Desperté de mi profundo sueño, las aves cantaban, la luz del sol entraba por la ventana y a penas se escuchaban voces afuera de la habitación. Supongo que será bastante temprano y por eso no hay nadie despierto. Pensé mientras me levantaba lentamente de la cama quedando sentado sobre esta y mirando a la ventana fijamente pensando en la nada. Hoy tuve un sueño bastante extraño... La verdad no quisiera ni siquiera decir lo que había soñado... Era muy... ¿Gay? El sueño tenía como personaje principal a Bakugou, el y yo estábamos besandonos, en su habitación y yo apenas podía respirar mientras el solo tomaba mis manos y seguía con el beso algo apresurado y sin pausas. De verdad que no quería sentir esto, no quería pensar en Bakugou de esta forma y mucho menos imaginarlo besandome. No quiero, definitivamente no quiero sentir esto por el, el es mi amigo... Pero sinceramente creo que no puedo evitar lo inevitabley siento que estoy enamorado de el.
(...) Salí de ducharme muy entusiasmado por la fiesta que habría hoy por la tarde, pues no se que pueda pasar, seguro todo será una locura, la verdad es que jamas había ido a una fiesta de este tipo antes y estaba muy emocionado.
Me vestí rápidamente, peine mi cabello con algo de fijador y me bañe en perfume, esta vez opte por ponerme una gafas negras pues este día quería verme increíblente bien, todo tenía que estar perfecto.
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Mientras me miraba en el espejo haciendo algunas poses ridículas para verme mejor escuché sonar mi teléfono que se encontraba sobre mi cama.
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Dejé mi teléfono sobre la cama de nuevo y seguí viéndome en el espejo, estoy feliz de que Bakugou haya decidido ir a la fiesta, por alguna razón eso me pone aún más emocionado.
(...) Por fin había llegado la hora, eran las 6:55 pm. Así que debía ir ya a buscar a Bakugou para irnos juntos. Sero me dijo que el y los chicos me verían en la fiesta un poco más tarde pues iban a esperar a Mina que aún no terminaba de pintarse las uñas, así que solo seremos Bakugou y yo entre todas esas personas desconocidas, lo que me pone un poco nervioso la verdad.
Me vi en el espejo una última vez y sonreí al verme tan varonil. Tomé las llaves de mi habitación, abrí la puerta entusiasmado y la cerré echando llave. Caminé un poco apresurado por el pasillo, había algunos chicos caminando por ahí en dirección al auditorio donde sería la fiesta.
