Capitulo 1: El pasado de Hitoshi

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Taiko Hyuga era un miembro honorable del clan Hyuga perteneciente a la familia principal y heredero e hijo mayor del jefe del clan. Dotado de una gran inteligencia y una enorme capacidad de combate, a menudo era enviado a hacer misiones afueras de la aldea luchando contra ninjas renegados. En una de esas misiones fuera de la aldea, Taiko fue enviado a luchar a la tierra del remolino donde defendió al clan Uzumaki de ninjas malhechores.

Durante esta misión Taiko salvó la vida de una joven Uzumaki de la cual se enamoró, esta llevaba por nombre Nara Uzumaki. Los padres de Nara notaron de inmediato la conexión entre ellos dos y agradecidos por haberlos salvado aprobaron la relación de Taiko con su hija. Pero en cambio los Hyuga, eran un clan muy celoso con sus genes y no aprobarían tal relación por nada. Pese a esto Taiko amaba tanto a Nara que decidió formar en secreto una relación con ella. Al poco tiempo Nara y Taiko esperaban un hijo al cual decidieron llamar Hitoshi.

Nara y Taiko acordaron que de Hitoshi presentar las características de los Hyuga se quedaría con él Taiko, y si por el contrario presentaba la de los Uzumaki se lo quedaría Nara. Hitoshi presentó las características de los Hyuga así que Taiko se quedó con él. Pero aun así Taiko visitaba en compañía de Hitoshi a Nara para que este la conozca y comparta tiempo con su madre y sus abuelos.

Así pasó el tiempo y Hitoshi creció convirtiéndose en un joven ninja fuerte y valiente, además de poseer una gran inteligencia y un enorme don para el ninjutsu médico al punto de que se le fueron asignadas células de Hashirama con el fin de que descubra algún método de curación o regeneración a través de estas. Debido a sus constantes misiones e investigaciones Hitoshi no tenía tiempo de estar con su familia ni de formar una propia.

Cierto día Taiko regresaba de hacer una importante misión en otra aldea cuando al llegar a la aldea dos ninjas de su clan le dieron un informe, este era acerca del clan Uzumaki, estos le explicaron que los Uzumaki fueron atacados a traición por otros clanes y todos los miembros que se encontraban dentro de la aldea del remolino murieron. Esto dejó destrozado a Taiko lo que impresionó a los otros dos Hyuga por su reacción. Taiko disimuló su dolor y les pidió que lo dejen solo, los dos ninjas sin más se marcharon.

Taiko a pesar del dolor que sentía se vio obligado a contarle todo a Hitoshi el cual rompió en llantos de inmediato al enterarse y Taiko lo abrazó consolándolo. Los dos Hyuga que le dieron el mensaje a Taiko sospechaban que este ocultaba algo y se ocultaron a observar descubriendo así el secreto de Taiko y Hitoshi e informándole esto a los superiores del clan, los cuales convocaron a Taiko para hablar con él de inmediato.

Al presentarse Taiko ante estos, ellos le explicaron que la pena por mezclar el linaje del clan puede ser incluso la muerte, pero como su hijo y él han vivido fielmente para el clan su castigo iba a ser solo la desheredación y el exilio pasando el hermano menor de Taiko a tomar el liderazgo del clan. Taiko aceptó su castigo y se dispuso a buscar a Hitoshi para abandonar juntos la aldea.

Para entonces Hitoshi analizaba las células de Hashirama en busca de algún método regenerativo. El había detenido sus investigaciones tras la muerte de su madre pero ahora las había retomado. Taiko se encontró entonces con él explicándole la situación mandándole empacar todas sus cosas para partir juntos lejos de la aldea. Hitoshi empacó los objetos que su madre le obsequió así como también se llevó sus investigaciones.

Navegando en un barco que Taiko había obtenido con sus servicios a la aldea, él y Hitoshi partieron de Konoha recorriendo el mundo y las grandes naciones y ayudando a personas salvándolas de malhechores, pero como no tenían un lugar fijo donde quedarse estos a menudo sentían hambre y frío.

Taiko entrenó a Hitoshi enseñándole todos los secretos del clan desde los mas simples a los más complejos. Luego, le pidió a Hitoshi que no odie a los miembros del clan Hyuga, que estos solo hicieron lo que consideraban correcto y que no por eso deben perder el amor que alguna vez le tuvieron a su clan y a su aldea. Hitoshi empuñó fuerte sus manos, pero luego se relajó y aceptó la petición de su padre.

Una noche mientras Hitoshi y Taiko navegaban estos fueron atacados por una fuerte tormenta, esta era tan violenta que en pocos minutos destruyó su barco dejándolos a ambos en medio del mar. Las olas eran tan fuertes que estos ni siquiera lograban ponerse de pie con sus habilidades ninjas. Hitoshi observó como su padre Taiko a pesar de estar muy lastimado por las violentas olas de la marea intentó acercarse a él para salvarlo pero una fuerte ola lo hundió en el mar, Hitoshi al ver esto lo llamó llorando constantes veces una tras otras, pero este no apareció por ningún lado y de pronto surgió una última ola la cual golpeó a Hitoshi dejándolo sin conocimiento.

Cuando abrió los ojos Hitoshi se vio rodeado por una manada de enorme tigres blancos gigantescos y se llevo una gran sorpresa al escuchar que estos podían hablar.

- Es solo un indefenso cachorro humano - dijo el mas grande de estos - yo digo que hay que comérnoslo.

- Claro que no Kyagra - le respondió Zagra una tigresa algo mas baja que él - debemos llevar a este humano con el gran tigre abuelo, él decidirá que hacer con él.

Los demás tigres presentes le dieron la razón a Zagra. Kyagra sin mas opción tuvo que ceder ante la voluntad de los demás tigres.

- Esta bien hermana haremos lo que pides pero será a mi manera. ¡Ahora, cachorro humano levantate y camina, antes de que me enfade!

Hitoshi aun seguía muy débil, apenas estaba consciente.

- Pa... Padre.... - dijo Hitoshi.

- ¿Padre? - repitió Kyagra - lo siento muchacho pero al único que encontramos fue a ti junto con algunos restos de un barco y algunos equipajes pero nada más, no encontramos a nadie además de ti. Ahora levantate o me enfadaré.

Kyagra levantó a Hitoshi empujándolo y se dirigió con él y los demás tigres al palacio del gran tigre abuelo. Al llegar con este, lo vieron sentado en su enorme silla sobre sus cuatro patas. Era un gigantesco tigre anciano con el rostro relajado.

- ¿Que pasa, por que irrumpen así en mi castillo? - les preguntó este.

- Gran tigre abuelo - le dijo Zagra - encontramos en nuestra tierra a este cachorro humano y queremos que nos diga que decidirá que hagamos con él.

El gran tigre abuelo les pidió que le acerquen al joven para poner su pata sobre su cabeza y así leer su destino y decidir si eliminarlo o dejarlo con vida. Los demás tigres así lo hicieron, le acercaron a Hitoshi. El gran tigre abuelo puso su pata sobre la cabeza de Hitoshi permaneciendo unos minutos en silencio con los ojos cerrados, de repente pasado un momento, el abuelo tigre abrió los ojos y grito:

- ¡El destino de este chico es salvarnos, él salvará a esta tierra!

Neji UnlimitedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora