Vientos de Guerra

Capitulo 12 - Jay Azir

—Reo, amigo, ¡más rápido por favor! —dijo Joseph mientras cabalga rápidamente en su caballo Reo

—¡Vamos, vamos vamos! —grita Joseph desesperado

Joseph va cabalgando rápidamente a el Valle en el que se encuentra el Guork, el cuál le enseñará algunas cosas importantes de su futuro, y que necesitará para superarse.

—¡Corre más rápido Reo!—grita Joseph. Reo, corriendo como nunca antes, mientras su nariz genera un poco de humo, por el frío de invierno, por el fuerte frío de invierno. Ese mismo día nevó, toda la mañana hasta que el Sol se ocultó y la Luna apareció. La fuerte nevada del día hizo que la mayoría de los arboles del bosque, y las flores del Valle se ocultaran bajo capas de nieve.

Los pocos riachuelos que quedaban en el bosque, rodeados de arboles gigantescos y hermosos, están casi congelados en su totalidad. Vaya, el invierno ya ha empezado en Kattle. Mientras Joseph cabalga rápidamente al mini pueblo del Valle, los habitantes de Kattle se preparan para las siguientes nevadas, que podrán ser más fuertes que la de este día. Los aldeanos pobres, que no tienen los recursos para pasar al invierno, fácilmente morirán en sus casas mientras duermen, las madres pobres, llorando desconsoladamente, ahogaran o clavarán cuchillos a sus bebés, antes de verlos sufrir por el frío y el hambre que elinvierno genera. Que triste. Siempre, los que viven mejor, son los que más maltratan, y los que más ayudan, son los que más sufren.

—¡Estamos cerca amigo, vamos! —grita Joseph mientras Reo da pequeños saltos entre las rocas del bosque

Joseph está cada vez más cerca, si llega tarde, es posible que el Guork se enoje y no quiera entrenarlo.—¡Ya casi llegamos, estamos cerca del Valle! —grita Joseph. Joseph tiene tiempo para llegar, mientras cabalga entre el bosque, la oscuridad hace que los ojos de los animes y criaturas que viven ahí parezcan pequeñas luciérnagas entre los arbustos y sobre los arboles. Los sonidos de los grillos, ranas y otros pequeños animales le dan vida a este bosque. Pero además de vida, a veces, el bosque se torna tenebroso. Como aquella aciaga noche, en la que fueron asesinados los familiares del joven Joseph.

—¡Llegamos al Valle Reo, un poco más y llegaremos a pueblo! —dice Joseph Unos pocos metros y llegarán, a lo lejos, se ven las luces de las antorchas encendidas en el pequeño pueblo, Joseph, acercándose, todos sus nervios y miedos desaparecen, es como si ese lugar lo pusiera automáticamente tranquilo y querido. Siente unafuerte conexión con este lugar.

—Muy bien amigo, espera aquí —dijo Joseph mientras amarra la cuerda de Joseph a un árbol cercano al pueblo

Joseph puede apreciar una sombra en una de las casas del pueblo, una sombra en una silla al lado de una mesa.—¿Será ese el Guork?—pensó Joseph—. Mientras Joseph se acerca para poder ver mejor a su Guork, dicho espectro mítico se levanta ante la llegada de su querido discípulo.—Hola, llegué, ¿eres tú el Guork?—dijo Joseph.

Joseph queda inmutado al ver al Guork. Tan alto, esbelto. Pero, vestido de una manera desastrada, sucia, su ropa agujereada, pero sus movimientos tan limpios, elegantes.—Sí, soy yo—responde el Guork. Esa voz, una voz tan carismática, que atrae a Joseph como una luzatrae a una pequeña polilla.—Mierda—pensó Joseph. —Ya me puedo presentar, ya que es de noche —dice el Guork con una voz suave. —Ya sé que te llamas Joseph. No creas que por ser algo sobrenatural no tengo que tener un nombre, me llamo Jay Azir —dice el Guork, llamado Jay Azir.

Jay Azir, un nombre raro, no común en Garand. Jay Azir, con su piel morena, cabello lacio, ojos cafés y carisma, da esa tranquilidad tan perfecta que atrae a cualquier persona. —Si te lo preguntas, no soy nativo de Garand, soy un envío de los Dioses, vengo de otro continente. —dice Jay Azir "Guork".