Querida Anabella

X

Querida Anabella,

son las 3:21 am y no he podido reconciliar el sueño pensando en que hacer conmigo y con estas cartas.

No sé si dejar de ilusionarme con que algún día me puedas responder o que en cualquier momento te pueda volver a ver. Sé que es algo imposible, pero te seré sincero; me gusta lo imposible y, tal vez, eso explica mi razón de amarte de esta manera.

Estoy con un lápiz gráfico en la mano y con una goma de borrar, intentando con esto poder o simplemente creer borrar nuestra historia que en algún momento fue preciosa como tus cristalizados ojos azules. Pero sé que será imposible. También estoy con mi computadora viendo, como cada noche, tus fotografías y algunos de tus antiguos mensajes. Y vuelvo a repetirlo: no sé que hacer conmigo.

—Un chico enamorado.