Serendipia

6

Capítulo sin editar

En multimedia la canción "Idfc"

Capítulo 6. En cuestión de horas.

Le di un sorbo a mi cerveza sin saber si lo correcto sería marcharme o ir en busca de Bradley. El hecho de haberle visto en uno de sus peores momentos me conmovió y hasta sentí un poco de pena por él. Aun así eso no justifica como me trató.

—Bradley es un chico duro eh —Una voz que provenía de detrás mía llamó mi atención e hizo que me volteara para ver de quién se trataba.

Era mi vecina Keyla.

Desde que se había presentado aquel primer día no habíamos vuelto a hablar más que para saludarnos. Todo había sido muy extraño con ella pero tampoco hacía el esfuerzo por comenzar una amistad con ella.

—No sé, no le conozco lo suficiente —respondí a secas.

Como no la conocía tampoco quería decir algo inoportuno.

—Tranquila, vi lo que pasó antes entre vosotros dos y parecía bastante enfadado —comentó cogiendo una cerveza de las que estaban en la mesa de al lado nuestro.

Bajé la mirada avergonzada ante tal momento. De solo pensar que intenté consolar al chico que hacía unos días odiaba y que él me lo pagó gritándome como si yo tuviera la culpa de sus males me da vergüenza.

—Ya, bueno, tampoco es como si me importara si se enfada conmigo —Me encogí de hombros.

Solo había dicho eso para salvar la poca dignidad que me quedaba porque realmente no me gustaba estar peleada con alguien, me provocaba ansiedad y ya bastante tenía con estarlo con Loby.

—Si le hiciste daño se lo merece.

Alcé mi mirada confusa. ¿Acaso ella odiaba a Bradley?

Bradley era odioso no me cabía duda. Sin embargo, encontrar a alguien que también lo odiara por lo que me había contado Loby pensé que sería imposible.

—¿Por qué dices eso? —investigué.

—Porque sus amigos y él se creen los reyes del mundo, capaces de dañar a cualquier persona con tal de conseguir lo que quieren —comenzó a explicarme, yo puse una mueca sin entender nada—. Simplemente piensan que tienen el poder de destruir la vida de los demás y que eso no tenga repercusiones. Alguien tendría que darles su merecido, ¿o acaso crees que es justo que te gritara y te dijese aquello antes? —añadió.

Me mordí el labio. No sabía si estaba entendiendo bien a la muchacha.

—¿Nadie nunca les ha parado los pies?

Ella suspiró con desánimo.

—Nadie nunca lo ha intentado y dudo que aunque lo intentase alguno lograra llegar a algo. Yo ya había perdido la esperanza, sin embargo, hoy al verte con él lo vi todo muy claro —Sus ojos comenzaban a brillar, estaba entusiasmada y yo algo asustada.

—¿Al verme con él?

Ella se acercó y agarró mis manos.

—Puedes destruirle y no solo a él sino también al resto de los fantásticos.

Tragué saliva nerviosa.

—¿Cómo? Tú misma acabas de decir que dudas que eso sea posible.

—Dudaba hasta que te he visto a ti con él. No solo puedes hacer que se enamore de ti y romperle el corazón sino que también podrías formar parte de ellos y averiguar todos sus secretos utilizándolos en su contra —se sinceró.