Capítulo 13

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No podía ser eso posible. ¿Noel? Todo pasaba demasiado deprisa y ni siquiera era capaz de mover un solo músculo.

Entonces el brusco frenazo del coche me hizo reaccionar. Salí casi de inmediato de mi asiento tropezando con mis propios pies del nerviosismo.
El humo que desprendía uno de los vehículos obstaculizaba mi vista y me impedía ver mas allá, hasta que el brazo de Axel me arrastró corriendo hacia al coche que se encontraba volcado.

Por un lado se encontraba un Jaime hecho polvo tratando de salir del coche mas dañado, mientras en el otro se alcanzaba a ver a Noel, quien parecía estar inconsciente.

–¡Noel! -corrí a toda velocidad hasta llegar dónde se encontraba, abriendo de golpe su puerta. Tenia una pequeña brecha en la parte izquierda de su frente la cual no dejaba de sangrar. –Noel estoy aquí, vamos... -gracias a dios pareció reaccionar al escuchar mi voz y trató de posicionarse para salir pero lo detuve.

–¿Dónde está? ¡¿Maldita sea dónde está?! -miró a su alrededor hasta encontrarse con la mirada de Jaime, quién estaba justo detrás de mi sostenido por Axel.

Tenía un miedo terrible, aún no sabía como demonios habíamos terminado en este lugar y mucho menos de esta manera.

Alcé lentamente mi mirada hacia la de Jaime, me miraba con furia, rabia y asco.

–Hoy te libras de mi porque el gilipollas de tu amiguito casi me mata, pero estate alerta porque esto no ha terminado.

Sentí tanta repulsión ante sus palabras que por primera vez en mucho tiempo, mi mano aterrizó contra su mejilla haciendo que su vista quedara fija en el asfalto. Esperé por el golpe, pero ni una sola palabra, ni un simple movimiento, nada, todo era silencio.

— Eres un maldito hijo de puta Jaime, aléjate de ella. Lo de hoy es solo una advertencia y prometo no tener piedad contigo como aparezcas por aquí. -habló Noel quien había salido del coche y en cuestión de segundos tenia a Jaime sujeto por el cuello de su camiseta.

Dejamos a Jaime en medio de aquella oscura y desierta carretera y Noel me ofreció pasar la noche en su apartamento, necesitaba tener a alguien a mi lado así que acepté.

– Ten, toma esto, mañana me lo agradecerás cuando despiertes sin a penas resaca. -dijo dándome una pequeña pastilla y un vaso con agua.

– Gracias Noel, ¿tienes gasas por algún lugar?

Miró detalladamente mi rostro como buscando algo.

– ¿Te has hecho daño?

– Yo no, pero tu si, venga vamos. -lo llevé hasta el baño y busqué cualquier cosa para detener la hemorragia de su frente que le había causado el accidente. – Te lo debía.

Tenia pequeños pero profundos cortes por el rostro y algún que otro moretón y mientras aplicaba algo de alcohol soltaba gruñidos del dolor, me partía el alma verlo así por mi.

– Lo siento mucho, esto es por mi culpa, nada de esto hubiese pasado si no fuese por mí, siento que os estoy arrastrando al infierno que es mi vida y no quiero esto para vosotros. ¿Sabes? Creo que Axel tiene razón, quizás debería buscar un lugar alejado de esta ciudad y... -Noel no me dejó terminar.

– Deja de ser tan tonta, tan inocente, date cuenta que nada de esto lo has causado tu, el culpable de todo no es nadie más que Jaime. No sirve de nada alejarse de la ciudad, tu vida esta aquí al igual que tus amigos y juntos te sacaremos de esta. -apartó cuidadosamente las gasas de mis manos y me estrechó entre sus musculosos brazos. – Quiero que me enseñes el infierno que es tu vida, quiero cambiar eso. -susurró en mi oido.

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2021 ⏰

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