Corría hacia la torre de Hokage, ¡Sasuke-kun estaba aquí! ¡En la aldea!
. — ¡Sakura! —me detuvo Kakashi-sensei— ¿a dónde vas?
. —Sasuke—dije con la respiración entre cortada—está aquí. Me avisaron en el hospital.
. —Él ya se fue...
Negué con la cabeza, eso no podía ser cierto. Sasuke no se iría sin vernos a Sarada y a mi primero, ¿verdad?
Me solté de su agarre y corrí con más fuerza. Destruí la puerta de la oficina, los ojos de Shikamaru y Naruto se clavaron en los míos. No había nada que decir...era cierto...Sasuke se había ido.
Caminaba por la aldea, sin ganas. Con los años me había convencido de que Sasuke me amaba, que amaba a Sarada, pensaba que su ausencia era una forma de protegernos porque nos amaba.
Estaba equivocada, nos había olvidado y lo peor de todo era que, a pesar de todo esto, en el fondo de mi corazón lo amaba y siempre lo haría.
Pensaba en todas estas cosas cuando Kakashi-sensei salió a mi encuentro, ¿cómo era posible que él siempre estuviera cuando más necesitaba de alguien?
. — ¿Estas bien? —se preocupaba por mí, era evidente.
. — ¿Cómo puedo estar bien si estoy enamorada de él?
. —No creo que sea sano que sigas así Sakura.
. —Lo he amado desde que pudo recordar, no sé vivir de otra manera.
Kakashi-sensei tomo mi mano y entrelazo sus dedos con los míos—entonces tú sensei te enseñara.
Me deje guiar hasta su casa. Estaba perfectamente limpia, me daba una sensación de calidez y familiaridad; tal vez tenía más que ver con el hecho de que su mano sostenía la mía.
Recuerdos calientes de la última vez que estuve ahí me provocaron un cosquilleo en el abdomen que bajaba hasta mi intimidad.
Kakashi-sensei tomo el espejo de la pared, se sentó en el sillón y colocó el espejo a su lado. Yo me quede parada en medio de la estancia.
. —La lección de hoy es...amor propio—sus ojos se clavaron en los míos. Deseaba besarlo—desnúdate.
Obedecí a mi sensei y removí toda mi ropa de la forma más sensual posible—acércate—obedecí y me detuvo justo frente al espejo, se colocó detrás de mí, con sus manos en mi cintura, su boca se acercó a mi oído, su aliento me hacía cosquillas—dime que ves.
Mi reflejo me devolvía la mirada, me recorrí a través del reflejo.
Mi piel blanca se veía sonrosada por la excitación, tenía pequeñas cicatrices de aquellas primeras batallas; no había dejado de entrenar, mi cuerpo se veía firme. Mis pezones se veían rosados y delicados en medio en mis seños, mi abdomen estaba ligeramente marcado y plano, mi cintura se veía estrecha y pequeña entre las manos de mi sensei; mis muslos estaban firmes, torneados.
. —Veo...una mujer que ha florecido, que es hermosa—Kakashi-sensei comenzó a dejar besos sobre mis hombros. El sello de mi frente llamó mi atención, era una especie de medalla que revelaba mi trabajo duro y el esfuerzo de años de entrenamiento con Tsunade-sama—veo a una mujer fuerte también. Una que ha superado sus propios límites—Kakashi-sensei sonrió contra mi piel.
. —Ahora quiero que cierres tus ojos y esperes un momento—obedecí a lo que me decía. Después de unos instantes sentí que colocaba algo sobre mis ojos, sentí que se apretaba detrás de mi cabeza. Abrí los ojos y solo había oscuridad, estaba vendada—quiero que hagas lo que mi voz te indica, ¿puedes hacerlo?
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Aprendiendo De Mi Sensei
RomanceKakashi acaba de regresar de una misión que lo mando al hospital. Tras recuperarse, una solitaria Sakura va a su casa, donde su sensei aún tiene lecciones que enseñarle. Los personajes, así como el universo de Naruto, pertenecen a Masashi Kishimoto...