-Elinor! ¿Dónde estás amor?- Fergus trepó sobre el castillo medio destruido con ojos frenéticos. ¡Tenía que encontrarla a ella y a los niños!
-¡Chicos! ¡Elinor!-Empujando sobre las rocas y tropezando con su pata de palo, trató de abrirse camino hacia el último lugar donde los vio ir. Solo tenían que estar vivos!
-¡Fergus!-
Al escuchar la voz de su esposa, se detuvo y se congeló. -¿Dónde estás?-Luego jadeó cuando escuchó un golpeteo. ¡Después de eso empujó rocas, piedras y estatuas fuera del camino hasta que llegó a la puerta detrás de los tronos! ¡Era una habitación segura añadida cuando nació Mérida! -¡Elinor!-
-¡Aquí dentro!-
-¿Los chicos?-
-Ellos están aquí también. Estamos bien, solo necesitamos salir-
-Un paso atrás-Fergus luego se volvió hacia sus hombres. -¡Están aquí! ¡Ayúdame a sacar a este maldito oso de piedra del camino para sacarlos!- Acompañados al menos por sus hombres, pudieron empujar lo que era un pilar de piedra lejos de la puerta. En el momento en que lo abrió, atrapó a su esposa y tres niños en sus brazos con un suspiro de alivio. -Gracias a Dios que todos están bien-
De pie otra vez, con lágrimas brotando de sus ojos, Elinor miró a su alrededor. -Nuestra casa-
-Podemos arreglar la casa. Sin embargo, ahora tenemos que irnos-
Agarrando su brazo mientras se giraba para alejarse de sus ojos, estaba frenética. -¿Qué pasa cuando Hipo nos trae a Mérida? Si no estamos aquí, ella pensará que ...-
-Déjale un mensaje. De alguna manera. Vamos a ir con Estoico. Es el único lugar que conozco seguro de que podemos estar a salvo si ese maldito dragón ataca- Luego se volvió y puso las manos sobre los hombros de su esposa. -Conoces a tu chica tan bien como a cualquiera. Piensa en una manera de hacerle saber que estamos bien y dónde estamos. ¿Verdad?-
-Correcto-
Elinor vio a sus hijos alejarse y comenzó a repasar todas las cosas que podía hacer mientras caminaba de un lado a otro. Tenía que resolver algo. Pero ella no sabía cómo hacerlo. Mirando hacia arriba, jadeó mientras flotaba hacia ella era el tapiz reparado. ¡El que había estado haciendo para su compromiso desde el día en que nació!
Alcanzando y atrapándolo, dejó caer aún más lágrimas mientras sonreía a medias. -Ella lo notará de inmediato- Luego se puso a trabajar para encontrar un palo largo y una cuerda. Una vez que lo sujetó al palo, lo talló cuidadosamente en un código. Una vez que terminó, sonrió.
-Hemos ido a la isla donde en las alas tocas las nubes--¿Qué es eso amor?-
Poniéndose de pie mientras miraba a su esposo, ella giró sus ojos. -Estoy seguro de que Mérida e Hipo descubrirán que estamos hablando de Berk con esto-
-Está bien, ya veo-Luego miró hacia el mar. -Es hora de irnos ahora. Había una nave que no sufrió ningún daño-
-Está bien. ¿Dónde podemos colocar esto?-
Tanto Fergus como Elinor sonrieron cuando los muchachos lo agarraron y treparon al punto más alto que pudieron alcanzar a través de los escombros y lo clavaron en las piedras. Ondeando en el aire como una bandera. -Espero que esté a salvo. Odio irme-
-Ese chico la mantendrá a salvo. Lo vi en sus ojos. No dejará que nada le pase. Ahora voy a trabajar como tu esposo y su padre. Manteniéndolos a salvo hasta que todos estemos a salvo en casa y juntos-
-Correcto-
X
Hipo sonrió mientras revisaba el ala de Luz -Curando bien. Cuatro días y se está curando más rápido de lo que pensé que lo haría. Sigue así, dentro de tres días seguramente podremos volar con ella completamente curada-
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Destinado a ser
FanfictionDespués de que Astrid le rompiera el corazón, Hiccup es enviado a ayudar a un amigo de su padre. ¡Pero no solo se sorprenderá cuando conozca a Mérida, sino que también hay una furia luminosa femenina! ¿Qué sucederá cuando quedan varados en una isla...