Treat Me Better

Capítulo 12

- Mierda Dana. –dijo ladeando su cabeza.

Levantó mi rostro y me besó suavemente.

- Noel no, no me esta gustando esto por favor olvídalo. –el arrastre de mis palabras empezaba a ser desagradable y la sensación de embriaguez era aún peor.

Me senté en uno de los sofás de la sala para tratar de calmar el fuerte mareo que sentía pero no daba resultado.

- Toma, te irá bien. Y ahora si hazme caso y no bebas más. –dijo Noel acercándome un vaso de agua fría, sus plabras sonaban rudas.

No sabría decir si Noel estaba molesto conmigo por lo que acababa de pasar hacía literalmente 5 segundos, pero algo me había impedido seguir  aquel beso.

La puerta se abrió bruscamente y ambos nos giramos para ver de quien se trataba, era Axel, quien llevaba consigo una cara de pocos amigos y parecía que iba a soltar una bomba por la boca.

- ¿Axel ocurre algo? –casi sin darme tiempo a pronunciar esas palabras, me agarró del brazo bruscamente mientras le hacía un gesto extraño a Noel, quien ya se había puesto en alerta con su agarre.

- Tu te vienes conmigo si no quieres que la noche termine realmente mal.

Salimos a trompicones de la sala haciéndonos un hueco entre la multitud, quienes se quejaban ante los empujones de Axel. ¿Que demonios estaba pasando? Todo iba bien, ¿que mosca le había picado?

De un momento a otro me estaba ayudando a subir a su coche en el lado del copiloto mientras me miraba muy serio con el ceño fruncido, nunca lo había visto así y me estaba preocupando mas de lo habitual, aún así, no era capaz de articular palabra alguna. El alcohol aún me tenía aturdida y demasiado mareada, no sabía como reaccionar.

Comenzó a conducir saliendo del aparcamiento esquivando a gente ebria y coches estacionados de cualquier manera.

- O me dices que mierdas esta pasando aquí o salgo del coche y entonces la noche si terminará mal de verdad. –no me reconocía, yo no hablaba de estas maneras a mis amigos, pero esto estaba pudiendo conmigo.

- Sinceramente, creo que deberías alejarte de esta ciudad durante un tiempo, no lo se, quizás ir con tus padres, algún familiar o amigo. No estás a salvo en ningún rincón de este lugar.

¿Que demonios me estaba diciendo? ¿Que no estaba a salvo? Esta era mi vida, con mis estudios y mis amigos, además volver con mi familia, que sencillo suena de la boca de alguien ajeno a toda la mierda que se respira en la casa en la que me crié.

- De nuevo, te lo pido por favor, cuéntame que demonios está pasando, no pienso alejarme de esta ciudad, no hasta que no sepa que... -no me dejó terminar.

- Abróchate el cinturón ya. ¡Ya Dana!

Hice caso omiso a sus palabras cuando vi las luces de un coche que me resultaba familiar pero no alcanzaba a reconocer por la oscuridad de la noche, se acercaba a una velocidad inimaginable hacia el vehículo.

- ¡¿Axel por favor que está pasando?! –mi corazón iba a salir de mi pecho y las lágrimas amenazantes nublaron mi vista.

- Solo mira bien a quién llevamos detrás y no hará falta que te explique nada. -no entendí como podia sonar tan sereno en esa situación y con la velocidad que llevábamos en esa carretera desconocida para mí.

Con un miedo terrible a lo que pudiese encontrarme, giré mi cabeza lentamente para ver algo que ya sabía que estaba allí en mi subconsciente, el coche negro de Jaime pegado al de Axel pisándole los talones.

Entonces no dije nada, me quedé bloqueada mientras miles de preguntas pasaban por mi cabeza, solo deseaba que Axel pisara a fondo el acelerador para salir de ahí lo antes posible, 5 minutos más y me iba a dar un ataque.

Mi respiración se cortó automaticamente cuando vi a un tercer vehículo posicionarse al lado derecho del de Jaime, tratando de desviarlo del carril.

Un miedo terrible recorrió mi cuerpo y no pude hacer otra cosa que posicionar mi vista al frente, no quería presenciar tal escena, cerré mis ojos con fuerzas notando como los dos vehículos iban quedándose atrás.

Entonces abrí mis ojos viendo des de el retrovisor como Jaime y el otro sujeto chocaban en un gran impacto haciendo volcar uno de estos.

Axel paró de golpe agarrando con fuerza el volante mientras pronunciaba un nombre que desearía no haber escuchado.

- Noel.