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Al abrir sus ojos verdes, Hipo se estiró y miró a Chimuelo, que parecía estar protagonizando el espacio. -¿Qué pasa amigo? No me despertaste antes del amanecer para ponerme en marcha esta mañana- Durante los últimos cinco días no ha hecho nada más que volar todo el día, tomando nota de las diferentes cosas que pasó para poder llevarlas a casa después de encontrarla. Permaneciendo en el mar desde la bestia desconcertante era un dragón que habitaba en el mar. ¡Estaba empezando a pensar que la sacaron de este país!

Pero cuando Chimuelo no se movió y siguió mirando por el borde del acantilado, Hipo le dirigió una mirada extraña mientras caminaba para pararse junto a él. -¿Qué sucede Chimuelo?-Pero cuando miró hacia abajo, lo fulminó con la mirada. Era la bestia desconcertante. Eso parecía estar haciendo todo lo posible para no mirarlos. -Bueno, sabe que eres su alfa ahora-

Pero fue el sonido de un grito de una niña lo que atrajo su atención hacia las cabañas mientras entrecerraba los ojos. -Bueno, me pregunto si esa es ella-Pero lo que vio lo hizo jadear cuando sus ojos se abrieron más y luego se entrecerraron. La bestia desconcertante controlaba la otra Furia Nocturna. 
-Por su color creo que sería una furia luminosa- susurró Hipo mientras observaba, cayendo de rodillas mientras lo veía sacarla de la choza, puso su mano sobre la cabeza de Chimuelo. -Vas a tener que actuar como alfa con esa cosa Chimuelo. Esa es la única forma en que vamos a llegar allí para sacarla sin pelear-

X

Cuando Luz finalmente la dejó ir, Mérida se puso de pie al instante cuando se volvió hacia ella. Ahora tenía los ojos rasgados en lugar de los ojos grandes y gentiles que había visto en los últimos días. -¿Qué pasa chica? ¿Qué pasa? ...-

-Ella está bajo el control del alfa-

Girándose ante el sonido del tipo Mérida jadeó cuando cayó de espaldas cuando vio al tipo que hizo que Luz la tomara, pero detrás de ellos había un dragón que hizo que su castillo pareciera que no era más que un juguete para el muchacho, incluso con su colmillo perdido.

Riendo mientras se acercaba y se paraba al lado de la Furia luminosa, Alpha se la golpeó en la cabeza, golpeándola contra el suelo y poniendo su pie sobre su cabeza. 
-Puedes pensar que te has hecho amigo de ella. Pero mientras ese alfa esté cerca. Ella ni siquiera sabe quién eres. Y todo es gracias a él-

Mirándolo mientras apretaba las manos a su lado, Mérida estaba indignada. Un par de semanas con ella y supo que quería conservarla si podía. Irrumpiendo hacia él, fue capaz de atraparlo con la guardia baja y abofetearlo en la cara. -¡Cómo puedes hacerle eso!-

Alpha la fulminó con la mirada, Alpha la golpeó y la envió al suelo donde yacía en un montón inconsciente. 
-Ponla en la jaula más pequeña lejos del dragón-

-¿Señor?-

Girando y mirando a la bestia desconcertante mientras enviaba a la Furia luminosa a su jaula y Stench levantó a la chica a la que miró. -Fue el vínculo entre Hipo y ese Furia nocturna suya lo que condujo a la muerte de mí padre. Y él perdió su colmillo. Cuando esa Furia nocturna este cerca, ya no es el alfa, sino esa bestia negra. Si se une lo suficiente con ella, podría ser malo-

-¿Entonces, que vamos a hacer?-

Girándose para ver a Alvin caminando hacia ellos, sonrió. -Ya era hora de que llegaras primo. ¿Hiciste tu parte?-

-Yo si-Luego miró a la niña bonita en los brazos de los otros chicos. 
-Entonces esa es la princesa ¿verdad?-

Caminando y colocando la hoja de su bastón sobre el cuello del viejo hombre, lo fulminó con la mirada. -No la toques. Tengo la llave que desbloquea esas jaulas. No podrás acercarte a ella, así que ni lo intentes-

Destinado a ser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora