El lunes se presentó en el aula de Hyunjin unos minutos antes de que empezara su clase. Había tenido que subir al piso de arriba y quizá él mismo llegaría tarde, pero solo le importaba una cosa.
—¿Innie?
Se giró hacia el chico, que tenía el ceño fruncido, mientras el rubor le ascendía hasta las orejas. Se apresuró a quitarse el collar y a tendérselo.
—¿Qué es eso?
Jeongin estaba mirando hacia el suelo con los ojos cerrados a la espera de que el mayor cogiera el objeto, pero cuando lo escuchó, sintió que su corazón todavía se rompía más.
Entonces Hyunjin lo tomó entre sus manos y lo miró con fijeza.
—¿Lo tenías tú?
—Te lo dejaste la última vez.
—Ya lo daba por perdido. Gracias.
Jeongin asintió y dio media vuelta, dispuesto a marcharse.
—¿Recuerdas lo que significaba para nosotros?
Se quedó petrificado. No quería recordar nada del pasado, no si luego iba a dolerle más.
—Ojalá pudiera olvidarlo.
—¿Por qué? —preguntó Hyunjin.
El menor pudo atisbar dolor en su voz, pero poco le importó. A él le dio igual su tono de voz cuando le echó de su casa.
—Porque así no pensaría en ti cada vez que lo veo. Odio pensar en esos momentos. Para mí es como si no hubieran existido nunca.
Mentía, claro, pero Hyunjin guardó silencio durante unos segundos.
—Sigues enfadado.
—¿Qué te esperabas? —preguntó Jeongin, volviendo a girarse hacia él.
Verle la expresión logró que el mayor diera un paso atrás y entreabriera los labios.
—He estado esperando durante un año entero a que te arrepintieras realmente de lo que pasó, a que volvieras a ser tú y a que dejaras de esconderte en quien no eres. Pero un año es mucho tiempo, hyung, y estoy harto de esperar. Si cuando alguna de esas cosas pase necesitas a alguien, ya sabes dónde encontrarme... Hasta entonces...
Jeongin no dejó que Hyunjin respondiera, sino que fue deprisa a las escaleras y las bajó de dos en dos para ir a clase.
Cuando la jornada llegó a su final, el pequeño no se veía con suficientes fuerzas como para volver a casa, así que, siguiendo la que parecía ser su nueva rutina, decidió pasar la tarde en el bajo.
Ese día necesitaba sacar todos sus pensamientos de alguna manera, por lo que encendió la linterna del móvil, sacó una libreta de su mochila, y se centró en sus escritos. Estaba tan absorto en ello que no escuchó ni la puerta principal abrirse con cuidado ni los pasos silenciosos que siguieron. Solo alzó la cabeza con el pulso repentinamente acelerado cuando la puerta se abrió.
Su corazón martilleó todavía con más fuerza cuando se dio cuenta de que era Hyunjin.
—Creo que Hyung te necesita.
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I Smile [Hyunin]
FanfictionJeongin necesitaba un refugio, y no necesariamente debía ser un lugar. --- -Actualizado-