CAPÍTULO 5/6

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Kara respiró profundamente mirando a su alrededor.

Su nuevo empleo le fascinaba.

Al mando de Cat Grant le ponían a redactar e incluso salir a investigar por su cuenta las cosas.

Después de todo Lena le había conseguido una entrevista de trabajo para CatCo, quedó entre cinco personas más. No era una compañía de medios cualquiera, era la más grande compañía de medios de la ciudad y de Estados Unidos.

Desde que entró había escrito cinco artículos, los cinco con su nombre escrito en la plana y que tenían éxito ya que hablaba siempre de la igualdad que se merecía tener el país, tanto de razas de color como del género, pero sabía que le leían personas de la raza de la que provenía que entendían el doble sentido.

Hablaba por todos.

Cuando salía del trabajo se dirigía a la casa. Una casa de dos pisos con varias habitaciones, la sala de estar principal, la cocina, el comedor, un patio grande y piscina. Realmente se lució cuando la compró, a Lena no parecía agradarle mucho la frase "humilde morada".

Se metió a la habitación que compartían mirando un par de maletas ya listas, aún faltaba una suya para irse a la mansión Luthor en cuanto antes.

— Llegaste temprano. — Escuchó a Lena al mismo tiempo que levantaba la vista para verla, recibió un cálido beso en los labios. — ¿Cómo están? — Se agachó la CEO a la altura del vientre de la rubia que se veía un poco abultado para darle un par de besos.

Tenía mes y medio de embarazo.

Y Lena pensaba que serían más de dos.

No creía mucho que su pequeño cuerpo resistiera para dos bebés, mucho menos para tres o cuatro, esperaba que Lena no fuera tan fértil... O, ella fuera tan fértil.

Terminó con Lena por el mero hecho de que ahora tenía el trabajo de sus sueños, además de tener respeto de su propia familia por estar unida a un licantropo de buena familia y de las más antiguas, al parecer Lena descendía de un clan, de una manada que se habían hecho llamar "El Clan Thorul" que si no fuera tan fan de la literatura, de las letras en partículas, la gramática no encontraría significado a que esa palabra llevaba las misma letras que Luthor.

¿Por qué una familia tan antigua como la de Lena se cambiaría el apellido?

— Ya quiero que nazcan nuestros bebés. — Se escuchaba emocionada la joven Luthor. Se irguió volviendo a besar los labios de la rubia de una forma lenta. — ¿Tú no?

— No tengo de otra, Lena... ¿Pero no estás molesta? Tu madre prácticamente nos dio algo para que las pastillas que yo tomaba no me hicieran efecto.

— ¿Sigues con eso? — Elevó una ceja.

— Sí, tu madre hizo algo. — Acusó. — De todos modos, no significa que no querré al bebé, es sólo que... — Se quedó en silencio abrazando a la Luthor.

— ¿Qué?

— No quiero que sea como yo, quiero que sea como tú: perfecta, con hermoso cabello, ojos verdes, una esbelta figura...

— A mí me encantaría que tuvieran tus ojos. — Confesó. — Tus encantadores ojos azules como el cielo, tu cabello rubio ondulado, tu...

— ¡Ya basta! ¡Quiero que sea como tú y punto! — Le tocó la punta de la nariz con su dedo índice.

Lena sólo le sonrió un poco.

. . . . .

— Ocho años atrás. —
. . . . .

HERENCIA DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora