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¿Cuántos años tienes? ¿Qué estás estudiando? ¿Siempre has tenido el cabello corto? ─Un montón de preguntas salían de la boca de la híbrida irritando a la mayor que se dedicaba a terminar su trabajo de una vez por todas. Jeongyeon no sabía que cosa la estaba alterando más. Si el parloteo de la chica o la montaña de café que estaba comenzando a afectarle el cerebro. ─¿Podrías prestarme atención? Odio que me ignoren y llevas media hora haciéndolo.

Jeongyeon quería tomarla del cuello y encerrarla en el baño durante toda la noche. Estaba poniéndole de mal humor y lo menos que quería era borrar su preciado proyecto en medio de una rabieta. Lloraría, gritaría y volvería a llorar como una niña pequeña. ¿Por qué un conejo era tan irritante como lo era Nayeon? ¡No lo entendía para nada! Iba a terminar con una vena resaltando en su cuello.

¡Estás volviendo a ignorarme! ─Se quejó la híbrida nuevamente llamando la atención de la coreana. La mirada sombría que le dedicó hizo efecto en ella como para cerrar su boca por unos minutos, pero eso no detenía del todo su lado curioso. Jeongyeon suspiró frustrada apartando la laptop de sus piernas dejándola a un lado poniendo toda su atención en la híbrida. ─Ya no estoy ignorándote. ¿Qué tanto preguntas? Estoy ocupada ahora, Nayeon.


Sé que estás ocupada pero eso no me detendrá para saber de tu vida. Digo, si suponemos que viviremos juntas por un tiempo, lo menos que quiero es no saber nada sobre ti. ─Jeongyeon alzó una de sus cejas interesada por eso. ─¿Quién dijo que viviríamos juntas? ─Nayeon fue la siguiente en alzar una de sus cejas. ─Duh, pues tú.

Yo no he dicho nada sobre eso. Estás malentendiendo. ─Dijo cruzándose de brazos y subiendo sus piernas al sofá. Nayeon puchereó. ─¡No es cierto! Tú misma dijiste que no me enviarías a algún lugar de adopción por los momentos. Pero estoy segura de que estás pensando en si debería quedarme aquí contigo. ─Jeongyeon se quedó en silencio por unos minutos y Nayeon chilló de felicidad. ─¡No te apresures! ¡Nada definitivo ha salido de mi boca!


Nayeon se mofó de ella recibiendo una mala mirada de la coreana, pero la verdad es que la híbrida simplemente quería pasar un bonito rato junto a ella. No tenía tiempo para socializar con alguien más, y ciertamente, Jeongyeon era la humana más comprensiva que había conocido hasta ahora. Oh, poco a poco se estaba encariñando y ese sería un gran problema.

La verdad no quería molestarte tanto pero no me estabas haciendo caso. ─Jeongyeon la observó. ─Solamente quería hablar contigo. No tengo muchas oportunidades para charlar con los demás. ─La coreana se sintió un poco mal, pero eso no justificaba que estaba interrumpiéndola en medio de algo de suma importancia. ─Podrías haberme preguntado antes. Este trabajo es importante para mí y está sacándome de quicio.

¡Pero si lo hice! ¡Tampoco me hiciste caso! ─Las mejillas de la mayor se sonrojaron con fuerza. ─Bien, bien. Me disculpo por eso. ¿De qué quieres hablar? ─Jeongyeon estaba segura de que vio toda una constelación brillando en los ojos de la coneja. Ni siquiera sabe en que momento Nayeon se acercó hasta donde se encontraba y se sentó a su lado, sus piernas tocándose ligeramente. Aquello provocó un gay panic en ella. ¡Jeongyeon necesitaba que alguien la salvara de esa situación!

Pero Nayeon no se encontraba incómoda en lo más mínimo, de hecho, estaba a gusto. ─Quisiera saber cosas sobre ti. Ya sabes, tu edad, tus gustos y ese tipo de cosas. ─Sonrió amable. ─Si no te molesta, yo podría decirte cosas sobre mí también. ─Jeongyeon no se esperaba eso. Realmente se esperaba que la chica le preguntase cosas raras sobre conejos, pero en cambio había aparecido con algo común. Nayeon al ver la expresión confundida de la coreana se apresuró a contestar. ─Como ya te dije, no tengo muchas oportunidades para hablar con los demás. Y me gustaría hablar contigo, me caes bien.


Jeongyeon sonrió por lo bajo y luego quitó esa tonta sonrisa de su rostro. ¿Qué estaba pasándole? ─Oh está bien. ¿Debería empezar de una vez? ─Nayeon asintió con una leve sonrisa sin mostrar sus dientes. Jeongyeon se mostró pensativa, no era buena para decir cosas sobre si misma. ─Mi nombre es Yoo Jeongyeon. Tengo veintitrés años y estoy estudiando administración de empresas. ─Nayeon aprovechó la oportunidad para interrumpir. ─Creo que estoy quedándome dormida, pensé que eras más interesante.

No digas nada de eso o yo misma te encerraré en el baño toda la noche, Nayeon. ─La susodicha rió por lo bajo y realizó un ademán para que siguiese hablando. Jeongyeon iba a hacerlo, pero, la chica recostó su cabeza sobre su hombro poniéndole solo un poco nerviosa. ─E-Eh... me gustaría tener m-mi propia empresa algún día. Me gustan mucho los conejos, esa es la razón por la que te he adoptado. Estoy trabajando en una cafetería cerca de aquí y luego voy a la universidad, así que no estoy todo el tiempo en casa.

¿Nadie cuida tu casa cuando estás fuera? ─Nayeon preguntó curiosa y la coreana la interrogó con la mirada. ─¡Solamente estoy preguntando por seguridad! ¡No estoy planeando algo! ─Se apresuró a salvar su pellejo llenando de risas a la contraria. ─Por aquí es tranquilo y hay seguridad por todas partes. Todo está bien. No te preocupes.

─¿Qué más podría contarte? En la secundaria uno de mis sueños fue ser cantante pero lo dejé de lado para enfocarme en otras cosas. ¡También quería ser panadera! Pero fue más como un sueño muy lejano. ─La híbrida formó una mueca. ─Yo creo que serías una buena panadera. Deberías probar a hacer algunos panes un día de estos.


Eres la primera persona que no se ha burlado y me ha dicho algo como eso. ─Tomó un sorbo de su café para seguir hablando. ─Pero creo que he omitido la parte en la que una vez quemé el horno de mi mamá al hacer pan por primera vez, ni siquiera quiero que preguntes.

Jeongyeon no se esperó que duraran hablando toda la madrugada. Aunque habría seguido gastando toda su saliva si no fuera visto que la híbrida se había quedado dormida sobre su hombro. Una sonrisa se le había cruzado por el rostro por un segundo al verla dormir plácidamente, pero todavía tenía que terminar su trabajo por esa noche. Corrió por toda la casa en busca de una manta y al tenerla entre sus manos, acomodó a la chica en su sofá para dejarla dormir.

 Corrió por toda la casa en busca de una manta y al tenerla entre sus manos, acomodó a la chica en su sofá para dejarla dormir

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LOVELY BUNNY。 ── 2YEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora