Capítulo 2

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Los días pasaron y Jeno se encontró a sí mismo buscando más del hermoso chico que captó maravillosamente su atención. Vio más de sus películas, y decidió mirar algunas de sus entrevistas, sorprendido por la cantidad de visitas que cada video sobre él tenía.

Jeno quería más. Quería verlo otra vez, hablarle y escuchar su melodiosa voz en persona, pero todo lo que podía tener por ahora eran esos videos y entrevistas en los que lucía deslumbrantemente hermoso, cada atuendo siempre resaltando por sus diseños únicos.

―Eres conocido por ser bastante andrógino, ¿cierto? ―el entrevistador preguntó mientras Jaemin miraba sutilmente a la cámara.

―Soy conocido por ser bueno en mi trabajo, señor ―respondió con una linda sonrisa, haciendo reír a la audiencia. A lo que Jeno rio también.

Y así fue yendo de entrevista en entrevista, aprendiendo más del intrigante personaje que era Na Jaemin. El chico no tenía filtro, pero sin perder la clase. Eso fue algo que notó después de su conversación en el balcón, todavía sintiendo el agarre de Jaemin alrededor de su corbata.

Aquello provocó que Jeno se desajustara un poco la prenda, dándose cuenta de que estaba solo en la habitación y que no estaba obligado a usarla en ese momento. Así que, con un suspiro, modificó su atuendo para sentirse más cómodo, arrojando la corbata al suelo.

―Esa va por ti, Na Jaemin.



Jeno comenzó a acudir a galas más seguido, recibiendo halagos por dejarse llevar más por su lado artístico. Lo que ellos no sabían, era que él solo asistía con la esperanza de encontrar al chico de los labios brillantes y sonrisa luminosa. Sorpresivamente, Jaemin no se hallaba por ninguna parte.

Los ojos de Jeno buscaban en medio de la multitud, pero sin ningún resultado. Extraño, pensó.

Estaba casi seguro de que Jaemin había asistido a aquella gala, pero no había lugar donde el chico pudiera ser visto. Jeno se sintió algo decepcionado, pero intentó disfrutar de la noche, a pesar de que continuó buscándolo a discreción.

Frustrado, se disculpó para ir al baño. Necesitaba refrescarse. ¿En qué estaba pensando, siquiera? Se sintió ridículo y ligeramente avergonzado de sí mismo por haberse esforzado tanto en buscar a un chico que probablemente no quería tener nada que ver con él, y se sintió estúpido.

Hasta que abrió la puerta del baño.

Lloriqueos amortiguados pudieron escucharse, enviando el corazón de Jeno hacia un rincón, destrozándolo en su pecho. Jaemin estaba en el piso con la espalda contra la pared, tirado con las lágrimas cayendo por su rostro y el maquillaje corrido en sus mejillas, su cuerpo temblando ligeramente.

Jeno se precipitó a un lado de Jaemin, arrodillándose para llegar a su nivel.

―Dios santo, ¿qué ocurrió? ¿Está lastimado?

La voz de Jeno se llenó de preocupación mientras acunaba las mejillas de Jaemin en sus manos, intentando que el pánico no se apoderara de él. Miró a su alrededor, notando una jeringa en su mano.

―Ayúdeme ―la voz de Jaemin temblaba debido a las lágrimas mientras jadeaba por aire―. Sáqueme de aquí, por favor... nadie puede verme así ―Jaemin suplicó y Jeno rápidamente lo ayudó a levantarse mientras llamaba a seguridad, indicándoles que entraran y se lo llevaran discretamente.

En un instante, Jaemin fue dirigido a la limusina por la puerta trasera, lejos de los ojos y las cámaras. Estaba en el asiento trasero, solo y con el presidente en persona mientras sollozaba silenciosamente, con su cabeza reposando contra la ventana cerrada. Jeno no dejaba de mirarlo con la preocupación plasmada en el rostro.

[TRAD] National AnthemWhere stories live. Discover now