•• S I E T e ••

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-- ¿Mi madre? ¿Qué quiere ella?

Jimin se sentía extrañado, que haría Sun Hee en el castillo, aunque se hacia una idea de ello, exigiendo cachorros para amarrar de una vez por todas al Rey y Alfa líder. El no quería eso, él lo amaba, tanto que esperaría ansioso la luna roja para asi al fin pertenecerlo en cuerpo y alma a Yoongi , a su alfa, más adelante él se vería criando a sus cachorros siendo un buen omega, todo lo que el desearía.

Todo a lo que está destinado a ser.

-- Creo que no está de buen humor, ha llegado imponiendo ante la ley.

El omega solo se encogió de hombros dándole a entender que él no sabía nada sobre la repentina visita de su madre al Castillo y mucho menos sobre la actitud que presentaba en este. Yoongi le sonrió también restándole importancia, se dirigieron al comer y la misma rutina establecida que habían hecho; más coqueteos y besos dados el uno al otro.

Incluso Hoseok se sentía apartado a todo eso, el dio su informe semanal y Yoongi andaba por las nubles tomado de las manos con el Omega, no hizo más que sentirse excluido cuando era el quien aguantaba todo tipo de emociones del alfa, era el quien le ayudaba y era el quien estaba al frente llevando el nombre del Yoongi fuera de sus áreas para quedar bien.

-- Yoongi... -- aunque el nombrado solo asintió con la cabeza diciendo que le estaba tomando atención. -- La madre del Omega Jimin espera.

Yoongi asintió dando un último beso a su omega para que él se retire después, cambiando directamente hacia el despacho de su alfa. Cuando abrió la puerta, la imponente mujer hacia parada allí viendo los estantes que tenían objetos preciados. La típica omega de piel lechosa y vestidos ceñidos a su piel.

-- Mamá...

-- ¡Oh! Jimin, ya me estabas haciendo esperar mucho, ¿Qué? ¿Ya no querías verme?

Jimin negó, abrazándola y tomando asiento allí en el despacho, sabia de que hablarían, de que discutirán y como terminará dándole un regaño.

-- Vaya... veo que aun Yoongi no te ha marcado -- expresó la mujer con desagrado al ver el collar de la marca adornar su cuello. -- Si no le abres las piernas de una buena vez, se va a cansar de ti y te dejara como una basura.

-- ¡Mama! P-pronto llegara la luna roja...

-- Ya sé, ya se. Solo espero que le des un buen aprovechamiento a eso. -- hablo tomando el rostro de su hijo. -- A ellos les gusta dominar, se sumiso y ábrele las piernas de una vez, cachorros, esos lo ataran bien.

-- Mamá, yo lo quiero mucho. El me ama sé que me esperará cuando esté listo para ser madre.

-- Jimin, hijo él no te esperará, cuantas omegas habrán pasado con él en sus celos anteriores, incluso cuantas omegas disfrutarán casi a diario en su castillo cuando tu solo ocuparás darle placer en sus momentos y cargaras con sus descendientes. Eres omega, no olvides cuál es tu deber.

Jimin no pensaba en eso, porque sabía que Yoongi también lo amaba y el no solo servía para dar cachorros y quedarse en casa, era entrenado para saber de modales y todo aquello, para saber cómo cuidar a un bebé y como complacer a su alfa. Pero Yoongi tenía otro pensamiento.

Un omega no solo debe ser sumiso, debe tener carácter, debe ser alguien fuerte como un alfa para dar su vida por sus cachorros y tan hostil como un beta para los malos momentos. Hay que apreciarlos, los alfas no somos nada sin nuestros omegas. Sin su otra mitad, ambos se complementan y ambos deben estar juntos.

-- Date cuenta hijo... debes...

-- Perdona Madre, pero mi alfa no piensa así, él se ha ganado mi corazón y todos nuestros planes a futuros estarán listos cuando llegue el momento.

▪" Omega "  ▪[ Yoonmin ] ▪ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora