como las que yo te hago. Tienes que buscar un tipo que sea todo un caballero, que tenga una profesión sin problemas de dinero. Alguien que pueda ser amigo de tus amigos y sobretodo alguien que simpatice con tus padres. Debes de encontrar a alguien que se acuerde de las fechas, alguien que nunca hable de más.
Pero sobre todo mi preciosa Isabella, alquien que no sea como yo y que siempre y por siempre cumpla sus promesas.
Por siempre tuyo,
Harry S.
Ya perdi la nocion del tiempo, no se cuantas veces he leido y releido esa maldita carta, la hoja ahora completamente arrugada sobre mi mano y con algunas de las letas ya borrosas a causa de algunas de mis lagrimas derramadas sobre el amarillento papel.
Olor a tabaco, y su un lejano aroma a el se aferran a la hoja sobre mis manos, y solo se que muero y quiero despertar de este maldito maldito sueño que se asemeja mas a una pesadilla. Yo no puedo perderlo, no a el.
Tomo todas las fuerzas en mi cuerpo y con una delicadeza casi exajerada guardo el pequeño pedazo de papel dentro de mi libro, me limpio las lagrimas y me paro de esa vieja banca rogandole a Dios me de las fuerzas suficientes para permanecer de pie y no derrumbarme por la falta de ganas de vivir sin el. Respiro profundo y camino hacia el grupo de chicos que me espera cerca del viejo roble y solo les sonrio de una manera tan convincente que sonrien y empiezan a caminar a mi lado.
Y lo peor de todo no fue perderle a el, si no el hecho de perderme a mi. Y el lo sabia, siempre lo supo desde la primer mirada, desde el primer momento.
