IV

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Querida Anabella,

Aún conservó aquéllas fotos en las que salíamos tomados de la mano y en las que nos veíamos felices, tan felices que te sorprenderias y te contagiarias de esta sonrisa que llevó ahora.

De haber sabido que terminaría así; mandando cartas en anonimato, nunca hubiese tomado esas adorables fotos. Aunque las puedo borrar, eso es lo que quiero, pero no debo y no puedo. No puedo olvidarte y tampoco quiero eliminar aquellos recuerdos que me hicieron actuar de una manera inexplicable; como un enamorado... un tonto e infeliz enamorado que sigue en busca de esa persona que en algún momento también estaba como yo, pero que, lamentablemente, a desaparecido de la tierra y de mi triste mirada.

—Un chico enamorado.

Querida AnabellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora