____descubrirá que su vida vale más de lo que ella cree y que no debe estar sola por siempre, además de regresar a el lugar que agitaba sus recuerdos de la infancia
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Narra la narradora
Era un día soleado de plena primavera, la plaza sterp se encontraba repleta de niños los cuales jugaban felizmente con sus familias disfrutando del hermoso día. Aunque claro este no es el caso de todos no muy lejos de dicho parque se encontraba el hospital psiquiátrico TCMYM cuya siglas significaban : Te Cuidanos Mimamos Y Mejoramos, sin embargo estas letras significaban otra cosa para cierta niña de azules. Ella las veía como tortura cirugía maltrato y muerte, y francamente no tenia razón por la cual no verlo así.
Aisha Robinson era una niña cuyos padres decidieron ingresada al hospital psiquiátrico, asegurando que su hija estaba demente. ¿La razón? Ella se la pasaba constantemente hablando sola, como si hubiera miles de personas invisibles rodeándola.Sin embargo, Aisha sabía que esa no era la única razón. Desde su punto de vista ella siempre fue una carga para ellos y simplemente buscaban una forma de deshacerse de ella, y claro cuando les dijo a sus padres que estaba hablando con sus amigos, les dio la oportunidad perfecta para quitársela de encima.
La madre de aisha era una mujer joven y bella que se dedicaba a estafar personas, mientras que su padre era un alcohólico y traficante de drogas. Claramente a ninguno de los dos les importaba ni un poco la niña, los que causó que ella empezara a crear amigos imaginaron que le brindaran el amor y cariño que tanto anhelaba.
Volviendo a la actualidad ella se encontraba mirando por la ventana, como a lo lejos los padres jugaban con sus hijos. Sus padres nunca la habían llevado a una plaza, ellos nunca habían jugado con ella, mucho menos la habían abrazarla…
Despegando su mirada de la ventana la niña se acercó a su cama donde se sentó y tapó por los hombros con una vieja y sucia sábana.
Aisha:¿podemos ir a la plaza mami? - pregunto tranquila mientras miraba sobre su hombro, como si en lugar de una sábana lo que la envolviera fueran los brazos de una afectuosa madre- me gustaría usar las hamacas…- dijo para posteriormente guardar unos segundos de silencio- ¿en serio me compraré un helado?......puede ser de frutilla…
Fuera de la habitación se encontraban los dos doctores a cargo de la niña, mirándola a través de la pequeña ventana que había en la puerta.
Doctora: ya empezó devuelta…- dijo fastidiada - esta mocosa no entiende
Doctor: iré a preparar el cuarto blanco…- dijo para luego marcharse.
Un par de minutos después, mientras la niña reía débilmente aferrándose más a la sabana, entraron dos hombres fornidos a la habitación alertando a la niña, quien automáticamente dejó de reír.
Estos no tardaron mucho en tomar bruscamente a la niña de los brazos sacándola de la cama y empezaron a arrastrarla fuera de la habitación.
Aisha: ¡¡¡MAMI!! ¡¡¡AYUDA POR FAVOR MAMA!!!- gritaba desesperada la niña, mientras era llevada por los guardias hasta el cuarto blanco.
Una vez allí la ataron a una camilla dejándola completamente inmovil.
Doctor: hola aisha¿como estas?- preguntó el doctor con falsa amabilidad.
Aisha: Suelten por favor yo so-lo qui-quiero estar con mi mami- dijo con un hilo de voz mientras sus mejillas se miraban con sus lágrimas.
Doctor: ese es el problema aisha tu mamá no estaba en ese cuarto-dijo para luego activar un interruptor causando que una fuerte descarga eléctrica golpeara a la niña haciéndola gritar a todo pulmón mientras pedía piedad…
Luego de un par de minutos apago la maquina.
Doctor: ¿dónde está tu mamá?- le pregunto el doctor
Aisha: en e-n mi hab-itacion -dijo llorando débilmente.
El doctor la miró fastidiando y volvió a prender la maquina electrocutado a la niña. Así sucedió tres veces más, cada una más dolorosa que la anterior.
Doctor: repito ¿dónde está tu mamá?
Aisha: e..en m-mi c-uuarto- dijo a duras penas causando que el doctor completamente furioso volviera a electrocutarla.
Doctor: ¡¡¡ENTIÉNDELO DE UNA VEZ TU MAMA NO TE QUIERE, TE DEJO AQUÍ PORQUE NO LE IMPORTAS UNA MIERDA, NADIE ESTÁ ESPERÁNDOTE EN TU CUARTO Y NADIE NUNCA LO HARÁ!!!- grito para luego apagar la maquina- ¿¡¡¡donde esta tu mamá!!!?
Aihsa: e-ella….n-o está…- dijo devil y de forma vacía, mientras tenía la mirada completamente perdida.
Tras esto el doctor sonrió satisfecho y la desató de la camilla, sin embargo estas no se movió en lo absoluto.
Luego de anotar un par de cosas en un viejo cuaderno, el doctor salió de la habitación asegurando que volverían unos segundos.
Aisha: estoy sola…- dijo aun con la mirada perdida, mientras empezaba a escuchar diversas voces en su cabeza- no me quieren, nadie me quiere….
La sucesión del edificio se apagaron de repente, causando que las luces de emergencias se prendieran. Segundos después se empezaron a escuchar disparos.
Aisha recorrió la habitación con su mirada hasta que esta cayó en la lapicera que había dejado el doctor la cual se encontraba sobre una pequeña mesita, instantáneamente las voces en su cabeza empezaron a escucharse más fuertes.
La niña se acercó a la mesita y tomó la lapicera con ambas manos, mientras se dejaba guiar por las voces, causando que con toda la fuerza que tenía se apuñalaba con esta en unos de los ojos.
Aisha: AHAAAA!!!-grito de dolor mientras se tapaba el ojo afectado con las manos y se dejaba caer al piso refugiándose en una esquina de la habitación, mientras las voces en su cabeza continuaban gritando.
Se quedó en esa posición un par de minutos hasta que la puerta del cuarto se abrió. Segundos después escuchó un par de pasos lentos acercándose a ella.
×××: ¿aisha? - escucho como la llamaba una melodiosa voz femenina, por lo que levantó la cabeza y con su ojo sano logró ver a un mujer alta y bañada en sangre con unos llamativos ojos rojos.
A pesar de lo gore de la situación ella pudo notar como la mujer la miraba con cariño y compasión, como nunca antes la habían mirado en su vida.
Aisha: ¿si?- preguntó temblorosa.
La misteriosa mujer le dedico una pequeña sonrisa.
×××: vamos te sacaré de aquí- dijo con una sonrisa dulce mientras le extendía la mano a la niña.
Aisha a pesar de no conocer a la mujer no puedo evitar pensar en que nunca nadie la había tratado como ella lo estaba haciendo ahora, por lo que no dudo en tomar su mano.
Para sorpresa de la niña apenas estas se tocaron todas las voces de su cabeza se silenciaron automáticamente…
