Serendipia

5

Capítulo sin editar

Capítulo 5. El otro lado de Bradley Winchest

Me puse la ropa más simple que tenía en mi armario. Una camisa roja básica y unos pantalones vaqueros con unas playeras blancas. Pensé en pintarme los labios pero recordé que iba a salir con Bradley así que disipé rápidamente esa idea.

Me observé de arriba a abajo una vez más en el espejo. Ni siquiera iba a llevar el pelo suelto así que me lo recogí en una coleta (cosa que odiaba). Sabía que Bradley sería uno de esos egocéntricos que vestía bien y se arreglaba para salir, por lo que yo sería todo lo contrario.

Aún no sabía cómo es que había aceptado salir con él. Ver a Loby tan frágil en el suelo ablandó mi corazón y para qué, si al final había salido perdiendo puesto que mi único amigo aquí ya no me hablaba. No dudaba en que sería uno de los peores días de mi vida.

El ruido de la puerta fue lo que llamó mi atención y dejó a un lado mis pensamientos.

—Pasa.

La persona entró y como no, era Bradley. Tenía su pelo castaño bien peinado y engominado apartado de su rostro y dejando ver aún más sus ojos azules. Para mi sorpresa no venía vestido como un galán sino que venía con una camisa y unos pantalones vaqueros como yo. No obstante, su ropa se veía como "más de marca".

—Te ves preciosa —halagó colocándose detrás mía y susurrándomelo al oído.

Me di la vuelta y nos quedamos de frente.

—Siento no poder decir lo mismo —Le di una de mis mejores sonrisas mientras que él se limitó a rodar sus ojos.

—Créeme que algún día lo dirás.

—Seguro que lo esperarás con ansia pero me da que no.

Él se rió.

—¿Lista? —preguntó finalmente caminando hacia la puerta y abriéndomela para que saliese yo primero.

—No y que te comportes como si fueses un caballero hace que lo esté menos —aclaré una vez que salí y lo tenía detrás siguiéndome.

—¿No podrías dejar esa actitud grotesca para otro momento y disfrutar de la velada de forma pasiva y tranquila? —preguntó mientras ambos caminábamos hacia su coche.

—¿Y tú podrías dejar de chantajear a la gente para conseguir lo que quieres? —Ladeé mi mirada encontrándome con la suya. He de decir que por primera vez, me había intimidado. Él estaba ahí caminando junto a mi y no dejaba de mirarme.

Hubiera sido gracioso que se hubiese chocado con algo mientras lo hacía pero lamento deciros que no fue así.

Yo volví a mirar para delante y poco después llegamos a dónde se supone que debería de estar aparcado su coche. Él decía que era fácil reconocerlo puesto que era un Mercedes de color gris.  

—Ahí está —señaló un coche y asentí.

Cuando fui a entrar volvió a intentar comportarse como un caballero y abrió la puerta del copiloto para mi.

—Te dije que no lo hicieras y por favor no me hables más en todo el trayecto, prefiero disfrutar de manera tranquila como dijiste antes —suspiré y blanqueó sus ojos.

Al entrar en el coche ambos nos quedamos en silencio. Ninguno dijo ninguna palabra más. Así hasta un buen rato, en donde Bradley paró un momento.

—¿No vas a hablar en todo lo que queda de trayecto? —preguntó tocándome la cara para que le mirase. Me puse cabizbaja para molestarle más aún pero él tiró de mi mentón.