Solo Tú Y Yo》Carl Grimes

Nightmare

—Sin Excepciones...—

Aquel recuerdo en donde Negan mataba a Glenn, no se quitaba de tu cabeza, llorabas cada noche, esa pesadilla se repetía una y otra ves, se llevaron a Daryl, Maggie se fue a Hilltop, Carl ya ni te hablaba, Rick pasa las 24 horas del día buscando provisiones para aquel hombre que les hizo la vida imposible.

Caminabas de manera intranquila por las calles de Alexandria, hoy no querías ver a nadie, evitabas las preguntas de los demás, tenías el brazo lleno de sangre por lo que ibas caminando rápido a la enfermería.

Carl te mira pero no dice nada, desde hace días su relacion se a ido quebrando de poco a poco, y ninguno de los dos a querido recoger los pedazos.

Al llegar a la enfermería, rápidamente Denise te atiende.

—Ya es la tercera ves esta semana— y es que te has escapado de Alexandria buscando el peligro como te decía Denise, sabias que estaba mal, pero matar a Caminantes te relajaba un poco.

Cura tu herida y dice que tenías que descansar un poco, pues en algún momento morirás de desangrado, te habías golpeado tantas veces que tenías poca sangre en tu sistema y Daryl no estaba para donarte.

Sales de la enfermería y cuando sales Tara te empieza hacer una preguntas, talves no se hablaban pero se preocupaba por ti, porque apenas tenías 16 años, apenas una adolescente que vivió cosas que otros no. Te admiraba, eras una chica fuerte y nadie había retado a Negan como la ves pasada en aquella noche cuando mataron a sus amigos.

—Estoy bien...— murmuras llegando a la casa —Solo necesito estar sola-

—Si me necesitas estaré en la vigilancia— la casa estaba en total silencio, lo único que se escuchaba era los dardos que Carl tiraba a la pared, desde hace meses hacia eso y te dolía verlo así, talvez se veía fuerte por fuera pero por dentro era un osito de peluche abrazable.

Llegas a su habitación, pues desde que empezaron su relación, decidieron dormir juntos, así como Michonne y Rick, solo que Negan se llevó los colchones por lo que los dos dormían en el piso.

Abres la puerta y te encuentras con Carl jugando Dardos, sueltas un suspiro y te vas a bañar, te mudas y sales.

Carl te mira de reojo, estabas en la cama improvisada leyendo un libro que te capturo por completo, algunas veces pensaba en la relación de los dos, en como fueron creciendo juntos, pensaba en cómo seria su vida sin ti, tan triste y aburrida, aunque fueras seria y amargada, tu compañía lo completaba,desde la muerte de su madre fuiste la única que lo acompañó en su dolor, porque también habías perdido a un ser querido.

—¿Que te paso en el brazo?— pregunta sin dejar de mirar al frente.

—Solo es un pequeño rasguño— respondes sin dejar de mirar el libro, Carl deja de jugar y te mira con seriedad —me golpeé con una rama— dices al ver su cara, Carl sigue jugando y tú  leyendo. De algún modo el silencio te ponía algo incómoda, después de todo, parece que hablar entre ustedes es un reto difícil. Te ríes internamente cuando Carl sigue intentando sin lograr ningún tiro al blanco. Te levantas y agarras un dardo para luego tirarlo. —Y con el brazo malo— sonríes con burla al ver la cara de frustración de él.

—Al menos tienes dos ojos...— susurra intentando nuevamente. Te sentiste mal por ese comentario, sabías que seguía algo enojado por el hecho de no tener ojo, no puedes decir que lo entiendes porque no es así. Pones tu brazo alrededor de su cuello, te pones de puntillas pues era más alto que tú, y besas su mejilla. Sus mejillas se ponen de un color rosado lo cual te da ternura, suelta una risa nerviosa y esconde su rostro en su cabello.

Por un momento se quedan los dos mirándose como si fueran los únicos en el universo, Carl acaricia tu mejilla y van acercándose de poco a poco.

¿Porque estoy nerviosa? No es la primera ves que nos besamos.

Sin embargo, aún sigues sin creer ser la novia del mini Sheriff, tomas impulso y lo besas, hace mucho no se besaban por lo que hacerlo era algo...¿Vergonzoso?.

Pones tus brazos alrededor de su cuello y él en tu cintura, los dos se separan con las respiraciones agitadas.

》Te amo— dicen al unísono, riendo nerviosamente, Carl agarra tus manos y las acaricia.

—¿Hace cuanto no veo la luz del sol?— pregunta agarrando su mochila y empezando a caminar hacía la puerta, salen de casa y van hacia su lugar secreto, el cual era el bosque.

Al adentrarse los dos van a una pequeña cabaña, semanas atrás habían adornado y redecorado una pequeña cabaña para los dos, salían a buscar provisiones cada dos días a la semana. La pasaron todo el día leyendo o comiendo, ya a las 7 p.m. decidieron dormir un poco.

~•°~

Te despiertas al escuchar un estruendoso ruido en la cocina, miras a tu lado y Carl seguía dormido, por lo que decidiste ir sola.

Al llegar no ves a nadie, solo una rata que paso corriendo por ahí, miras las escaleras en donde baja Carl rascándose los ojos.

—¿Que pasa?—niegas con una sonrisa a lo que el corresponde de inmediato.

—¿Te desperté?— él niega.

—Tuve una pesadilla... no te vi en la cama así que vine a buscarte.—

—¿Una pesadilla?— él asiente con las mejillas sonrojadas —El bebé Grimes tuvo una pesadilla?— empiezas a reír.

—¡Yo te digo nada cuando tú las tienes!.—

—Bueno me calmo... ven, vamos a dormir— agarras su brazo y caminan nuevamente a la habitación, una ves ahi los dos se acuestan, solo que esta ves Carl estaba entre tus piernas y con la cabeza en tu pecho, imagen comprometedora pero ahora mismo los dos no pensaban en nada de eso. Acaricias su no tan largo pelo y dejas besos en su cabeza.

—¿No crees que es raro?— empieza hablar Carl luego de unos minutos de silencio, abres los ojos por tal pregunta.

—¿Que cosa?

—Que seamos pareja... me siento... raro... fuimos amigos desde que todo esto empezó y hasta ahora lo somos...— suspira —¿Puedo preguntarte algo?.—

—Ya lo hiciste— ríes y quitas su sombrero.

—¿Quieres tener una familia conmigo?— su ojo te mira con un brillo que jamás en la vida se había visto en él, los dos se amaban profundamente.

—¿A que se debe esa pregunta?— acaricias su mejilla sonrojada, Carl suelta un suspiro y pone nuevamente su cabeza en tu pecho.

—Responde

—Te amo Carl, Claro que tendría una familia contigo— besas su frente, él se da la vuelta y besa tus labios.

—Yo también te amo—