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Con un pequeño gemido, Mérida parpadeó mientras dejaba que su cabeza girara hacia un lado. -Oh, mí cabeza-Cuando sintió el aliento en su rostro, abrió los ojos por completo para encontrar a Luz mirándola con una sonrisa desdentada y ojos preocupados. -¿Luz?-

Riendo cuando la sintió empujar su rostro, levantó la mano y se frotó la cabeza. -¿Cómo estás?- Cuando comenzó a sentarse, le agarró un dolor en la cabeza. -Ay-

-No me movería demasiado en este momento si fuera tú. Recibiste un duro golpe en la cabeza-

Mirando para ver a Hipo pasar junto a ella con un brazo lleno de madera, parpadeó. -¿Que pasó?-

-¿Recuerdas los picos?-Hipo dejó caer la leña al lado del fuego y comenzó a agregar algunas piezas de una en una. Cuando ella no dijo nada, él la miró y sonrió a medias. -Justo en cuanto comenzamos a subir en el aire, las espinas volaron desde el lado de la montaña. Uno atravesó el borde de su ala y tú comenzaste a descender-

Sacudiéndose alrededor de Mérida miró el ala de Luz para ver la pequeña herida que estaba cosida. -¿Tu hiciste eso?-

Poniéndose de pie mientras cruzaba los brazos asintió. -Lo hice. Le tomará al menos una semana sanar lo suficiente como para que pueda volar un poco en ese momento-Al mirarla, hablaba en serio. -Conoces este país mejor que yo. Me llevó cinco días volar todo el día para encontrar dónde estabas. Pasé como seis castillos. ¿Tienes alguna idea de dónde estamos?-

Abrió mucho los ojos y lo miró con miedo. -¿Estás seguro de que ya pasaste seis castillos?-

Metió la mano en el bolsillo, sacó un trozo de papel y lo miró. -Sí. Pasé el sexto castillo ayer-

Dejando caer la cabeza en sus manos, suspiró. -Oh hombre. Al menos estamos en la isla-

-¿Quienes son?-

Mirando hacia arriba cuando él se sentó a su lado, ella puso sus manos en su regazo. -Son las trampas del Clan Dingwall. Son despiadados y ...- Bajó la cabeza por completo mientras apretaba las manos. -Y han intentado varias veces para secuestrarme-

-¿Por qué?-

-Debido a una situación que sucedió entre mi madre y yo hace un par de años. Ya ves, siendo la princesa se esperaba que hiciera lo que me dijeron. No lo hago tan bien-

-Entiendo eso. Yo tampoco escucho a mis padres- Hipo no pudo evitar reírse de eso.

-Bueno, hace un par de años querían establecer mi compromiso. Querían arreglar un matrimonio con un completo desconocido y yo simplemente no estaba lista. Al final funcionó. No me obligaron a comprometerme con ninguno de los dos. ellos. MacGuffin y Macintosh no estaban contentos con eso, pero entendieron lo que estaba sucediendo y nos hemos mantenido en paz con ellos. Pero el Clan Dingwall fue diferente. Juraron que no se detendrían hasta que me tuvieran-

Dejando caer algunas lágrimas, parpadeó. -Uno de mis hermanos perdió algunos dedos en un ataque para tratar de atraparme la última vez-Temblando, cerró los ojos tan fuerte como pudo. -Yo solo….-

-No hay nada de qué preocuparse de ahora en adelante-Hipo sonrió ante su mirada sorprendida y suspiró cuando vio sus lágrimas. -Por un tiempo, mientras esté aquí, no dejaré que te atrapen. Y incluso después de que me vaya a casa, la tienes ahora-

Mirando para ver a Luz saltando y jugando como un niño con Chimuelo, sonrió mientras dejaba de temblar y se relajaba. -Eso es verdad-

Con una sonrisa, se puso de pie y caminó hacia Chimuelo mientras lo alcanzaba. -Una vez que ganes su lealtad, nunca se apartarán de tu lado. Por la forma en que ella ha estado desde que fuiste noqueada, ya te la has ganado-

Destinado a ser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora