Amanece, una rana le salta en la cara a Joseph, lo que provoca que se despierte, al igual que Reo. —Mierda, puta rana —dijo Joseph—. En el medio del bosque se genera un claro, exactamente en las cabañas que encontró Joseph la noche anterior. Toda la luz solar entra en esa zona, y, sumándose las hermosas luces que generan las hojas de los arboles más altos del bosque con el sol. Es algo fantástico, es mágico.
Tanta hermosura escondida en el bosque. Pequeños lagos, riachuelos cayendo desde las colinas que rodean éste hermoso lugar. Algo que sin dudas, se ve solo una vez en la vida. El hermoso canto de las aves, Joseph, está impresionado de tan hermoso momento, se queda unos minutos apreciando la belleza de éste lugar. —Reo, que hermoso lugar. Si me diera a elegir entre vivir aquí o vivir en el pueblo lleno de mierda, sin pensarlo elegiría aquí —dijo Joseph.
En los libros no dice nada sobre un pueblo en el bosque, solo habla de criptas, estatuas, cavernas y castillos abandonados. Estructuras que con el tiempo se han ido cayendo y desapareciendo. No dice nada sobre un pueblo, es extraño, los maestros, ancianos en su juventud, viajaban kilómetros durante días explorando y estudiando animales y plantas del continente, y sin duda, pasaron por aquí. Pero, por qué no vieron éste pueblo aquí. Tan solo que lo hayan construido hace poco. —Que hermoso lugar, nunca pensé que un fantasma me trajera a éste lugar tan precioso. —dijo Joseph.
—Me alegra saber que hay lugares como éste en un mundo tan asqueroso como en el que vivimos, es una lastima, tal vez en unos años éste lugar ya no exista. Tanta belleza, tan magnífico lugar. Dejará de existir en poco tiempo...
Que triste. —dijo Joseph mientras aprecia el bosque y el pequeño pueblo.
Pequeñas cabañas hechas de piedra, un techo de madera, chimeneas y un pequeño establo con unos pocos cerditos. Caminos de piedra que llevan directo al pequeño lago, donde cogen agua y dan de beber a sus animales. Un simple lugar.
—Me pregunto quien vive aquí, iré a ver —dijo Joseph—. Joseph decidido a ir a ver quien vive en ese lugar se acerca lentamente con su espada en mano. Preparado para cualquier tipo de ataque o cualquier tipo de emboscada.
Joseph no es tonto, va rodeando el pequeño pueblo, piensa en entrar por la parte trasera de las cabañas. Es raro, en estos momentos Joseph estaría nervioso, con miedo. Pero, no, está tranquilo, relajado. En la historia de Garand se habla de "fantasmas" o espectros buenos que toman la figura de un humano y te cuidan, pero solo le aparecen a personas buenas, con un destino importante, un destino que hará la diferencia en el mundo. En los libros se llaman Guork.
Se dice que éstas criaturas fueron enviadas o creadas por Dioses para proteger destinos y a los mismos humanos, pero, solo por un tiempo. Cuando el destino del humano se cumpla, el Guork muere. En los libros aparecen como fantasmas pero nadie sabe que son en realidad. Éstos espectros además de proteger pueden llegar a entrenar, si el destino depende de ésto, lo hacen. Son criaturas anormalmente poderosas, mágicas.
Los Guorks, cuando no toman forma humana, en algunos libros dicen que son horribles, deformes y asquerosos. Entre la maleza alta Joseph se va acercando a su destino. —Espero Reo esté bien, espero nada lo asuste esta vez —susurró Joseph—. —¿quién es Reo? —pregunta una voz femenina entre la maleza—. —¡¿Qué, quién está ahí?! —pregunta Joseph asustado—.No se vuelve a escuchar nada, todo vuelve a estar callado, Joseph sintió unos escalofríos por todo su cuerpo. Como si de la presencia de un fantasma se tratara.
—Que cojones ha sido eso... —dijo Joseph
—Tú destino, joven, Joseph —dijo una voz masculina en una cabaña
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Vientos de Guerra
FantasiSigue las aventuras del joven Joseph, y lee su desarrollo. Lee la historia de todo un continente, lee sus reyes, sus guerras, su política. Queda fascinado con las criaturas fantásticas que aquí se encuentran. La fauna y la belleza de Garand, de Kat...